Concretamente, estamos probando el Lexus LC 500 Cabrio, un coche que rivaliza con lo más selecto de cada fabricante, ahora veremos los más cercanos. También puedes disfrutar de nuestro vídeo en el que, entre otras cosas, sobrepasamos su capacidad de tracción.
Como es el Lexus LC 500 Cabrio
Este coche deriva de su hermano, el Lexus LC 500h que solo se vende con sistema de propulsión híbrido. Al ser descapotable, han tenido que modificar muchos elementos de su estructura y no les ha quedado espacio para meter el sistema híbrido. De esta manera, el Lexus LC 500 Cabrio está animado únicamente por un motor de gasolina. Luego hablaremos de él.
Mide 4,8 m de largo, nada menos que 1,9 m de ancho y solo 1,35 m de alto y, con un gran vano motor, tiene el motor colocado en posición delantera longitudinal. Además, la distancia entre ejes es de 2,9 metros lo que deja buen espacio para el habitáculo, tanto es así que está configurado para 2+2 plazas. Esto quiere decir que, en teoría, pueden viajar 4 pasajeros. En la práctica, las plazas traseras son bastante pequeñas, pero es buena noticia que estén ahí porque, al menos para trayectos cortos y “amoldándonos” todos un poco, podemos viajar 4 personas. Pero tened en cuenta que no es un 4 plazas, como puede ser un Mercedes Clase E Cabrio.
Detrás del habitáculo, un maletero de 150 litros de capacidad. No es gran cosa, un Mazda MX-5 de 4 metros de largo tiene 130 litros, pero si usamos bolsas de deporte en lugar de maletas rígidas podemos aprovechar mejor el espacio.
Y, entre el habitáculo y el maletero, se sitúa la capota de lona. Se guarda y despliega de manera completamente eléctrica, con solo pulsar un botón y, además, incluso si viajamos a menos de 50 km/h. Está fabricada con materiales de alta calidad y cuatro capas de tela y elementos aislantes. En el vídeo podéis ver cómo funciona.
Como es el motor del Lexus LC 500 Cabrio
Como decíamos antes, este coche no puede montar un sistema híbrido. La razón es que, Lexus, no ha visto la manera de encajarlo junto con el techo descapotable y las 2+2 plazas que tiene en su habitáculo. Así que, ni cortos ni perezosos, han cogido el V8 de la casa y se lo han instalado. Esto nos da una idea de que el mercado americano es su principal foco de atención. Es una suerte que lo hayan traído también a Europa.
Concretamente, es un V8 fabricado completamente en aluminio (bloque y culata). Con 4.969 cc de cilindrada, aspiración atmosférica, inyección directa, doble árbol de levas y 4 válvulas por cilindro, entrega 477 CV a 7.100 rpm y 540 Nm de par máximo a 4.800 rpm.
Se une con una exquisita caja de cambios automática por convertidor de par de 10 marchas. No es de doble embrague, pero cuadra perfectamente con las cotas de confort que ofrece este coche. Y hemos de reseñar y repetir que sí, tiene 10 marchas, no nos hemos equivocado al escribir. Es impresionante ver como cambia de marcha con total suavidad y como rodamos en 4ª o 5ª en lugares donde con otros coches vamos en 2ª o 3ª.
Como es conducir el Lexus LC 500 Cabrio
Lexus ha querido hacer el “descapotable más bello del mundo”, según sus palabras textuales y, bueno, de cada uno dependerá darles o no la razón. Lo que es innegable es que su aspecto es imponente e impactante, con una silueta afilada, muy baja altura, morro agresivo y cromado, como una boca de un tiburón y unas líneas rectas y agresivas y, al final, el coche es muy llamativo.
Pero en su interior todo es agradable y fácil. Tiene una ergonomía casi de berlina de representación y podréis hacer kilómetros con comodidad. Sorprende que un coche tan bajo pueda ser tan cómodo.
El motor responde desde muy bajas vueltas y tenemos respuesta y fuerza todo el tiempo.... siempre que hagamos una conducción tranquila. Si queremos exprimirlo al máximo, tendremos que jugar y trabajar con, más o menos, las últimas 2.000 revoluciones por minuto. Es decir, la respuesta más deportiva está entre las 5.000 y las 7.000 revoluciones. Esto gustará a los más “volantistas”, pero el coche no tiene una gran aceleración< porque la respuesta le llega muy arriba y, ni siquiera con 10 marchas, consigue bajar de los 5 segundos en el 0 a 100 km/h.
Aparte, los consumos del Lexus LC rondan los 12 litros de media cada 100 kilómetros en una conducción “normal”.
Entre curvas, pensad en un coche rápido y ágil, pero no ratonero y ni especialmente deportivo al límite. Es más amigo de autopistas y carreteras de curvas rápidas que de puertos de montaña.
Para finalizar, podemos situar al Lexus LC 500 Cabrio, con las características que hemos descrito, entre “púgiles” de la talla del Porsche 911 o el Audi R8 o AMG GT Roadster (si buscas muchísima más deportividad) como rivales más directos.
