Además, el buen tacto general del coche da rienda suelta a la diversión si queremos pasar un buen rato por carreteras sinuosas y trazados con curvas. En definitiva: consumo reducido sin renunciar a nada. El próximo mes de octubre la última generación del Mazda 2 cumplirá dos años en nuestro mercado y en este corto periodo ha tenido tiempo para posicionarse como una de las referencias en el complicado segmento B, algo nada fácil teniendo en cuenta la gran cantidad de alternativas que existen. Fue el primero en mostrar el nuevo ADN y el estilo que han ido adoptando los nuevos vehículos Mazda, una apuesta de la firma por dar un paso más allá en su conocido espíritu zoom-zoom. Desde entonces, el Mazda 2 se ha convertido en un vehículo con un éxito considerable que, con las mejoras introducidas en la gama 2009, lo hacen aún más atractivo si cabe.
Moderno
El “nuevo” Mazda 2 rompía completamente con su predecesor y su poco exitosa carrocería monovolumen y, bajo el lema "pon tu mundo en forma" y la llamada estrategia del gramo (se buscó reducir el peso a conciencia), se presentaba al gran público como un vehículo completamente distinto, compacto, ligero y divertido.
Conocido ya prácticamente por todos, de su aspecto exterior hay que destacar el pack deportivo que llevaba nuestra unidad de pruebas, únicamente disponible en combinación con el acabado Sportive. En este paquete llaman la atención sobre todo las llantas de diseño de 16”, los faldones laterales y el spoiler trasero. Sin duda, le dan una apariencia más agresiva, enfatizan su atlética silueta y le otorgan al conjunto una imagen más poderosa. En general hemos podido comprobar que el Mazda 2 gusta y mucho al público en general y se lleva la palma con el target al que va dirigido, cómo no, la gente joven.
Pequeños cambios por dentro
Si por fuera las modificaciones más evidentes en esta gama 2009 las encontramos en el mencionado paquete deportivo que ha sido puesto al día, por dentro los cambios introducidos vienen de la mano de ligeros retoques. Encontramos nuevos detalles plateados en el interior que buscan ofrecer una sensación de calidad superior. Con nuestro acabado, el panel central está terminado ahora en negro brillante, se ha llevado a cabo un pequeño restyling en los indicadores y el guarnecido de las puertas se ha realizado en material textil.
Del resto que permanece inalterado ya se ha hablado largo y tendido. La consola central es típica de Mazda (con los tres mandos redondos para manejar la climatización), el ajuste de todas las piezas es correcto aunque resulta poco vistoso, la ergonomía está conseguida y todos los botones quedan muy a mano. La información que ofrece el cuadro de mandos es adecuada pero se echa en falta el termómetro del agua que ha sido sustituido por un indicador. Al arrancar permanece iluminado en color azul hasta que el motor va cogiendo temperatura, momento en el que se apaga. En el caso de que dicha temperatura fuera excesiva se volvería a iluminar, pero en este caso en color rojo.
Habitáculo y maletero
En este apartado coincido plenamente con lo que mis compañeros han publicado en otras pruebas de AutoScout24 sobre este vehículo (más…). El puesto de conducción es cómodo aunque su talón de Aquiles es el volante, el cual carece de regulación en profundidad. Los asientos son anchos y proporcionan una sujeción más que correcta, con un agarre lateral destacable. Por su parte, la buena visibilidad es sin duda otro de los puntos fuertes de nuestro protagonista. Abundan los huecos portaobjetos pero la mayoría son pequeños y no presentan ningún recubrimiento. Un aspecto curioso es que la guantera está dividida en dos compartimentos, uno de los cuales queda al descubierto.
