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Prueba del Land Rover Range Rover Evoque: nueva influencia

Tras el rotundo éxito de su primera entrega, el Land Rover Range Rover Evoque vuelve con una segunda generación que madura tanto visualmente como dinámicamente. Hemos probado el motor diésel más potente dotado de micro-hibridación y etiqueta ECO.

El caso del Range Rover Evoque es digno de estudio en cualquier clase sobre automoción que se imparta. En 2011 Land Rover consiguió generar el mismo impacto que el Qashqai… pero en el segmento Premium. En poco tiempo, el todocamino compacto inglés se convirtió en un auténtico fenómeno de masas y en sus primeros ocho años de vida ha conseguido vender más de 800.000 unidades, que se dice pronto.

En su haber también está el honor de haber sido el primer SUV compacto Premium en ofrecer una carrocería descapotable, de escasa aceptación eso sí pero que quedará en los anales de la historia de la automoción. Y ahora, tras una historia de éxito general Land Rover presentó a principios de este año su segunda entrega, protagonista exclusiva de esta prueba.

Bajo el síndrome del Velar

Una segunda generación cuya imagen evoca (el juego de palabras era inevitable) al Velar. Sí, los diseñadores ingleses han querido prolongar el atractivo visual de su todocamino medio hacia su best-seller. Tal es así que el Evoque parece un Velar en miniatura. Condición que le permite ganar en atractivo pero, a su vez, perder algo de esa personalidad con la que arrasó hace más de un lustro y medio.

Mantiene sus dimensiones compactas, eso sí, con una longitud de 4,37 metros, una anchura de 1,90 metros y una altura de 1,65 metros, pero estas se presentan bajo una inédita plataforma (Premium Transverse Architecture, PTA) que, como veremos, le reporta una gran cantidad de ventajas; mientras que un punto a destacar es la supresión por completo de la igualmente atractiva carrocería cupé y, claro está, del Cabrio.

Con todo, estéticamente hablando, el nuevo Evoque entra por los ojos, de eso no hay duda ofreciendo una silueta elegante a la par que robusta con soluciones llamativas como los tiradores escamoteables (herencia del Velar) para mejorar el flujo aerodinámico. Otros detalles que nos atraen, la parrilla frontal y la robustez de su difusor posterior, con claros tintes todoterreneros que nos recuerdan el ADN campero de la marca.

A todo lujo

De puertas para dentro, el aspecto de la consola central también nos recuerda en exceso al del Velar. Lejos de ser una crítica lo cierto es que aquí el Evoque sí ha dado un salto cualitativo. Más aún si como en nuestra unidad se monta el inédito tapizado Cloud Eucalyptus y Ultrafabrics, sostenible, transpirable y de alto rendimiento fabricado en material Tencel con certificado Forest Stewardship Council (FSC) para los asientos (sin coste) o el revestimiento en Alcantara para el volante (507 €).

A nivel tecnológico, el centro de atención se lo reparten las tres pantallas que componen el salpicadero. Dos se sitúan en la consola central y la otra hace las veces de cuadro de instrumentos digital. El funcionamiento del Touch Pro superior es rapidísimo y aunque su tamaño parezca reducida (mide 10 pulgadas en formato apaisado), lo cierto es que es resulta suficiente para ver todas las informaciones. Por 423 € además de variar su forma (se inclina ligeramente) la zona inferior también se digitaliza.

Esta es quizá la parte más correosa del Evoque. Y es que en ella se aglutina un amplio número de informaciones. Desde el climatizador, hasta los ajustes, pasando por los propios asientos e incluso el selector de modos de conducción Terrain Response, con un sinfín de submenús que nos obligarán a retirar la vista de la carretera. Por suerte, su respuesta es rápida, aunque no tanto como la superior.

Respecto al cuadro de instrumentos de 12,3” (740 €) ofrece un visionado claro, seleccionable a través de los comandos táctiles del volante, cuya función también varía dependiendo del menú. El complemento perfecto de esta digitalización es, por un lado, el Head-up display (951 €) y por otro el retrovisor interior con pantalla Cleasight. Sí, aunque Land Rover fue la primera en presentarlo, Toyota se adelantó con la comercialización del RAV4. Aunque es opcional, sus 435 € no parecen ser demasiados para un gadget que mejora el campo de visión trasero, principalmente si vamos cargados.

Más familiar

En lo que respecta al espacio, conductor y copiloto mantienen el mismo hueco que su predecesor. Serán por tanto los ocupantes traseros quienes sí noten diferencia… positiva en este caso. Los 2 cm adicionales de batalla (2,68 cm) inciden directamente en una mayor habitabilidad. Ahora, el hueco disponible para las rodillas es más amplio y combinado con la anchura y la altura al techo, un adulto de 1,90 metros de estatura podría situarse sin demasiados problemas.

En cuanto al maletero, el 10% de ganancia extra repercute en un volumen total de 591 litros hasta el techo y 472 hasta la bandeja, situándole en la media de sus rivales pero mejorando en ergonomía. Además, gracias al abatido de los respaldos posteriores (en proporción 40:20:40) la capacidad total puede llegar a los 1.156 litros.

Suave por carretera…

De la amplísima variedad de versiones mecánicas que propone Land Rover para este Evoque, nosotros hemos optado por la más potente dentro de los diésel, el D240. Sí, pese a lo que quieran hacernos parecer, el gasóleo se mantiene como el combustible más recomendado para este tipo de vehículos, más aún si su finalidad es acumular kilómetros.

