Siéntate y disfruta del nuevo KIA Stinger GT casi tanto como lo hemos hecho nosotros al probarlo. Si tapáramos los logos del capó, portón y llantas y enumerásemos únicamente las características: motor gasolina V6 de 3.3 litros con doble turbocompresor, 370 CV, 270 km/h de velocidad punta, un 0 a 100 km/h de 4,9 segundos y una carrocería de tipo berlina con 4,83 metros de largo ¿a qué te sonaría? Audi, Mercedes, BMW quizá.
No irías mal encaminado si pensaras eso, cierto es, pero la realidad es bien distinta. Porque todo este compendio de bondades pertenecen a la última joya de KIA. Sí, has leído bien. La marca surcoreana, aquella que hace no mucho ofertaba modelos de gama media baja, ahora se atreve con productos que son propios de una marca Premium.
Porque este Stinger (un nombre muy bien escogido por cierto) no pretende convertirse en un modelo de volumen. Simplemente es una demostración del potencial que atesora el fabricante asiático, mostrándonos que son capaces de construir un Gran Turismo si se lo proponen… ¡y vaya si lo son!
Llama la atención
Envuelto en esos 4,83 metros de carrocería ya mencionados, el equipo de diseñadores de KIA, comandados una vez más por el gurú Peter Schreyer, nos propone, probablemente, el vehículo más bello que han dibujado. Se trata de una berlina de tres cuerpos con una clara característica: la deportividad.
Cada rincón del coche ofrece ese carácter picante que consigue captar la atención de nuestra mirada. El frontal es ancho y prominente con un parachoques abultado, situado justo bajo la característica parrilla Tiger Nose, que da lugar a una gran toma de aire frontal. Los faros más estilizados que en el Óptima se colocan muy en los extremos, enfatizando de nuevo la sensación de anchura, mientras que el alargado capó ofrece dos salidas de aire de pequeño tamaño para refrigerar el motor.
De lado es quizá donde más se percibe ese toque deportivo, con un voladizo que se extiende muchísimo y al que se llega mediante una caída del techo muy pronunciada. Pese a este aire cupé, el Stinger no renuncia a la funcionalidad y ofrece un práctico portón trasero de apertura eléctrica que facilitará la carga de objetos en el maletero. Como detalles singulares, el difusor posterior con cuatro salidas de escape (dos a cada lado), las entradas de aire laterales situadas a continuación de los pasos de rueda delanteros o un embellecedor en la parte lateral trasera que parece ser una prolongación de los faros pero que, en realidad, no se ilumina.
El conjunto externo se completa con unas llantas de 19 pulgadas montadas sobre neumáticos en distinta medida (exclusivo eso sí de esta versión, la GT) con unas gomas delanteras de 225/40 R19 delante y 225/35 R19 detrás. ‘Zapatos’ que dejan entrever un potentísimo equipo de frenos firmado por Brembo, con pinzas en rojo y discos de 350 mm delante y 340 mm detrás. Por último, no podemos olvidar la extensa paleta de colores disponible (única opción en el acabado GT) compuesta por nueve tonalidades, todas metalizadas, entre las que destacan tanto el Sunset Yellow de nuestra unidad como el Micro Blue o el High Chroma Red.
Ambiente Premium
De puertas para dentro, KIA ha subido un punto el listón frente al Óptima y, aunque en ciertos aspectos nos puede recordar a su hermano, el Stinger no solo está mejor rematado, sino que cuenta con elementos diferenciadores que lo hacen único. De entre todos, el principal es sin duda la pantalla central táctil de tipo flotante y 7 pulgadas que aglutina casi todas las funciones del vehículo. Tiene un funcionamiento sencillo y rápido aunque la posición de la misma, demasiado centrada, dificulta el manejo por parte del conductor.
