Land Rover es uno de los fabricantes que acostumbra a actualizar su gama por completo cada año, introduciendo cambios –generalmente de poca relevancia– en sus modelos para justificar la nomenclatura "Model Year..." junto al nombre de cada modelo. Pero en el caso del Range Rover Sport, las unidades distinguidas con el apellido MY2012 indican que estas incorporan la nueva versión del motor 3.0 SDV6, que rinde 256 CV, la caja de cambios ZF de ocho relaciones y, eso sí, algunas matizaciones estéticas y una lista de opciones más amplia que la de su predecesor.
¿Más potencia?
El aumento de la potencia del motor turbodiésel de seis cilindros en V no arroja en la práctica una sustancial diferencia en el comportamiento del vehículo. De hecho, la cifra de par –600 Nm a 2.000 rpm– se mantiene invariable respecto a la entrega de 2011. Sin embargo, sí que se ha conseguido un descenso en los consumos y las emisiones de CO2, que se han reducido de 243 a 230 g/km.
No se han introducido grandes novedades tecnológicas en este motor, y sigue empleando los dos turbocompresores que actúan secuencialmente. Primero uno de geometría variable, cuando el motor trabaja a bajo régimen y, luego, otro de menor tamaño cuando el propulsor sube de vueltas y los gases pasan de uno a otro a través de un bypass que los comunica. Con este sistema se evitan las pérdidas por bombeo y el aumento de los consumos que se dan cuando los turbocompresores están dispuestos en serie. Para reducir, aún más, las emisiones, el sistema se completa con el filtro de partículas y la válvula EGR.
En su respuesta, este motor muestra un magnífico rendimiento y una notable elasticidad, manteniendo las mismas cualidades que ya pudimos apreciar en nuestra anterior prueba del número 136 de TodoTerreno. De hecho, si tuviéramos un Range Sport 2011 y otro 2012, sería muy difícil distinguir cuál lleva cada motor; tan solo podría saberse por el cambio, cuya renovación sí ha sido radical.
Cambia la transmisión
Land Rover abandonó el tradicional de seis relaciones e incorporó la caja ZF 8-HP70 que ya montó el Range en 2010. Esta caja inlcuye el selector circular, que sustituye a la palanca del antiguo Comandshift, y levas en el volante.
El mayor número de marchas permite que los saltos sean más pequeños, por lo que las transiciones son más suaves, a lo que ayuda también un software que permite realizar los cambios de marcha en 200 milisegundos, lo cual produce una sensación similar a la de un cambio de doble embrague. Este cambio también ayuda a reducir los consumos, puesto que permite circular por vías rápidas con marchas más largas.
Además de gestionar la fuerza generada por el motor, esta caja de cambios es capaz de reducir de marcha cuando detecta temperaturas elevadas para aumentar el régimen de giro del motor y, por consiguiente, el del compresor del aire acondicionado; también es capaz de aumentar el régimen de giro del motor cuando al temperatura ambiente es baja, para reducir el tiempo de calentamiento y las emisiones.
La caja de cambios de ZF también dispone de un programa de detección del estilo de conducción que evalúa las reacciones del conductor –frenadas, velocidad en curva, etc.– y adapta su funcionamiento a estos parámetros.
Muy preparado
Las enormes posibilidades que ofrece el conjunto motor-transmisión se ven complementadas con el sistema de suspensión dinámica adaptativa, capaz de recalcular hasta 500 veces por segundo la situación para adaptar la dureza de los amortiguadores y hasta la altura de la carrocería. Toda esta dotación se complementa con el Terrain
Response –ayudado de bloqueo de diferencial y el control de tracción– para hacer del Range Sport una máquina casi definitiva en campo, siempre y cuando encontremos un neumático más adaptado al off-road que el que monta de serie.
RANGE ROVER SPORT SDV6
- Motor Diésel, 6 cilindros en V
- Distribución 4 válvulas por cilindro. DOHC
- Cilindrada 2.993 cm3 (84x90 mm)
- Compresión 16,1:1
- Potencia máx. 256 CV (188 kW) a 4.000 rpm
- Par máximo 600 Nm (61,2kgm) a 2.000 rpm
- Tracción Total permanente con bloqueo de diferencial central y trasero y reductora. Controles de tracción y estabilidad
- Cambio Automática, 8 velocidades
- Embrague Convertidor de par
- Long./anch./alt. 4.783/2.004/1.784 mm
- Batalla 2.745 mm
- Peso 2.535 kg
- Depósito 84 litros
- Maletero 958-2.013 litros
- Velocidad máx. 200 km/h
- 0 a 100 km/h 8,9 seg.
- Consumo 8,1/8,8/9,8 l/100 km
- Autonomía 954 kilómetros
- Emisiones CO2 230 g/km
Fíjate en que, a pesar de los 10 CV más declarados, las prestaciones oficiales son idénticas a las del anterior SDV6. Las diferencias hay que buscarlas en los consumos, que en ciclo combinado pasan de 9,2 a 8,8 l/100 km y, sobre todo en ciudad, donde se reducen de 11,2 a 9,8 l/100 km.
El renovado SDV6 demostró en el banco de Demac tener un rendimiento absolutamente idéntico al anterior –de reflejar ambas curvas habrían quedado superpuestas– que anunciaba 10 CV menos. En ambos se percibe el ligero bache en torno a las 2.500 rpm –producto de la entrada en acción del segundo turbo– y que , en la práctica, no se percibe en el funcionamiento normal del motor. Cabe pensar, por tanto, que el trabajo de los ingenieros de Land Rover con esta mecánica ha estado encaminado a reducir los consumos más que a aumentar rendimientos.
Conclusión
Si puedes asumir el coste del vehículo, el Range Sport es un todoterreno ideal para viajar y, además, te permitirá disfrutar al máximo de la práctica del off-road, siempre y cuando instales unos neumáticos apropiados.