Probamos la versión más cara y potente del Range Rover Evoque: SD4 190 4WD Lo de Land Rover y su 'filial' de modelos de lujo Range Rover con el lanzamiento del Evoque tiene mucho mérito... y valor, por varios motivos. El primero, por vender un nuevo modelo, de tipo Premium y precio relativamente elevado, en un momento de severa crisis económica. El segundo, por hacerlo dentro de un segmento que empieza a estar hiperpoblado tanto por vehículos 'de alta gama' (Audi Q3 o BMW X1) como por alternativas de marcas generalistas (entre ellas Ford o Volkswagen). Y el tercero, porque este Evoque era un prototipo hace apenas tres años -entonces se llamaba LRX- y la firma británica ha tenido el atrevimiento de comercializarlo casi con la misma apariencia.
Precisamente la apariencia es una de las mayores virtudes del Evoque. Este SUV es un cúmulo de muchas cosas -moderno, deportivo, elegante, compacto...- y, al mismo tiempo, no se parece a ningún competidor de otra marca. Para rematar, ningún rival está disponible con dos carrocerías (él ofrece 3 ó 5) ni cuenta con tantas posibilidades de personalización. Para dejar el Evoque a 'tu gusto' puedes elegir entre ocho tipos de llantas de hasta 20", 10 colores para la carrocería con el techo a juego o en gris, blanco o negro...
Pero, ¿qué le sobra y qué le falta al Evoque frente a sus dos principales rivales? Para saberlo, hemos elegido la versión tope de gama en diesel con 190 CV, cambio automático, tracción total y el completo acabado Prestige.
Por dentro: ¿más de lo mismo?
El interior no provoca el mismo 'impacto visual' que el exterior, porque el diseño es más tradicional aunque igualmente moderno. Eso sí, en esta versión Prestige lo más sorprendente es el lujo y su soberbia calidad de acabados, por encima de todos sus rivales directos, sobre todo, por los materiales empleados. Bonito, exclusivo, bien acabado y algo caro, pero... ¿cómo va en marcha frente a la competencia?.
Si analizamos sus cualidades en campo, el Evoque se pone por delante de todos sus rivales; es cierto que no resulta 'imparable' como los Range Rover grandes pero, frente a sus competidores, el Evoque cuenta con un sistema de tracción más eficaz y completo. De hecho, el conductor dispone de unos botones para seleccionar el tipo de superficie sobre la que va a circular: nieve, barro, asfalto... y el coche 'adaptará' su funcionamiento para ofrecer el mejor agarre-. Si no es mejor de lo que ya es se debe tanto a sus enormes ruedas -en la versión de nuestra prueba llevaba unas inmensas llantas de 19" y neumáticos Continental Cross Contact más indicados para asfalto- como a su amplia distancia entre ejes, que hace que pueda quedarse 'empanzado' si pasamos por zonas muy complicadas.
Sobre el asfalto, todavía mejor
Sin embargo, quien se compra un Evoque u otra alternativa similar rara vez lo sacará del asfalto. Y sobre esa 'superficie', el Range también es muy bueno: por ejemplo, en autopista se muestra silencioso y cómodo para realizar viajes largos, gracias a una suspensión que absorbe muy bien las irregularidades sin 'sacudir' en absoluto a los ocupantes, al mismo tiempo que se muestra muy aplomado y contiene muy bien el balanceo de la carrocería en las curvas más rápidas. En este terreno supera a un BMW X1, pero no al Audi Q3.
En carreteras secundarias resulta ágil y eficaz, sobre todo en curvas medias y rápidas; sin embargo, en las más lentas, su altura y, sobre todo, sus 1.715 kilos de peso no animan a practicar una conducción deportiva. No es que se vuelva 'delicado' -todo lo contrario, siempre reacciona de forma segura-, pero sí que resulta algo torpe; es parecido a lo que ofrece un Audi Q3, quedando ambos algo por detrás de la referencia por agilidad: el BMW X1. Por su parte, la dirección es muy rápida -2,2 vueltas entre topes-, precisa y tiene la dureza perfecta, mientras que los frenos se han mostrado potentes y más resistentes de lo que esperábamos en un vehículo de este peso -aquí empata con sus oponentes alemanes-.
En cuanto al motor, hemos probado la versión diesel de 190 CV con cambio automático de seis velocidades -hay una variante manual por 4.400 euros menos-. Este propulsor destaca porque suena muy poco y por su respuesta contundente hasta las 4.000 rpm; sin embargo, comienza a empujar a 1.800 rpm, y su consumo es más elevado que en sus rivales -ronda los 8,5/9 litros-. En conjunto, el Evoque es rápido, pero no supera a los X1 y Q3... y eso que estos son menos potentes. El cambio es muy bueno por rapidez, suavidad... y resulta el complemento perfecto para la mecánica.
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