Las tomas de aire también son exclusivas (circulares y con cierto toque aeronáutico) como la tira de comandos situado al final del túnel central donde se aglutinan la calefacción y ventilación de los asientos, la calefacción del volante o las funciones de aparcamiento, con la alerta sonora y la activación de la cámara de 360º. Los detalles deportivos los encontramos en las molduras cromadas que inundan la consola central y se extienden hasta las levas situadas tras el volante, los pedales de aluminio, o el cuadro de instrumentos que cambia a un llamativo color rojo cuando seleccionamos los modos de conducción más deportivos, Sport y Sport+.
Pero más allá de esa combinación de lujo y deportividad, el Stinger es un KIA y eso quiere decir que ofrece una habitabilidad excepcional. Para hacernos una idea, comparado con el Volkswagen Arteon y el BMW Serie 4 Gran Coupé, dos de sus pocos rivales, el modelo coreano ofrece una batalla mucho mayor, de 2,90 metros (frente a los 2,84 del primero y los 2,81 del segundo), lo que redunda en un espacio para las piernas excelente.
La cabeza también posee un hueco holgado, pero limitado para una persona que sobrepase los 1,85 metros de estatura. La pronunciada caída del techo reduce dicha cota y, aunque tiene la misma distancia que un Arteon (93 cm) la sensación que tenemos es ligeramente inferior a la del alemán. Algo similar ocurre con la anchura en la zona de los hombros, donde tres adultos tendrán ciertos problemas para acomodarse, a lo que se añade un asiento central duro y estrecho que, además, tiene la problemática de contar con un túnel inferior voluminoso. Por tanto, lo más recomendable es que viajen los dos de los extremos, quienes se acomodarán en unas butacas extremadamente amplias y calefactables.
Ficha Técnica KIA Stinger 3.3 T
Motor: Gasolina, seis cilindros en línea V, biturbo
Cilindrada: 3.342 cm3
Potencia: 370 CV a 6.000 rpm
Par: 510 Nm entre 1.300-4.500 rpm
Velocidad Máxima: 270 km/h
0-100 km/h: 4,9 seg.
Consumo (urbano/extraurb./mixto): 14,2 / 8,5 / 10,6 l/100 km
Emisiones CO2: 244 gr/km
Dimensiones: 4.830 / 1.870/ 1.400 milímetros
Maletero: 406-1.144 litros
Peso: 1.909 kg.
Cambio: Automática, convertidor de par, de ocho velocidades
Depósito: 60 litros
Precio: 54.150euros
Un poco más atrás, en el maletero, el Stinger cuenta con unos aprovechables 403 litros. Capacidad que se encuentra un peldaño por debajo de sus dos rivales alemanes, 480 para el BMW y 563 para el Arteon, pero como decimos, KIA tira de ingenio y ofrece un hueco regular y muy aprovechable gracias a la amplia boca de carga. Una zona que puede ampliarse hasta los 1.114 litros cuando se abate la segunda fila (en una proporción 40:20:40), dejando un piso plano útil para meter objetos hasta de 1,70 metros.
Poderoso
Que el Stinger es toda una declaración de intenciones, está claro. Pero KIA no ha querido que su nuevo buque insignia sea inaccesible para el público. Por eso propone una gama mecánica variada, con dos motores de gasolina y uno diésel para así satisfacer las necesidades de cualquier conductor. No obstante, como ha sido desarrollado para mostrar el poderío que puede atesorar KIA, lo suyo es que quien esté pensando en adquirir este Stinger, opte por el motor más poderoso de todos que es, precisamente, el que equipaba nuestra unidad.
Se trata del propulsor de gasolina V6 biturbo de 3.3 litros que genera la nada despreciable cifra de 370 CV para convertirle en el KIA más rápido de todos los tiempos. Así lo atestiguan los 4,9 segundos que necesita para pasar de 0 a 100 km/h (gracias al Launch Control) o los 270km/h de velocidad punta que registra. Un bloque simplemente sensacional, que empuja con gran contundencia desde un régimen de vueltas bajísimo. No en vano, el par máximo del coche, 510 Nm, aparece únicamente a las 1.300 vueltas y se mantiene constante hasta las 4.500.
