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Prueba: Mercedes-Benz GLK 280 – Perfectamente válido

Anguloso, con trazos rectos y afilados es como se presenta el modelo SUV más reciente de Mercedes. Siguiendo la máxima  de «más vale tarde que nunca», los alemanes cuelan su todoterreno más pequeño en el segmento de la clase de los SUV compactos.

El GLK es 25 centímetros más corto que el Clase M, 6 centímetros más estrecho y pesa unos 250 kilos menos. ¿Suficiente para los tiempos que corren?... En 1979 la Clase G, en 1997 la Clase ML, en 2006 la Clase GL y a finales del 2008 llega el GLK, el todoterreno más pequeño de Mercedes con diseño independiente. El nuevo Mercedes no tiene nada del look aerodinámico del Audi Q5 y del Volvo XC60, sino que destaca entre sus rivales como una roca en medio del oleaje.

Formas algo diferentes

La carrocería del GLK es lisa, con una ligera elevación en el capó, un parabrisas frontal empinado e innumerables aristas, ángulos y rebordes. Su diseño puede definirse como peculiar y controvertido, con escasas formas redondeadas y quizá no guste a muchos. Por otra parte, su forma angulosa tiene ventajas. La visibilidad es excelente, lo que permite intuir las dimensiones del vehículo mejor que en la mayoría de los otros vehículos. Gracias a su contorno anguloso, la sensación de amplitud también es mayor, sobre todo si se tiene en cuenta que el GLK es tres centímetros más corto que un VW Golf Variant. Aún así, en él pueden viajar con gran comodidad cuatro personas e incluso cinco sin estrecheces. La capacidad del maletero es de 405 litros, ampliables a 1.550 con los asientos abatidos.

Acceso bajo

Poco común es el acceso a este SUV, a una altura relativamente baja. Los estribos laterales tan anchos resultan algo molestos, pues ensucian los pantalones (cosas que pasan cuando prevalece la forma sobre la función). La configuración del interior recuerda al Clase C, por lo que el manejo de los mandos no entraña gran dificultad. En el sistema de navegación multimedia Command APS (con volante multifunción), disponible por 3.350€,  está incluida la opción de manejo por voz, lo que facilita la introducción de destinos de navegación y el uso del teléfono en el coche. Por el contrario, la regulación parcial eléctrica de los asientos viene de serie.  El paquete Pre-Safe cuesta 475€ adicionales y prepara el GLK frente a un posible accidente enderezando los respaldos, cerrando automáticamente las ventanillas abiertas y el techo corredizo y aumentando tanto la tensión de los cinturones como la presión en los circuitos de frenado.

Completo

El GLK viene equipado de serie con múltiples elementos de seguridad, empezando con los excelentes frenos, que hacen que este bloque de casi dos toneladas frene en seco como un vehículo deportivo en caso necesario, los airbags (también para las rodillas del conductor) y todos los demás elementos estándar. Como es habitual en Mercedes, el ESP no es completamente desactivable.

Mercedes siempre ha prestado una gran atención, además de a los elementos de seguridad, al confort en sus vehículos. Nuestro vehículo de prueba tenía neumáticos estándar de 17 pulgadas (neumáticos de 235), que aumentan este confort.  Su chasis consigue amortiguar limpiamente todo tipo de irregularidades. En las curvas rápidas, transmite la potencia a las cuatro ruedas, inclinándose lateralmente de forma evidente. La exacta dirección paramétrica posibilita en todo momento un buen contacto con la superficie de rodaje y reacciona en el barullo de la ciudad de forma ágil y ligera. Visto lo visto, el GLK no pretende ser tan deportivo como sus colegas de BMW.

Motor de gasolina con sonido potente

Deportivo resulta, por el contrario, el motor V6 del modelo de prueba. El GLK 280 representa ahora mismo la unión poco probable de un GLK y de un motor de gasolina. No hay muchos compradores que prefieran esta opción, si bien tal combinación no es tan  absurda como puede parecer a simple vista.

El motor V6 da una potencia de 231 CV con 3 litros bastante exactos de cilindrada. Su par de 300 Nm quizá haga sonreír a los partidarios del diésel, pero su propulsión garantiza el disfrute en la conducción. El motor del GLK 280 gira de forma regular, acompañando su actividad con un agradable ronroneo en punto muerto y con un alegre rugido al alcanzar el máximo de revoluciones. Su velocidad máxima está limitada electrónicamente a 210 km/h. A pesar de su apariencia masiva, su coeficiente de resistencia aerodinámica de 0,35 es para un SUV más que satisfactorio, incluso a pesar de distar mucho del coeficiente de 0,27 del Opel Insignia, uno de los vehículos más aerodinámicos actualmente.

El motor casa a la perfección con el cambio automático de serie de siete velocidades, si bien hay momentos en el que éste podría ser algo más rápido. Sin embargo, el GLK 280 no es un velocista sino más bien un corredor de fondo con unos modales excelentes.  Quien lo utilice adecuadamente, podrá recorrer hasta 100 km con algo menos de 12 litros de súper. Quien lo humille para ir a la guardería o al cole a la vuelta de la esquina, que no se sorprenda por un consumo superior los 17 litros. El 280 necesita espacio, carretera, distancias que recorrer. Y quien se atenga a las normas del motor de gasolina y no haga más de 15.000 km al año, probablemente acierte con este modelo más que con el 320 CDI, 2.500€ más caro.

Además, el GLK no es tan caro como se puede pensar, al menos en comparación directa con un Clase C. La tracción a las cuatro ruedas 4MATIC sale por 2.300€, si bien no está no disponible, por ahora, para el C280. El precio del GLK 280 es de 49.900€. Si se le añaden un par de extras útiles como los faros de xenón, navegador y control de distancia en aparcamiento, el precio supera alegremente el umbral de los 55.000€.

Conclusión

El GLK es un excelente vehículo para todos los días que, precisamente por sus dimensiones compactas que no llegan a limitar el amplio espacio interior, superará a los SUV más grandes de tipo Clase ML. Además, tiene un precio asequible. El pequeño motor de gasolina V6 (por encima está el 350) es agradable a pesar de su consumo poco económico.  Quien conduzca mucho y rápido, debería optar en cualquier caso por un diésel, para lo que recomendamos esperar al GLK 250 CDI con motor de cuatro cilindros y doble turbo, disponible en primavera del 2009.

Traducción: María Dolores Lozano

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