Durante la crisis de hace algo más de una década, los modelos Premium fueron los únicos que mantuvieron saneadas sus ventas. Quizá por ello Lexus se arriesgó a ampliar sus aspiraciones SUV con el segundo modelo de estas características: el NX. Un todocamino medio que entraba directamente en la lucha de un segmento gobernado por la terna alemana formada por el Audi Q5, el BMW X3 y el Mercedes-Benz GLC. Lo hacía con un producto diferente en diseño y sorprendente en lo que a mecánica se refiere pues únicamente podía escogerse con un motor híbrido autorrecargable.
En este tiempo, la firma de lujo japonesa perteneciente a Toyota ha conseguido vender nada menos que un millón de unidades en todo el mundo de las cuales 175.000 han ido a parar al continente europeo lo que implica el 30% de las ventas totales de la marca en dicho continente, dando buena cuenta de la importancia que tiene el vehículo.
Aspecto continuista
Si bien ya analizamos todas sus novedades en la toma de contacto que realizamos hace algunos meses, vamos a destacar algunos elementos que llaman la atención tanto del exterior como del interior. El primero, su línea continuista que ha sido mejorada con un frontal más afilado, la inclusión de la tecnología LED matricial en las ópticas delanteras y la nueva tira que conecta los grupos ópticos traseros. A destacar también la posibilidad de equipar llantas hasta de 20 pulgadas que le dan más empaque al conjunto. Tanto es así que parece un coche más grande cuando en realidad solo ha crecido 2 cm a lo largo (4,66 m) Por último, comentar la apertura eléctrica de los tiradores, una sensación extraña pues el propio tirador se queda inmóvil y simplemente hay que pulsar por dentro.
Elemento que tiene su continuidad en el interior donde también han desaparecido los tiradores y se han sustituido por unos pulsadores. De hecho este sistema se emplea en consonancia con el sistema de apertura segura y el detector de ángulo muerto, bloqueando la misma cuando detecta un coche circulando por nuestro lado. Un interior que sí propone una revolución mayor que la externa. Sobresale principalmente el nuevo monitor de 14 pulgadas táctil que jubila de una vez por todas el engorroso mouspad de Lexus. Tiene un sistema multimedia mucho más intuitivo y rápido, sumando además un asistente vocal que responde al comando de “hey Lexus” y que nos permite interactuar con un lenguaje más natural.
Destaca también la calidad y presencia del conjunto, con materiales de primera calidad y un aspecto tan llamativo como el de nuestra unidad, tapizado en rojo y negro de alto contraste. En lo que a espacio se refiere, los 3 cm de más que ha ganado en su batalla (2,69 m) dan como resultado un interior más habitable en el que los ocupantes traseros irán especialmente holgados para las rodillas y para el techo. El maletero también ha crecido llegando ahora a unos excelentes 545 litros, capacidad que, por cierto, también se mantiene en el NX híbrido enchufable.
Prueba del NX 350h
Sí, porque esta es una de las grandes novedades de la gama, la inclusión de una versión phev denominada NX 450h+ que luce el sello CERO y que proporciona una mayor diversidad de elección a sus clientes. Desde la marca confían en que sea la que más ventas capitalice puesto que la diferencia de precio a igualdad de equipamiento es de algo menos de 7.000 euros. Pero el NX nació como híbrido y eso es lo que hemos probado nosotros, el híbrido, bautizado como 350h.
Bajo el capó se combina un motor de gasolina atmosférico de ciclo Atkinson con 2,5 litros de cilindrada que entrega 190 CV y 239 Nm de par junto con otro eléctrico de 182 CV y 270 Nm, una caja de cambios de tipo eCVT mucho más refinada y una batería de iones de litio de escasa capacidad. El resultado es un coche con un rendimiento conjunto de 244 CV que ofrece un empuje bastante contundente cuando los dos sistemas funcionan al unísono sumado a un consumo de combustible bastante exiguo.
De hecho es relativamente sencillo moverse en las cifras homologadas por la marca (5,7 l/100 km) sobre todo si hacemos un uso intensivo del entorno urbano, pues con ello nos hemos movido en casi 6 l/100 km. A poco que salgas a carretera o empieces a utilizar el programa Sport, el gasto subirá hasta rozar los 7 litros pero en realidad si conduces de manera sosegada, es que veas valores de 6,5 l/100 km. Para ello, el NX 350h cuenta con varios programas de uso que cambian los parámetros del coche para hacerlo más eficiente (ECO) o más reactivo (Sport), sumando el equilibrado (Normal) y el 100% eléctrico (EV).
Donde sí ha mejorado el NX es en comportamiento. La plataforma GA-K sobre la que se sostiene le aporta mucha más rigidez y, sobre todo, ligereza. Tiene un tacto más estable y más aplomado unido a un centro de gravedad más bajo que le dota de más aplomo en el paso por curva. Pero como buen Lexus este NX 350h destaca por una calidad de rodadura superior a la de muchos de sus rivales. Parece más un eléctrico que un coche de combustión y eso se debe a que el motor eléctrico siempre está muy presente consiguiendo además rebajar el consumo. Quizá el punto más negativo sea el funcionamiento del cambio CVT que pese a ser más refinado que antes, mantiene esa discordancia entre el empuje y el sonido que emite al subirlo de vueltas.
En definitiva
La llegada de esta segunda generación no solo confirma el buen momento que pasa la firma nipona sino que incrementa notablemente su eficiencia. Y no lo decimos únicamente por la versión phev sino porque está híbrida ha evolucionado de tal manera que resulta muy complicado encontrar un todocamino medio que tenga una mejor relación consumo-potencia. Si a eso le sumamos la calidad innata de Lexus unida a una ergonomía interna mucho mejor, el coctel no puede ser más ‘sabroso’.
En cuanto al equipamiento de serie de la versión Luxury, apenas hay fisuras hasta el punto de que el único opcional es la pintura metalizada que cuesta 1.250 euros. El resto: las llantas de 20 pulgadas, el interior en cuero bicolor, la pantalla de 14 pulgadas, los faros multiLED, los asientos eléctricos, calefactables y ventilados, el techo solar, el portón eléctrico, todo el elenco de asistentes Lexus Safety Sense+, la cámara de visión 360…, viene todo de serie. Eso sí, optar por este nivel supone además tener asociada la tracción total 4WD que en marcha no aporta nada más que el mayor agarre en situaciones baja adherencia desembolsando por todo el conjunto 72.300 euros cuando la gama parte de los 51.300 euros del acabado Business, pensado para empresas, o de los 59.700 euros del Executive con tracción 2WD.