Respecto al espacio, dos adultos de más de 1’80 m pueden viajar con total comodidad en los asientos delanteros, sin preocuparse de que su cabeza roce con el techo. Aunque por las dimensiones exteriores del Mazda 2 podamos pensar lo contrario, en las plazas traseras podemos disfrutar de una amplitud más que correcta. Pese a que en ellas la altura es simplemente suficiente, no tendremos la sensación de ir un tanto “encajonados” como sucede con algunos de los automóviles de su segmento. Puede que para ganar en la parte trasera se haya descuidado un poco la capacidad del maletero, de tan sólo 250 l de volumen, escaso si lo comparamos con otros de su tamaño. Si abatimos los asientos posteriores esta cifra aumenta hasta los 787 l, pero debemos decir que no queda una superficie de carga completamente plana.
Motor y consumo
Como decíamos al inicio, la versión que estamos analizando constituye la principal novedad este año del Mazda 2. Desde hace unos meses, este motor 1.6 CRTD se ofrece como la alternativa de gasóleo más potente, por encima del 1.4 CRTD de 68 CV que era la única opción disponible en este apartado hasta su llegada. Su inclusión en el abanico de motorizaciones posibles es todo un acierto y ya se está convirtiendo en la elección más demandada por la mayoría de los nuevos compradores del modelo japonés.
Esta mecánica está constituida por el conocido bloque 1.6 con 4 cilindros en línea de origen PSA (Peugeot/Citroën) - Ford, que en esta variante rinde 90 CV. Es la misma que montan, por citar algunos, otros modelos como el Fiesta (más...) o el Peugeot 207. También la encontramos en el Citroën C4, o el propio Mazda 3 (más...), aunque en estos casos con una potencia de 109 CV. Con ella, el Mazda 2 realiza la maniobra del 0 a 100 en 11,4 segundos y alcanza una velocidad máxima de 173 Km/h. Como es lógico, logra unas prestaciones claramente mejores que las del 1.4 CRTD (fabricado también por PSA-Ford), algo que no sería destacable si no fuera porque a pesar de tener 22 CV más, declara un consumo medio tan sólo 0,1 l/100 km superior, 4,2 frente a 4,1 litros.
En la práctica nos ha sido muy difícil bajar de los cinco litros, pero aún así es un consumo realmente bajo, de los mejores entre sus competidores directos, en comparación con la aceleración y la respuesta que ofrece en el Mazda 2. En autovía, practicando una conducción eficiente en un recorrido de unos 200 kilómetros a una velocidad constante (aproximadamente 120 Km/h), la media que marcó el ordenador de abordo fue de 4,8. En conducción deportiva por una de las sinuosas carreteras de la sierra norte de Madrid (concretamente por el puerto de Canencia), aprovechando la máxima capacidad de aceleración y apurando a fondo las marchas, en ningún caso superó los 6,3 litros. Nada que objetar tampoco en trayectos urbanos, donde gastó cerca de 5,6 l de media. Comentarles por último que esta motorización tiene unas emisiones de C02 de 112 gr/km, por lo que el vehículo está exento del impuesto de matriculación.
Comportamiento
Ya tendrán también multitud de referencias sobre el comportamiento dinámico de este automóvil, así que nos centraremos en lo que realmente es novedoso, es decir, cómo responde esta mecánica en el Mazda 2. Sin duda, para muchos el motor 1.4 CRTD de 68 CV se quedaba algo “corto” para un uso fuera de ciudad. Sin esperar una marcada contundencia o unas recuperaciones veloces (no olviden que hablamos de sólo 90 CV), es una sensación que no tendremos con el 1.6 CRTD.
En general, resulta agradable en cualquier condición porque da una respuesta relativamente enérgica en un amplio margen de revoluciones. Es perezoso por debajo de las 1.500 vueltas pero pese a ello no es un automóvil que salga mal desde parado. Cuando supera este régimen empuja con cierta fuerza hasta que la aguja se sitúa cerca de las 4.200 rpm. El mayor inconveniente es que resulta algo hosco y puede llegar a ser bastante ruidoso en la zona alta del tacómetro. La peculiar situación del cambio hace muy cómoda la transición entre marchas gracias a que la palanca es corta y queda muy cerca del brazo derecho. El mayor “salto” lo encontramos de 2ª a 3ª, donde podemos percibir cierto vacío si estamos practicando una conducción rápida y buscamos continuar con la máxima aceleración al pasar a una velocidad superior.
