El pasado de Mercedes-Benz ha estado ligado siempre a las berlinas. Desde el SSK hasta la actualidad, la firma de la estrella siempre ha sido considerada un referente en los modelos de tres volúmenes. Ahora, el futuro de la marca de Stuttgart está determinado por la electrificación la misma que se une a ese concepto primigenio de la marca con el EQE que aquí probamos en profundidad.
El EQE es la segunda berlina cero emisiones de la marca tras el EQS del que hereda infinidad de detalles desde el diseño hasta la tecnología. Mide 4,94 metros de largo por 1,93 metros de largo y 1,51 de alto, cotas que se presentan en un envoltorio elegante, con líneas suaves y con un objetivo claro: ser lo más aerodinámico posible. No en vano cifra un Cx de solo 0,22, de los más bajo del sector.
En este sentido, hay un detalle que llama la atención: el capó está completamente sellado pues solo los mecánicos de Mercedes-Benz están autorizados para abrirlo. Por lo tanto, para llenar el líquido del limpiaparabrisas hay que irse al lateral y abrir una pequeña abertura en el paso de rueda izquierdo para verter el líquido.
Del siglo XXII
En el interior, el EQE es un calco del EQS lo que supone que pocas berlinas eléctricas hay tan bien hechas como este modelo, más aún si equipamos esta línea AMG. Pero si hay un aspecto que destaca es sin duda la digitalización gracias a su doble pantalla con tecnología OLED. Tras el volante se encuentra un monitor de 12,3 pulgadas para el cuadro de instrumentos cuya vista se puede configurar al gusto con un sinfín de opciones y vistas mientras que la central es de 12,8 pulgadas y está dispuesta verticalmente.
Este monitor aglutina todas las funciones del vehículo y aunque tiene una buena estructuración de los menús es necesario un periodo de aprendizaje para saber manejarlo bien en marcha y sin distracciones. Para ello tenemos no obstante un avanzado sistema vocal que nos permite interactuar con la máquina para realizar diferentes funciones como subir o bajar la temperatura, cambiar de emisora o navegar a un destino. En este último punto además contamos con la función de realidad aumentada que utilizando las cámaras va superponiendo flechas para saber por dónde ir.
Debajo tenemos esta tira de botones también táctiles para ir directo a algunos menús, entre los que están el de las pantallas eléctricas. Pero hay uno llamativo que es este al estilo de los smartphones y que tiene un lector de huella dactilar para acceder de manera directa a su perfil de conducción. El entorno digital se completa con un Head-up display muy avanzado con un amplísimo número de informaciones y dentro de unos pocos meses estará disponible la gigantesca pantalla MBUX Hyperscreen que sumará un tercer monitor frente al copiloto, como ya hace el EQS.
Como buena berlina casi de representación, además de disponer de unos estupendos asientos delanteros tenemos una zona trasera amplia gracias a 3,12 metros de distancia entre ejes. Así los ocupantes se aseguran un confort excepcional para las rodillas mientras que para la cabeza es algo más limitado dada la caída del techo mientras que por anchura mejor viajarán dos que tres. Como es lógico, tenemos elementos de confort de alta categoría como es el climatizador individual para estos ocupantes. Si nos centramos en el maletero los 430 litros se nos antojan algo pequeños para una berlina de estas dimensiones. Tiene unas formas regulares que son fáciles de aprovechar a lo que suma además un doble fondo bastante práctico para guardar algunos enseres.
Corta el viento
En marcha se nota el savoir faire de Mercedes-Benz en lo que a confort se refiere. Porque este EQE es una auténtica alfombra voladora sobre todo si montas la suspensión neumática AIRMATIC que monta nuestra unidad y que cuesta 2.400 euros o el eje trasero direccional, del que puedes elegir dos configuraciones con un radio de giro hasta de 10 grados en las ruedas traseras, una auténtica pasada. Donde más se nota ese extra de confort es en carretera abierta donde este EQE es maravilloso aunque no le hace demasiados ascos a las carreteras reviradas donde muestra una agilidad bastante alta, pese a no tener una dirección demasiado precisa y a cifrar nada menos que 2,3 toneladas de peso.
Respecto al rendimiento, la versión 350 que tenemos entre manos se sitúa en la mitad de la gama, que está disponible con una de acceso y con otras dos por encima ya firmadas por AMG: En este caso tenemos un motor trasero que declara 292 CV y 565 Nm con los que es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 6,4 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 210 km/h.
Pero como os decíamos con el diseño exterior, una de sus prioridades ha sido ser lo más eficiente posible algo que se nota en un consumo real que ronda, como mucho, los 22 kWh/100 km aunque lo normal es que te muevas en el ámbito de los 19 kWh/100 km. En algunos casos podrás bajar a los 18 kWh pero no será lo normal. Al menos tienes una bomba de calor que no reduce la autonomía si encendemos el clima.
Esto quiere decir que con la batería de 90,6 kWh de capacidad que monta podrás superar los 450 km que, efectivamente, no son los 633 km que homologa pero que no están nada mal. Ojo, porque sí es cierto que si activas el modo Dynamic, pese a no ser un coche de tinte deportivo, verás cómo la autonomía baja porque el consumo sube.
La ventaja, que cuando veas que se te va a agotar la batería podrás cargarla en tomas de 170 kW lo que supone esperar 30 minutos para llegar el 80%. En corriente alterna el cargador embarcado es de 11 kW aunque por 1.400 euros puedes meter el de 22 kW que te será más útil. En marcha, podrás cargarlo gracias a los cuatro niveles de retención de la frenada que se seleccionan mediante las levas situadas tras el volante. Son similares a las que vimos tanto en el EQB como EQA y si las mantienes pulsadas seleccionas el programa Auto.
Por último no quería dejar de hablaros de la seguridad más que nada porque aunque se le presupone un amplísimo elenco de asistentes hay uno que me ha llamado especialmente la atención: el de las luces Digitales que además de tener una mayor potencia de haz nos permiten proyectar imágenes en la carretera y este EQE que tengo entre manos, lo hace porque así lo he comprobado. El segundo sistema es el de cambio asistido de carril que en funcionamiento con el nivel de conducción semiautónoma nos asiste a la hora de cambiar de carril.
En conclusión
Al igual que su hermano mayor, el EQS, el EQE supone un antes y un después en el segmento eléctrico. Si quieres una berlina cuasi de representación con una silueta elegante, un interior amplísimo y tecnología por doquier, este EQE es tu coche. Además la versión 350+ nos permite ya rodar sin tantos agobios a la hora de cubrir kilómetros. Pero no todo iban a ser bonanzas porque como todo coche eléctrico el precio hay que pagarlo de momento a lo que suma su condición de vehículo premium.
Con todo este EQE 350 parte de nada menos que los 78.500 euros que solo son 1.000 euros más que el 300 con 245 CV y ojo, 30.000 euros menos que el primer escalón AMG. Pero no te eches las manos a la cabeza tan pronto por si quieres una unidad como esta que estás viendo va a ser precisamente lo que te tengas que gastar extra, más de 30.000 euros en opciones, ya sabes que la calidad siempre se paga.