Nosotros hemos probado la versión de acceso. ¿Quieres saber qué tiene de diferente frente a las convencionales? No dejes de leer. Cualquiera que sea el segmento de coches en el que pienses, a buen seguro que en él habrá un Mercedes-Benz. Sin embargo, esta máxima no se aplicaba hace un año, ya que la firma de la estrella no tenía representante en el denominado segmento de los crossover familiares. Una categoría que se encargó de crear Subaru con el primer Outback y que más tarde Volvo, con el XC70, y Audi, con el A6 Allroad, se encargaron de afianzar. Años más tarde, la popularización llegó de la mano de modelos como los Volkswagen Passat y Golf Alltrack, el SEAT León X-PERIENCE, el Peugeot 508 RXH, el Opel Insignia Country Tourer o el Skoda Scout, entre otros.
No obstante, el fabricante de Stuttgart, que posee una de las gamas más amplias del mercado, no tenía modelo alguno… hasta el año pasado. Concretamente hasta casi 365 días, porque en el puente de diciembre de 2016 fue cuando tuvo lugar la presentación ante los medios del Clase E All-Terrain, aunque su comercialización se inició a finales del primer trimestre de este año.
Una buena base
La llegada de esta carrocería no fue fruto de la casualidad. Primero, porque todo lo relacionado con el campo está de moda entre los coches (solo hay que ver el fenómeno SUV), y segundo, porque Mercedes-Benz decidió esperar a que la nueva generación del Clase E estuviera completamente asentada en el mercado. Una decisión acertada, porque esta última entrega es la mejor de la historia de la berlina (como bien te contamos en la prueba y videoprueba de hace unos meses), tanto a nivel tecnológico como de confort.
En esencia, el Clase E All-Terrain deriva directamente de la variante familiar Estate a la que ‘tunea’ con los característicos elementos camperos para evitar que el paseo fuera pista sea perjudicial para nuestro envoltorio: protecciones de plástico a lo largo del todo el perímetro de la carrocería, parachoques específicos o una altura libre al suelo 29 milímetros mayor que la de su base para así afrontar terrenos no asfaltados con mayor facilidad.
Vamos al campo
Porque la principal cualidad de este E All-Terrain es su versatilidad. Todo un multiusos que nos permite meter todo lo que nos imaginemos en su descomunal maletero, que varía de los 640 a los 1.820 litros, así como disfrutar de un día en familia fuera de las congestionadas ciudades. Para ello, solo tendremos que echar un ojo en el mapa y confirmar la zona a la que queremos ir. Una vez el asfalto se desvanezca ante nuestras ruedas, la siguiente acción será elegir el programa de conducción denominado All-Terrain. Con él varía la sensibilidad del acelerador y de la caja de cambios, así como el funcionamiento del control de estabilidad y de tracción. Todo enfocado para que obtengamos la máxima motricidad.
Un programa que, además, activa la suspensión neumática Air Body Control (que viene de serie) para subir la carrocería otros 35 mm adicionales y así salvar zonas más complicadas. Solo funciona hasta 35 km/h pero se consigue que la altura libre al suelo llegue a los 15,6 centímetros, un valor que pese a todo se queda corto si lo comparamos con los 18,6 cm de un A6 Allroad o los 21 cm de un Volvo V90 Cross Country. Para que la confianza sea todavía mayor, la eficaz tracción integral 4Matic (también de serie) es capaz de repartir la fuerza entre ambos ejes, labor que realiza a través de un diferencial central, en función de las condiciones. Lo malo, que no equipa unos neumáticos 100% camperos (aunque sí tienen un perfil más ancho) con los que su comportamiento mejoraría significativamente.
Mecánicamente, de las dos opciones diésel disponibles (la gama nos resulta bastante escasa), hemos escogido la de acceso, impulsada por el conocidísimo motor turbo de cuatro cilindros y 2.0 litros de cilindrada, que genera 194 CV y da nombre a la archiconocida versión E 220d. Es un bloque equilibrado pero algo ruidoso, sobre todo en las aceleraciones constantes, que empuja con contundencia al pasar las 1.500 rpm. No es un derroche de rapidez, pero sí de consumo, ya que durante la prueba es factible que el ordenador de a bordo marque los 6,1 l/100 km, siempre y cuando no circulemos por campo, donde el valor quizá suba un poco. Se acopla a su fiel compañera de viaje, la caja automática con convertidor de par, de nueve relaciones 9G-TRONIC, rápida y con transiciones agradables entre marchas.
Carácter rutero
Gracias al selector de modos de conducción Dynamic Select, además del All-Terrain contaremos con otros cuatro: Individual, Sport, Comfort y Eco. Los dos últimos van enfocados a devorar kilómetros, hábitat en la que nuestro protagonista también se desenvuelve con total soltura (de hecho es curiosos pero le gusta más que el campo), mientras que el segundo puedes seleccionarlo si quieres algo de diversión por tramos de montaña. No es que tenga el dinamismo de un Clase A, ya que le cuesta realizar cambios de apoyo, ni siquiera ofrece un peso reducido para ganar agilidad (factura 1.900 kilos), pero gracias a la suspensión neumática, la carrocería ofrece un menor balanceo aumentando la confianza
Otro apartado que no hay que olvidar es el de la seguridad. Como buen Clase E, el All-Terrain hereda todo el elenco de sistemas y dispositivos enfocados a que tanto conductor como pasajeros viajen lo más seguro posible. De los más reseñables, nuestra unidad únicamente equipaba el control activo por cambio de carril y la velocidad de crucero adaptativa, pero no añadía el sistema Drive Pilot que sí pudimos probar a fondo en la berlina. Un amplio equipamiento de seguridad que se une al de entretenimiento y confort.
Tú decides
Llegados a este punto, toca hacer cuentas. Sí, porque los 66.550 euros que cuesta de base el E 220d 4MATIC All-Terrain, suponen un sobrecoste de 5.000 € si lo comparamos con el E 220d 4MATIC, valor que aumenta hasta los 10.125 € si le quitamos la tracción integral. A todo ello hay que sumarle que, como buen Mercedes-Benz la tarifa subirá según vayamos incluyendo los numerosos extras.
Pero la duda se mantiene, ¿compensa entonces adquirirlo? Más allá del dinero que tengas ahorrado en la cuenta, lo que realmente has de tener en cuenta es el uso que le das al coche. Con un Estate ‘normal’ con tracción total sabes que no podrás salir del asfalto, mientras que con este All-Terrain dicha situación será más sencilla. Además, simplemente por el hecho de tener de serie la suspensión neumática resulta ser un punto a su favor, porque en lo que refiere a consumo, capacidades internas y dinámica, no hay apenas diferencia… bueno sí, que como te decimos con el All-Terrain las escapadas serán más frecuentes.
- Ficha Técnica Mercedes-Benz E 220d 4MATIC All-Terrain
Motor: Diesel, cuatro cilindros en línea
Cilindrada: 2.199 cm3
Potencia: 200 CV a 3.800 rpm
Par: 441 Nm entre 1.750-2.750 rpm
Velocidad Máxima: 203 km/h
0-100 km/h: 8,7 seg.
Consumo (urbano/extraurb./mixto): 6,9 / 4,9 / 5,7 l/100 km
Emisiones CO2: 149 gr/km
Dimensiones: 4.780 / 1.890/ 1.690 milímetros
Maletero: 142-605-1.662 litros
Peso: 1.763 kg.
Cambio: Manual de seis velocidades
Depósito: 64 litros
Precio: 34.536 euros
Precio ud. probada: 34.536 euros