De esta forma, a poco que hundamos el pie derecho en el pedal, notaremos cómo todo el potencial del bloque V6 biturbo se fusiona con la carretera. El encargado de gestionarlo es la inédita caja de cambios automática con convertidor de par, de ocho relaciones, con un set up bien marcado para que los tránsitos entre marchas no solo sean imperceptibles, sino también rapidísimos. Todo su potencial lo reparte entre las cuatro ruedas gracias al sistema de tracción total AWD, aunque en condiciones normales prioriza muchísimo más el eje trasero, permitiéndonos cierto deslizamiento cuando queremos circular a alta velocidad.
Atrévete con todo
Porque este Stinger GT (denominación que se adhiere en exclusiva a este 3.3 V6 biturbo) está pensando para correr… y mucho. Solo hace falta activar el modo Sport o Sport+ (el último reduce la incidencia del control de estabilidad para poder deslizar más ese tren trasero) para sacarnos una sonrisa. Todos los parámetros del vehículo cambian, incluyendo la dureza de los amortiguadores (monta suspensión adaptativa), para hacerlo mucho más reactivo en curva.
La dirección es rápida y precisa necesitando simplemente un toque de volante para que los 4,83 metros de carrocería entren en el vértice sin problema. Aquí también contribuye una puesta a punto del chasis sobresaliente, llevada a cabo por el gurú, ex de BMW M, Albert Biermann, que deriva en una agilidad muy elevada en tramos virados, incluso pese a registrar en la báscula unos excesivos 1.909 kilos. El motor empuja sin concesiones, llegando a las 6.500 vueltas sin fatigarse, pero su sonoridad es bastante reducida gracias a la buena insonorización del habitáculo.
Si queremos algo más de punch, podemos desactivar el ESP por completo, pero será necesario dosificar gas con nobleza para evitar que la zaga se descoloque casi por completo. Por eso, circular en el modo Sport+ quizá sea lo más recomendable, primero por seguridad y segundo porque acabaremos disfrutando mucho más de las derrapadas controladas. Los frenos, en caso de que vayamos algo más pasados, harán su trabajo con gran solvencia, deteniendo su masa sin demasiados problemas.
Llegados a este punto, no podemos dejar de mencionar el gasto de carburante. Porque este V6 biturbo es tan emocionante como ‘tragón’. Homologa un gasto medio de 10,6 l/100 km, aunque durante la prueba, combinando conducción deportiva con otra más sosegada (para ello cuenta también con un programa Eco), el dato registrado no bajó de los 13 litros. Si solo circulamos por autovía, será sencillo ver los 10 litros mientras que si únicamente damos rienda a nuestro divertimento, la cifra rozará los 16 litros. En cualquier caso, son datos bastante buenos si tenemos en cuenta la potencia y el peso de los que hace gala este Stinger.
No necesita más
En definitiva, KIA ha cumplido con matrícula su incursión en el segmento de los Gran Turismo Premium. El Stinger enamora a todo aquel que, primero, lo ve, y segundo, lo prueba. Toda una declaración de intenciones que, además, se sostiene en dos pilares a tener en cuenta: los siete años de garantía y el precio.
Sí, porque aunque la gama Stinger arranca en los 37.900 € para el diésel y en los 38.900 € para los gasolina, su versión más prestacional, el GT, cuesta 54.150 €. Una tarifa inalcanzable para cualquiera de sus rivales, la cual, además, se apoya en un equipamiento extremadamente completo con climatizador bizona, llantas de aleación de 19 pulgadas, navegador con pantalla táctil de 8 pulgadas, equipo de sonido Harman/Kardon, cámara de visión 360º, cargador inalámbrico, portón eléctrico con función manos libres, faros LED adaptativos, Head-up display, asientos traseros calefactables, tapicería de cuero, acceso y arranque sin llave, asientos delanteros con regulación eléctrica, función de memoria, ventilación y calefacción, volante calefactable o un compendio de sistemas de seguridad entre los que se encuentra el control de velocidad de crucer adaptativo, detector de ángulo muerto, alerta por tráfico trasero, asistente de frenada de emergencia en ciudad, sistema activo de mantenimiento de carril…