Hace algo más de un año os contábamos en Autocasión la llegada del primer eléctrico de Mercedes, el Mercedes-Benz EQC, mientras desgranábamos nuestras primeras impresiones sobre su comportamiento. Ahora le toca el turno a otro modelo que recala como buque insignia en la gama electrificada EQ de la firma alemana y que gana aún más en espacio y en confort. Estamos hablando del nuevo Mercedes EQV, la que podemos definir como versión totalmente eléctrica del monovolumen Clase V. De hecho, comparten prácticamente todo, a excepción por supuesto del sistema de propulsión.
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Cómo es el Mercedes-Benz EQV
Estéticamente solo se diferencia de su hermano en que adopta una parrilla exclusiva y cerrada que mejora en materia de aerodinámica y unas llantas de 17 pulgadas que, de igual forma, permiten una mayor eficiencia. Además, como es lógico, el EQV añade la toma de carga en el extremo izquierdo del paragolpes.
El catálogo ofrece la opción de equipar iluminación *full led* que, sin duda, es lo recomendable. Hemos podido comprobar su funcionamiento en algunos túneles de Madrid y no existe reproche posible. Asimismo, el cliente puede elegir entre varios colores de carrocería (blanco, gris, negro, rojo, azul, etc.), diferentes diseños de llantas y detalles AMG que le dan un toque más deportivo al conjunto.
En el interior, aparte de los nuevos menús y los mandos que hacen referencia al sistema eléctrico, no hay demasiados cambios. Hay un espacio formidable para hasta ocho ocupantes y hace gala de una capacidad en el maletero para más de 1.400 litros. Eso sí, en algunas partes parece que Mercedes ha optado por instalar plásticos más duros y, por tanto, más livianos para ahorrar algo de peso. En cualquier caso, la calidad percibida en todo momento es suprema y digna de una marca premium como Mercedes.
El corazón del Mercedes EQV es eléctrico
Donde realmente se concentran las novedades es en la parte del motor. El bloque de gasóleo del Clase V desaparece para dejar paso a un sistema eléctrico compuesto por un motor de 150 kW de potencia (204 CV) y 362 Nm de par y una enorme batería de 90 kWh de capacidad útil (10 kWh más que la del EQC) que nos permite recorrer, en teoría, unos 350 km con cada recarga.
Su respuesta, a pesar de que el EQV da en la balanza más de 2.600 kg, es muy contundente y las recuperaciones son francamente buenas. Basta con apretar el pedal del acelerador para notar que todo ese par se transmite a las ruedas delanteras al instante. El EQV anuncia una velocidad máxima de 160 km/h y, aunque nunca llegaremos hasta esa cifra (al menos, si no estamos en una Autobahn), sí podemos asegurar que incluso a velocidades altas es un modelo muy silencioso. El ruido de rodadura no penetra de forma incómoda en el habitáculo y el ruido aerodinámico no es mucho mayor que el que sentimos en un EQC. La verdad es que, tanto en ciudad como en viajes, el EQV proporciona un nivel de confort altísimo en este sentido.
Para intervenir en el rendimiento del motor, el conductor puede elegir entre varios modos de conducción: Eco Plus, Eco, Confort y Sport. Además, en cualquier de ellos puede graduar la fuerza de la frenada regenerativa por medio de las levas. En concreto, existen los modos D- -, D-, D y D+ que van de más a menos retención (en el D+ rodamos a vela.) Adicionalmente, existe un modo D Auto que actúa sobre la frenada regenerativa de manera automática en función de varios factores, como la cartografía del terreno que capta la navegación o las señales de tráfico que distingue un sensor delantero.
Mercedes EQV: una oda al confort
Como decimos, una vez que nos ponemos en marcha, la comodidad es el concepto que sobresale entre todos los demás. Lo cierto es que, con respecto a este tema, el EQV es digno descendiente del Clase V. Además, el nivel de confort puede ser aún mayor si el usuario opta por incorporar la suspensión neumática, que es capaz de subir la altura de la carrocería hasta en 3 cm.
Al circular por vías rápidas o circunvalaciones, prácticamente no encontramos diferencias que distingan su conducción de la de un turismo normal. Es muy fácil de manejar y solo hay que tener un poco de cuidado si elevamos la velocidad en una curva rápida o en un tramo en apoyo con juntas de dilatación, porque ahí sí saldrán a la luz los balanceos propios de este tipo de vehíuculos. Para evitar esa situación, con aminorar la marcha es suficiente.
A la hora de maniobrar en ciudad sorprende también lo sencillo que resulta. No encontramos complicaciones ni cuando lo hacemos en calles estrechas o en pleno centro de Madrid. En este caso, son de inestimable ayuda asistentes a la conducción como la cámara de 360º, los sensores de aparcamiento delanteros y traseros o la asistencia de la dirección, que me parece muy correcta en todas las circunstancias.
Me habría gustado poder probar también el EQV en carreteras secundarias para comprobar cómo afecta el peso extra en esos terrenos, pero esta vez no pudo ser (os emplazamos a una futura prueba a fondo para ello.)
Cuánto tardo en cargar el EQV
De todas formas, a la pregunta que muchos os haréis sobre si es factible afrontar un viaje largo con el Mercedes EQV, la respuesta es clara: sí lo es. También lo es hacerlo con otros modelos eléctricos, como los Tesla Model X, Model S y Model 3, el Audi e-tron o el propio Mercedes EQC. Lo único que deberéis tener muy en cuenta es que tendreís que parar cada 250 o 300 km (en función de los consumos) y, en tal caso, tendréis que aseguraros de que existe un punto de carga rápida en perfecto estado que os permita seguir la marcha tras un breve parón.
Los tiempos de recarga van desde los tres cuartos de hora (para obtener el 80% de la batería) en un supercharger de 110 kW de potencia hasta las 12 horas en una Wallbox de 7,4 kW (o el doble en una de 3,7 kW.)
La seguridad y la tecnología también son pilares fundamentales en el EQV. De hecho, encontramos una pantalla central de 10,25 pulgadas con sistema de infoentretenimiento MBUX, navegación integrada, servicios de conectividad, asistente de cambio de carril, control de ángulo muerto, asistente de frenado activo, sistema Presafe y un largo etcétera.
El precio de partida del nuevo EQV es de 79.084 €.