Hacía tiempo que un híbrido no conseguía emocionarme tanto y tras la semana de prueba no me tiembla el pulso al afirmar que el Lexus ES300h es, probablemente, el mejor híbrido del mercado. Eso sí, un híbrido poco accesible para el gran público pues la berlina japonesa parte de los 45.000 €, tarifa que en el caso de nuestra unidad, correspondiente al acabado Luxury, asciende a los 65.800 €.
Viejo nuevo conocido
Para muchos, el ES es un completo desconocido, sin embargo, la berlina media es todo un referente en el mercado norteamericano, donde lleva vigente más de siete generaciones, en las que ha conseguido vender casi 2,5 millones de unidades, que se dice pronto. Un modelo que ha aterrizado por fin Europa para convertirse en el sucesor del exitoso GS. Un golpe de efecto por parte de la marca con el fin de competir, definitivamente, contra los modelos europeos capitaneados por la terna alemana Audi A6, BMW Serie 5 o Mercedes-Benz Clase E y en la que se cuela discretamente el Volvo S90.
Una séptima entrega (la primera para nuestro mercado) de una berlina con aires presidencialistas, así lo demuestran sus 4,98 metros de largo, que sube varios puntos el nivel tanto de calidad como de sofisticación y en la que mucho tiene que decir la inédita plataforma del Grupo Toyota GA-K que aporta una excelente rigidez a la carrocería y proporciona libertad en el diseño.
Una silueta que llega con el sello típico de la compañía y en el que sobresale, principalmente, un frontal en forma de flecha que consigue girar más de un cuello a su paso y que queda diluida por la obligatoriedad de la matrícula. La parte trasera tiene un aspecto claro y nítido, con luces LED que envuelven los paneles traseros generando una elegante línea continua desde cualquier ángulo.
Referente de calidad
Pero lo que realmente nos cautiva es su habitáculo. El equipo de diseño de Lexus ha invertido buena parte de los esfuerzos en ofrecer una atmósfera acorde al status que se le presupone. Más allá del cuero y los materiales nobles repartidos a lo largo de todo el puesto de conducción, sobresale el exquisito nivel de terminación.
Independientemente del ocupante que sea uno, el confort será su prioridad. Los delanteros se acomodan en butacas anchas y con un mullido más que notable, mientras que los traseros gozarán del suficiente espacio para eliminar la preocupación en sus desplazamientos. Únicamente el que decida ocupar la plaza central notará cierta molestia, justificada por un túnel central demasiado voluminoso y por un respaldo que oculta una pequeña consola central, al estilo de las berlinas de representación.
Y hablando de consolas, dado que la pantalla central delantera de 12,3 pulgadas carece de función táctil, la única manera de manejarla es a través del touchpad táctil situado en el túnel. Un sistema que necesita su fase de adaptación pero que incluso con esas, su superficie táctil requiere una total y absoluta precisión en los movimientos para no acabar en otra pestaña.
Para finalizar con los detalles, alabar la imagen y disposición del cuadro de instrumentos, pues pese a ofrecer una pantalla algo reducida, su funcionamiento es intuitivo. Tampoco puede faltar el sistema de sonido Mark Levinson Premium Surround con 17 altavoces que convierten el habitáculo del ES 300h en toda una sala de conciertos. Por último, los 454 litros del maletero no le sitúan como el referente en espacio (la mayoría le saca 80 litros más), pero sí ofrece unas formas regulares y una boca de carga ancha y situada cerca del suelo.
Silencio, se rueda
Al margen de este detalle, todo en el ES 300h agrada, incluyendo su rodar. Como buen híbrido de Lexus, el confort de marcha se ha elevado hasta cotas muy altas ofreciendo así una calidad de rodadura de auténtica limusina. Parte de culpa la tienen tanto un habitáculo bien insonorizado como un sistema híbrido extremadamente silencioso.
