Junto al Jeep Avenger eléctrico que probamos hace tan solo unos días en Málaga, la marca italoamericana también nos dio la oportunidad de conocer y conducir durante unos kilómetros la nueva generación del Jeep Grand Cherokee... y os podéis imaginar que no la desaprovechamos. El mítico modelo 4x4 llega a España únicamente con la motorización híbrida enchufable que comparte con el Wrangler 4xe. Hablamos, por tanto, de un motor 2.0 de cuatro cilindros turbo que declara unos 270 CV y al que se unen dos motores eléctricos adicionales para alcanzar los 380 CV de potencia conjunta.
El motor eléctrico principal de 136 CV va integrado en la caja automática de ocho relaciones; el otro, de 45 CV, reemplaza al alternador y al motor de arranque para colaborar en las aceleraciones y en las maniobras a baja velocidad. El conjunto híbrido lo completa una batería de iones de litio que homologa unos 17 kWh de capacidad bruta para alrededor de 45-50 km de autonomía eléctrica. Por supuesto, cuenta con refrigeración independiente y se puede cargar a 7,4 kW de potencia (llenarla llevará unas tres horas.)
Condiciones 4x4 certificadas
Además, como es común en los enchufables de Jeep, el usuario dispone de varios modos para controlar el sistema híbrido, de modo que puede dar prioridad al motor de gasolina para guardar energía y usarla posteriormente, puede priorizar el funcionamiento 100% eléctrico o puede relegar la gestión al coche para que lo haga de forma automática. A estos modos se suman los que varían la respuesta dinámica tanto en asfalto como en offroad: Auto, Sport, Rock, Sand/Mud y Snow.
Asimismo, aunque no podríamos considerarlo un todoterreno a la altura del propio Wrangler o del Mercedes Clase G, sí goza de unas cualidades muy buenas en 4x4, gracias a la reductora con relación 2,72:1 y a la suspensión neumática, que es de serie en todos los Grand Cherokee - a excepción del Limited básico- y que permite aumentar la altura libre al suelo hasta en casi los 28 cm.
En la práctica, prestaciones le sobran... y eso que con carga y con cinco adultos (no llegará a nuestro mercado la versión L con 7 plazas) rondaremos las tres toneladas. Sin embargo, los 380 CV trabajan de lo lindo y hasta parecen demasiados cuando circulamos solos. Además, se muestra comodísimo en todas las situaciones e incluso ágil cuando nos metemos con él en carreteras reviradas. Sorprende lo que aguanta las inercias la neumática y lo precisa que es la dirección... Al tacto del freno, eso sí, deberemos acostumbrarnos con algo más de tiempo.
Como decíamos, el Grand Cherokee ha sido tradicionalmente un 4x4 muy capaz, y es que junto a la reductora se añaden elementos como los dos diferenciales bloqueables (delantero y trasero) y la desconexión de la barra estabilizadora delantera para ganar recorrido en el eje frontal.
Un coche premium con mayúsculas
El apartado de diseño también cambia bastante. Ya sabemos que para gustos, los colores; pero a mí me encanta la cara del nuevo Grand Cherokee. La trasera sí la veo más similar a la de un Range actual, y en el perfil llaman especialmente la atención los icónicos pasos de rueda trapezoidales y unas llantas que, según el acabado, pueden ir de las 18 (para el Trailhawk) hasta las 21 pulgadas.
En el interior nos envuelve una sensación de calidad magnífica en el acabado Summit al que corresponde nuestra unidad probada. El Trialhawk incorpora algunos detalles más rudos, como las alfombrillas de plástico o la ausencia de materiales tan nobles para que no se estropeen en sus travesías camperas, pero aun así notamos un gran paso adelante en este sentido con respecto al anterior modelo.
Las pantallas adquieren el protagonismo, tal y como demanda el mercado hoy en día. Tenemos hasta cuatro: una de 10 pulgadas para la instrumentación, otra del mismo tamaño para el infoentretenimiento con sistema Uconnect 5, navegación y conectividad; otra de otras 10 pulgadas que funciona como Head-Up Display y una más grande opcional de 10,25 pulgadas situada en el lado del copiloto para que pueda controlar aspectos como la climatización o entretenerse durante los trayectos más largos con películas, a través de una conexión HDMI.
Desde 80.000 euros
El espacio es buenísimo en todas las plazas para cinco ocupantes de talla media-grande y el maletero cubica 533 litros de capacidad, que lo sitúan dentro de la media con unas formas muy regulares y aprovechables.
En conclusión, este nuevo Grand Cherokee es mucho más coche premium que su antecesor en todos los sentidos, por tecnología, seguridad, comportamiento y eficiencia. Cuesta sacarle pegas, aunque para muchos un hándicap podrá ser el precio. Parte de los 80.000 euros (el acabado más alto y lujoso supera los 100.000 euros para hacer merecidamente frente a rivales como los Range Rover Velar y Sport), pero debemos tener en cuenta que sus competidores tampoco bajan de ahí. Quizá el equipamiento del Limited sí puede quedarse algo justo sin neumática o con tapicerías no tan exclusivas, pero los Overland, Trailhawk y Summit restantes valen cada euro que cuestan.