El Hyundai Tucson está gozando de un éxito rotundo en toda Europa. Durante su primer año de comercialización casi se coloca como el coche más vendido en nuestro país y ahora, en 2022, se acaba de apuntar ese tanto con nada menos que 21.985 unidades entregadas. Nosotros ya hemos comprobado sus bondades en varias ocasiones analizando, por ejemplo, la versión híbrida convencional o incluso comparándolo con el que es el mismo coche vestido con distinta carrocería, el Kia Sportage. Por eso en esta videoprueba nos centramos más que nada en su motorización híbrida enchufable, que es la única mecánica disponible en el catálogo con etiqueta 0 Emisiones y la única que puede circular durante unos 50-60 km sin gastar ni una sola gota de combustible. Empezamos con este Hyundai Tucson PHEV...
En el exterior, las únicas diferencias con respecto a sus hermanos de gama son la inscripción "plug-in" que encontramos en el portón trasero y evidentemente la toma de carga eléctrica ubicada sobre la aleta posterior derecha. A través de ella suministramos energía a la batería de polímero de litio con 13,8 kWh de capacidad, que también se carga por medio de la frenada regenerativa en marcha. La potencia máxima de carga es de 7,2 kW.
Todos los Hyundai Tucson PHEV son 4x4
Una vez dentro, apreciamos la misma configuración y la misma buena calidad que en los demás Tucson. Dos pantallas de 10,25 pulgadas cada una protagonizan el apartado tecnológico, una para la instrumentación y otra táctil para el infoentretenimiento.
Lo que sí vemos son algunos botones específicos que nos permiten cambiar el modo de funcionamiento entre híbrido y eléctrico puro (cuando tengamos reserva de energía en la batería). También dispone de varios modos de conducción reservados a pistas de tierra (con control de descenso incluido) que solo equipan las versiones 4x4.
Un maletero algo menos capaz por la batería
Por lo demás, tenemos el mismo buen espacio tanto delante como en la segunda fila de asientos que ya os hemos enseñado en otras pruebas del modelo y un volumen de maletero de 558 o 1.737 litros, según dispongamos los respaldos traseros, lo cual implica una ligera reducción de capacidad con respecto a otros Tucson de la gama.
Cabe destacar que nuestra unidad de pruebas se corresponde con el acabado Tecno Sky con techo panorámico, tapicería de tela, asientos calefactables, numerosos asistentes a la conducción, un mantenimiento en el carril que funciona a la perfección y luces full led, entre otras cosas.
265 CV de potencia total
En cuanto a los motores, cuenta con un motor TGDi de 1,6 litros con 179 CV y con un eléctrico de 91 CV. La potencia combinada asciende a 265 CV y el par máximo, a 350 Nm. Además, brinda las ventajas en seguridad que aporta la tracción total y hemos de decir que el funcionamiento de los motores es completamente confortable para los ocupantes y contundente a la hora de obtener respuesta. Eso sí, debido a que hablamos de un coche con algo de sobrepeso, la media de consumo al acabarnos la energía de la batería se acerca mucho a los 8 l/100 km.
El comportamiento dinámico se resume en que el conjunto es bastante equilibrado; es decir, ofrece un buen confort en todas las situaciones y, aunque supera los 1.800 kg, se desenvuelve con soltura en carreteras de curvas y desniveles. La dirección adopta un tacto suave que agradecemos en la rutina diaria y en viajes largos y se muestra en todo momento suficientemente precisa. Los frenos tampoco decepcionan. Incluso el tacto del pedal no es demasiado esponjoso como acostumbran este tipo de vehículos con alta electrificación. Lo cierto es que nos parece un modelo redondo en todos los aspectos. Dicen que tanta gente no puede estar equivocada y las cifras lo demuestran...
¿El precio? Pues, dado que estamos ante el tope de gama, es uno de los Tucson más caros que hay. Aun así, aprovechándote de las promociones puedes hacerte con un Tucson PHEV nuevo por menos de 37.000 euros.