Únicamente cuando tengamos que un uso más exhaustivo y exclusivo del bloque de gasolina notaremos algo de sonoridad, pero como siempre ocurre esta vendrá más dada por la propia transmisión CVT que por el bloque en cuestión. Propulsor que ahora es completamente nuevo, pese a que ofrece una arquitectura y un cubicaje conocidos en la marca, cuatro cilindros y 2.5 litros con aspiración atmosférica y ciclo Otto.
Genera 178 CV y 221 Nm de par máximo, suficientes para mover los casi cinco metros y 1.700 kilos de berlina pero con unos registros de consumo algo elevados. De ahí que la combinación con un módulo eléctrico de 120 CV y 202 Nm se convierta en algo vital, no solo para ganar en empuje, la potencia máxima aumenta hasta los 218 CV, sino también para conseguir esa calidad de rodadura antes mencionada y, claro está, para ajustar un consumo medio que durante la prueba no superó en ningún momento los 6,3 l/100 km.
A destacar la perfecta integración de ambos sistemas así como el funcionamiento de los diferentes modos. Tal es así que pese a ofrecer un modo de conducción 100% eléctrico, el sistema es capaz de gestionar de forma tan acertada nuestras preferencias, logrando una cifra muy ajustada de consumo.
La pena, que la transmisión CVT pese a haber evolucionado siga ofreciendo un tacto artificial y desvirtuado en muchas ocasiones a nuestras exigencias, sobre todo si nos da por realizar una conducción más dinámica, a activar mediante el ‘cuerno’ situado a la derecha del cuadro de instrumentos y elegir bien el programa Sport o Sport+. Punto este en el que tampoco saldremos muy satisfechos tal y como reflejan unas prestaciones tirando a correctas: 8,9 segundos para realizar el 0 a 100 km/h y 180 km/h de punta.
No obstante, para no acabar con un mal sabor de boca, la realidad es que quien opte por este ES 300h ha de saber que sus pretensiones van totalmente enfocadas al confort. Los nuevos amortiguadores, de dureza variable en los acabados más altos como el nuestro, filtran a la perfección cualquier irregularidad de la carretera y contribuyen a transmitir una altísima sensación de estabilidad, muy cerca de los mejores de su categoría. Únicamente un tacto demasiado esponjoso del freno (un mal endémico de todos los híbridos dada la frenada regenerativa que poseen) rebaja ligeramente el punto de confianza.
En resumidas cuentas
Para tratarse de una berlina novel en nuestro mercado, lo cierto es que Lexus ha sabido entrar con buen pie. La experiencia al otro lado del charco quizá sea determinante pero la realidad es que este ES 300h ha superado con creces las altas estimaciones del Lexus GS que se vendía hasta ahora.
Cierto es que la cuantía de nuestra unidad es accesible para unos pocos, pero también es cierto que los 45.000 € en los que arranca su gama no viene desprovistos de equipamiento, pues la berlina nipona ofrece una amplia dotación tanto de confort, como entretenimiento y seguridad, a la que suma la ya casi necesaria etiqueta ECO de la DGT.
Ficha Técnica Lexus ES 300h Luxury
Motor: Gasolina, cuatro cilindros en línea, atmosférico
Cilindrada: 2.487 cm3
Potencia: 178 CV a 5.700 rpm
Par: 221 Nm entre 3.600-5.200 rpm
Motor: Eléctrico, síncrono de imanes permanentes
Potencia: 120 CV
Par: 202 Nm
Sistema: Sistema híbrido gasolina-eléctrico
Potencia total: 218 CV
Velocidad Máxima: 180 km/h
0-100 km/h: 8,9 seg
Consumo combinado (WLTP): 5,6 100 km
Consumo combinado (prueba): 6,3 100 km
Emisiones CO2: 103 gr/km
Dimensiones: 4.975 / 1.865/ 1.445 milímetros
Maletero: 454 litros
Peso: 1.680 kg
Cambio: Automática de tipo variador continuo, CVT
Depósito: 50 litros
Precio: 65.800 euros