El bloque de 2.0 litros y cuatro cilindros de la familia Ingenium ofrece una respuesta más progresiva, demasiado incluso teniendo en cuenta sus 240 CV de potencia. Cifra que acompaña de un par máximo de 500 Nm disponibles entre las 1.500 y las 2.500 vueltas. Se combina de serie con la transmisión automática con convertidor de par de nueve relaciones y a la tracción total.

Como decimos su respuesta es progresiva y poco explosiva, algo que justifica quizá por el elevado lastre que arrastra pues su peso oficial no es otro que 1.955 kilos. Mucho para un SUV de estas dimensiones. Sus ventajas, por encima del escaso sonido que emite la micro-hibridación.

Sí, una de las principales virtudes de la mencionada plataforma PTA es que el Evoque puede incorporar diferentes sistemas de hibridación. El primero en llegar ha sido este mediante batería adicional de 48 V, reduciendo un consumo que en condiciones normales y haciendo un uso intensivo de la carretera no bajó de los 8,7 l/100 km. No es un mal dato, somos conscientes, pero todo lo que ayude a reducirlo será siempre bienvenido. Si obviar, claro está que le dota automáticamente de la etiqueta ECO de la DGT. Para el 2020, el Evoque espera la llegada de una versión híbrida enchufable con una amplia autonomía eléctrica y la etiqueta CERO adherida.

Otra de las bondades de la plataforma PTA ha sido, sin duda, el incremento en la agilidad. Por carretera cuenta con una pisada casi de berlina, mientras que por vía secundaria revirada, el aumento del 13% en su rigidez así como el nuevo esquema de suspensiones, le reportan una calidad de rodadura excepcional. Cierto es que la jugada podría ser redonda si la dirección fuera algo más comunicativa, la amortiguación no fuera tan blanda y el motor fuera más enérgico, pero la verdad es que en líneas generales la conducción ha resultado satisfactoria.

… y referente en campo

Para quienes crean que lo anterior puede ser una crítica velada, verán cómo cualquier atisbo de reproche se convierte en alabanza al hablar en términos off-road. Vale, no llega a ser tan efectivo como un Defender o un Range, pero sí ofrece un compendio más que amplio para hablar de él como uno de los SUV-C Premium más efectivos fuera del asfalto.

A destacar no solo los 21,2 cm de altura libre al suelo, unos ángulos de entrada, salida y ventral más que notables (22,2, 20,7 y 30,6 grados, respectivamente) o una profundidad de vadeo de 60 cm, sino principalmente el elevado número de ayudas que soporta. De entre todas destaca el archiconocido Terrain Response con varios programas de funcionamiento cada uno con un tipo de respuesta al acelerador, transmisión y control de tracción para adaptarse a cualquier superficie e inclinación. No obstante, lo más aconsejable es activar el modo automático y

A todo ello se suma el Clear Sight Ground View, un sistema que se vale de todas las cámaras perimetrales para hacer “desaparecer” el capó y así poder ir viendo a través de la pantalla lo que se ubica sobre nuestros pies. El objetivo, evitar baches, piedras o zanjas inesperadas que nos averíen el día.

Un amplísimo listado que suma tanto el All Terrain Progress Control, que nos permite mantener la velocidad constante tanto en subidas y bajadas, estable en subidas y bajadas sin necesidad de tocar los pedales o el Active Driveline, un sistema de tracción exclusivo de los motores más potentes compuesto por dos embragues multidisco en el diferencial trasero para repartir de manera más efectiva el par entre las ruedas.

No es barato, desde luego

La mejora experimentada en esta segunda generación del Evoque se traduce, obviamente, en una tarifa total superior. Cierto es que el modelo posee un precio ‘desde’ de 40.450 € correspondientes al motor diésel de 150 CV (sin etiqueta ECO) asociado a la transmisión manual de seis relaciones y a la tracción delantera. No obstante, quien quiera optar por este motor ya verá cómo el valor aumenta hasta los 52.150 € y si además lo combina con el acabado S, el segundo, ha de sumar otros 4.290 €. Cifras que pueden llegar a superar con solvencia los 71.000 a poco que le añadamos todos los extras de nuestra unidad (y puede llegar a ser más caro).

Así que sí, el Evoque no es un vehículo asequible, pero solo hay que pararse a pensar qué todocamino compacto Premium ofrece un diseño tan elegante y llamativo como el del inglés, al que le suma un chasis bien resuelto, un motor diésel silenciosos y, sobre todo, unas capacidades off road tan elevadas. A fin de cuentas más que un Land Rover este Evoque es un Range Rover en toda regla.

Ficha Técnica Land Rover Range Rover Evoque S D240 AWD Auto

Motor: Diésel, cuatro cilindros en línea, turbo

Cilindrada: 1.999 cm3

Potencia: 240 CV a 4.000 rpm

Par: 500 Nm entre 1.500-2.500 rpm

Velocidad Máxima: 225 km/h

0-100 km/h: 7,7 seg

Consumo (mixto WLTP): 6,9 l/100 km

Consumo (mixto en prueba): 8,7 l/100 km

Emisiones CO2: 181 gr/km

Dimensiones: 4.371 / 1.904 / 1.649 milímetros

Maletero: 472-1.156 litros

Peso: 1.955 kg

Cambio: Automática, convertidor de par, de nueve velocidades

Depósito: 54 litros

Precio: 52.150 euros

Precio ud. probada: 71.293 euros

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