Resulta curioso como siendo 20 mm más corto, ahora alcanza los 4.525 mm –un C-Max mide 4.380 mm-, tiene una batalla 50 milímetros más amplia, 2.750 mm. Pero además, es 5 milímetros más ancho lo que permite que el espacio interior sea mucho más aprovechable. De hecho, se puede elegir con dos configuraciones, de cinco o siete asientos –entre 700 y 1.000 euros más cara–, pero eso sí, las dos últimas plazas son excesivamente justas para un adulto aunque aceptables para un niño. La segunda fila, por su parte, ofrece tres asientos individuales que además son deslizables. Con ello se gana en habitabilidad y nos permite tener un maletero muy "flexible", más aún si tenemos en cuenta que al abatir los respaldos, incluido el del copiloto, nos queda un piso completamente plano en el que poder introducir objetos de hasta 2.150 mm de largo. Así, la capacidad de este varía en función de los asientos, partiendo desde unos testimoniales 103 litros con todos desplegados, siguiendo por unos excelentes 536 con cinco plazas –un C4 Picasso tiene 500- y acabando por unos extraordinarios 1.694 litros sólo con piloto y copiloto.
Otro detalle interesante de este nuevo Carens es la gran variedad de compartimentos de almacenaje que hay repartidos por el habitáculo: bajo los asientos, en el suelo del coche, en la consola central –con guantera refrigerada aunque no iluminada-, en las puertas o bajo el maletero –a modo de trampilla e ideal para guardar la bandeja-.
Más importancia al diesel.
La gama de motores del nuevo Carens se compone de uno de gasolina, el 1.6 GDi de 135 CV y dos diésel 1.7 CRDi de 115 y 136 CV. Pese a que el cliente final de este tipo de vehículos se decanta más por los diesel, durante la prueba únicamente pudimos probar el de gasolina. Tras recorrer unos pocos kilómetros con él, nos queda claro por qué los diesel le ganan la partida. Y es que resulta lento en las reacciones amén de tener la sensación de faltarle fuerza, sobre todo en la subidas pronunciadas –donde será necesario bajar una o dos marchas-.
Sin embargo, a su favor está el ser un propulsor bastante silencioso ya sea en el ralentí o en marcha. El cambio manual de seis marchas es muy suave así como rápido. Además, un desarrollo más alargado de sus últimas relaciones permite contener un poco más el consumo, que se situó en 8,1 l/100 km –el oficial es 6,4 l/100 km-. Dinámicamente, al rebajarse 4 mm la altura de la carrocería se ha conseguido un vehículo más estable. Esto se nota sobre todo a la hora de enlazar varias curvas seguidas, eliminando ese acusado balanceo que se percibía en la generación anterior. Además, con los tres modos de la dirección eléctrica variable -Comfort, Normal y Sport-, se puede "juguetear" un poco más. No obstante, el Carens está pensado para devorar kilómetros por autopista; función que le viene como anillo al dedo ya que resulta ser un coche muy cómodo -con una suspensión que absorbe perfectamente las irregularidades del asfalto-.
De momento no hay precios oficiales pero Autofácil ha podido saber que la gama partirá desde aproximadamente los 17.000 euros, sin descuentos de la marca ni Plan Pive 2 aplicados. El Carens se ofrecerá en tres acabados, Concept, Drive y Emotion e incluirá novedosas opciones de equipamiento como el avisador de cambio de carril, los asientos delanteros calefactados, las luces diurnas LED...