Simplificando, ahora tenemos suficiente para realizar viajes largos por vías rápidas y más que de sobra para la ciudad, todo ello con consumo un tremendamente contenido. Por lo demás, el tacto general del Mazda 2 sigue siendo igual de bueno. La suspensión de esta versión Sportive es más dura que la del resto del versiones y, sin sacrificar el confort, actúa en beneficio de un paso por curva más eficaz. La dirección es blanda, seguramente pensada para una mayor maniobrabilidad en ciudad. En conducción por carretera y a ritmos altos da la sensación de que ofrece demasiada asistencia, sin embargo resulta rápida y precisa. Sin duda, el aspecto más criticable de este vehículo radica en que todas las versiones cuentan con frenos de tambor en la parte trasera, algo poco habitual en un automóvil de sus características en los tiempos que corren.
Un precio algo elevado
Si atendemos a la competencia, el utilitario japonés no es de los más económicos del mercado. El Mazda 2 más barato con carrocería de cinco puertas, esto es, con el motor de gasolina 1.3 de 75 y el acabado Active (única posibilidad con esta mecánica), tiene un coste de 12.200 € y sorprendentemente carece de elementos como el control de estabilidad de serie. Los equipamientos Active+ y Sportive, opciones para el resto de motorizaciones de la gama, ya lo incluyen (aunque el precio final aumenta de forma considerable).
Datos técnicos
Marca y modelo | Mazda 2 | |
---|---|---|
Acabado | Sportive 1.6 CRTD | |
Especificaciones | ||
Longitud/anchura/altura (mm) | 3.895 / 1.695 / 1.475 | |
Distancia entre ejes (mm) | 2.490 | |
Diámetro de giro (m) | 9,8 | |
Peso (kg) | 1.105 | |
Volumen del maletero (l) | 250 / 787 | |
Neumáticos | 195/45 R16 | |
Motor | ||
Cilindrada (cc) | 1.560 | |
Potencia (cv) | 90 | |
Par máximo (Nm/rpm) | 205 / 2000 | |
Tracción | Delantera | |
Transmisión | Manual 5 velocidades | |
Consumo | ||
Combustible | Gasolina | |
Urbano/Carretera/Combinado (l/100km) | 5,1 / 3,7 / 4,2 | |
Emisiones CO2 (gr/km) | 112 | |
Consumo durante test (l/100km) | 5 | |
Características | ||
Aceleración 0-100 km/h (s) | 11,4 | |
Recuperación 80-100 km/h (s) en 4ª | N.D. | |
Capacidad depósito (l) | 43 | |
Velocidad máxima | 173 | |
Precio (sin extras) | ||
Euros | 16.650 | |
Equipamiento extra | Pintura metalizada (330 €), navegador Pioneer (1.064 €), alarma antirrobo (187 €) | |
Más datosMenos datos |
Así, nuestra unidad de pruebas, que corresponde a la combinación más costosa (motor 1.6 CRTD con acabado Sportive), asciende a 16.650 €. Caro, sí, aunque pagando este precio ya tenemos un equipamiento de serie muy completo que incluye, entre otros elementos, ABS + EBD, control de tracción, airbags frontales, laterales y de cortina, elevalunas eléctricos, volante multifunción, retrovisores eléctricos, climatizador automático o una entrada de audio auxiliar para conectar un dispositivo MP3. Por último, comentar otro de los pequeños peros del Mazda2, y es que algunos echarán en falta los faros de xenón y el programador de velocidad.
Conclusión
En definitiva, sin duda, el precio es el mayor inconveniente de un automóvil que debería colocar en los primeros puestos de su lista si baraja hacerse con un vehículo de este tipo. Aunque ya estaba considerado como una de las alternativas más suculentas y recomendables que existen en el mercado, con la llegada del motor diésel 1.6 CRTD de 90 CV y su excelente relación entre prestaciones y consumo, se pone la guinda a un pastel ya de por sí sobradamente apetitoso.