Mientras otros fabricantes reinterpretan diseños clásicos, como Land Rover con el Defender, Mercedes hace como Jeep con el Wrangler y lo va actualizando, ya que nunca ha dejado de venderse. Desde 1972, es la serie de turismos con el periodo de producción más largo en la historia de Mercedes-Benz. Un coche que nació contemporáneo con el Range Rover y que, como el inglés, se ha ido adaptando a los tiempos.
Puedes ver en este vídeo nuestra prueba del coche
Estética y arquitectura retro para el Mercedes Clase G
Esta adaptación ha sido menor que en el Range Rover. En la marca inglesa dieron un salto de gigante hace 2 generaciones y crearon un coche moderno. Mercedes sigue sacando petróleo de un chasis de largueros y travesaños y una estética “retro” indudablemente atractiva. Esto lo demuestra que en el año 2017 se vendieron 22.000 unidades del Mercedes Clase G en todo el mundo.
Y es que siguen siendo determinantes algunos detalles típicos como las manillas de las puertas, y ojo, mercedes se ha esforzado en mantener el característico sonido metálico del cierre, el vierteaguas del techo, la posición de la rueda de repuesto en la puerta posterior, los vistosos intermitentes o los sencillos pilotos traseros rectangulares, adaptados ahora al contorno de la carrocería. Todos estos detalles gustan al cliente de este coche. Y se mantienen desde anteriores generaciones.
El Clase G estrena habitáculo con tecnología actual
El habitáculo, en cambio, es fruto de un desarrollo completamente nuevo, y destaca el trabajo llevado a cabo para conseguir mayor espacio con, por ejemplo, 15 centímetros más de espacio longitudinal para las piernas de los pasajeros traseros. Ojo, 15 centímetros en esta cota es una barbaridad y nos alegramos. También ofrece, un mayor volumen en los compartimentos para dejar objetos y un sistema moderno de infoentretenimiento. En opción, podemos elegir visualizadores de 12,3 pulgadas dispuestos detrás de una cubierta común de cristal y generan de ese modo un puesto de conducción “widescreen”.
Por supuesto y con bastante facilidad y libertad, podemos determinar el estilo básico de los indicadores eligiendo entre las tres opciones «Clásico», «Deportivo» y «Progresivo», y seleccionar las informaciones y vistas relevantes para nuestros hábitos al volante.
El Clase G es capaz fuera del asfalto
Pero no es solo estética, el Clase G es un todoterreno puro y, para ello, cuenta con chasis de largueros y travesaños, “a la antigua usanza”, con suspensión trasera por eje rígido (mejorada con una barra Panhard),4x4 permanente con reparto automático y reductora para subir, podríamos decir “escalar”, como un tractor; y detalles interesantes que consiguen despreocupar a su dueño, como las puertas laterales y la puerta posterior están revestidas en el interior con una lámina protectora que evita que pueda penetrar agua en el habitáculo al atravesar cauces de agua.
Las superficies del bastidor, el piso del vehículo y la carrocería reciben un tratamiento especial para asegurar que puedan resistir la acción de factores externos como el agua, la nieve, la corrosiva sal antihielo o la arena. Esto también aumenta el valor del coche, que parte de 120.000€ y que, en el mercado de segunda mano, también mantiene buenas cotizaciones.
El tren delantero ha cambiado el eje rígido por una suspensión independiente. Esto ha hecho que los más puristas se lleven una enorme decepción, pero abre la puerta a un mejor comportamiento en carretera, lo que resulta atractivo para un mayor número de clientes. La rigidez del chasis y la carrocería ha aumentado un 55% y las nuevas suspensiones van sujetas al chasis, procurando robustez. Hemos conducido el coche por zonas “off road” bastante complicadas y hemos detectado más problemas por no poder elevar la carrocería (no puede montar suspensiones neumáticas) que por adherencia o resistencia del tren delantero.
El Mercedes Clase G en carretera
En carretera tenemos un coche rutero, amigo de las largas distancias por autopista. Si lo usamos en carreteras de montaña o nacionales, ningún problema siempre que vayamos a ritmos legales. Mercedes ha hecho un gran trabajo con las suspensiones, pero no se puede pedir “peras al olmo”.
El Clase G tiene un comportamiento particular, muy diferente al de un SUV actual, pero cuenta con toda clase de sistemas de ayuda a la conducción, desde ABS (no desconectable) hasta sistemas inteligentes de asistencia a la conducción o aparcamiento automático gracias, por ejemplo, a la nueva dirección electromecánica.
En su gama de motores no hay opciones híbridas, sino únicamente de gasolina y diésel. Veremos que depara el futuro. Hemos probado la versión diésel más potente, denominada 400d, que tiene un motor de 6 cilindros en línea, 3 litros de cilindrada, turbo de geometría variable, inyección directa e Intercooler. Entrega 330 CV y 700 Nm de par máximo.
Es capaz de acelerar de 0 a 100 en 6,4 segundos y alcanzar 210 km/h. Por otra parte, puede vadear ríos de 70 centímetros de profundidad, pesa 2,5 toneladas y carga 100 litros de gasoil.