Probablemente estemos ante el nuevo referente de los GTI compactos. Así, sin medias tintas ni dudas. Hyundai ha conseguido que empecemos esta prueba por la conclusión. Porque después de probar en profundidad el i30 Fastback N, lo único que podemos decir es un ¡bravo! Alto y claro ante tal obra maestra.
Un vehículo que ya nos cautivó en su momento cuando tuvimos la oportunidad de probarlo de manera breve en la presentación nacional y que ahora, tras esta prueba, ha confirmado todas y cada una de las bondades que nos dejó en esa primera toma de contacto. Desde un diseño acertadísimo hasta un rendimiento excepcional, cualidades que desgranamos a continuación.
Belleza innata
Hyundai ha acertado de pleno con su silueta Fastaback. Si ya en los modelos convencionales consigue atraer todas las miradas, una vez sumamos la especificación N Performance, el compacto surcoreano se convierte en un auténtico giracuellos. Paragolpes exclusivos, entradas de aire frontales sobredimensionadas, difusor específico con doble salida de escape y luz antiniebla central triangular, llantas de aleación de 19 pulgadas, pinzas de freno en rojo, carcasas de los retrovisores en negro o un pequeño spoiler trasero situado al final del portón, transforman un producto ya de por sí bello en una obra maestra.
Todo ello englobado en una carrocería de 4,45 metros de largo que puede solicitarse, sin coste alguno, en este llamativo Engine Red, aunque por 470 € están disponibles los no menos vistosos Performance Blue y Phantom Black.
Ambiente Racing
De puertas para dentro, además de la ya intrínseca calidad que destilan los últimos productos de Hyundai, se añade el mencionado toque deportivo de la sigla N. Para nada es extrema y se reduce exclusivamente a los asientos tapizados en cuero y Alcantara, al volante con los comandos de selección de programas situados en el mismo o a los menús específicos tanto en la pantalla central de 8 pulgadas como en el ordenador de a bordo. Menús que detallan, entre otros, el gráfico de fuerza G, el funcionamiento del Turbo, la entrega de par motor y la potencia que genera en el momento exacto de aceleración.
Por lo demás, como decimos, tenemos un habitáculo bien rematado y amplio, pues su zona trasera permite el transporte de dos adultos sin problemas de espacio para las rodillas o para la cabeza, mientras que el maletero mantiene intactos los 450 litros de capacidad (1.351 si se abaten los respaldos). No obstante, si quieres aumentar la rigidez posterior del vehículo siempre se puede colocar una barra transversal que, eso sí, reduce el volumen total en 14 litros.
Emocionante
Una ridícula reducción de la capacidad en detrimento de una mejora sustancial en lo que a comportamiento se refiere. Porque asociar la sigla N al apellido Fastback supone hacer uso de todo el savoir faire de Hyundai en materia de deportividad. Tal es así que esta versión proviene directamente de “El Infierno Verde”, donde se ha realizado su puesta a punto de manera brillante.
Sin llegar a ser tan mítico como el trazado alemán, nuestro lugar habitual de pruebas cuenta casi con el mismo asfalto bacheado y con innumerables curvas cerradas. Basta tomar un par de ellas para comprobar cómo este i30 Fastback N es una auténtica obra de ingeniería. Todo en él ha sido desarrollado para funcionar de manera milimétrica. La dirección es rápida y comunicativa, la suspensión es firme y tirando a durita (incluso en el programa más liviano), la capacidad de tracción es elevadísima y el motor empuja con total contundencia desde cualquier régimen de vueltas.
Los 275 CV del 2.0 T-GDI se desatan a la mínima de cambio, mientras intentamos hacernos con el control de la dirección (hay que sujetarla con firmeza) y echar mano de la transmisión para evitar que la aguja del cuantarrevoluciones se estanque en la zona roja. Por suerte, la precisión del pomo permite engranar las marchas con rapidez y en menos de lo que nos hemos querido dar cuenta, en 6,1 segundos para ser más exactos, ya nos hemos colocado a 100 km/h.
A la salida de la curva, los 353 Nm de par que han surgido desde las 1.450 vueltas se transforman durante un instante en 378 para darnos un empujoncito extra y afrontar la recta de manera más satisfactoria. Si fuera lo suficientemente larga, podríamos alcanzar los 250 km/h de punta que anuncia, pero no es el caso. Llegamos al final en un pis-pas mientras el escape emite un sonido dulce y melódico. Sonido que se intensifica, con cierto toque macarra incluso, al reducir de marcha.
Toca hacer uso del freno, hundimos el pie derecho y el i30 Fastback N parece detener el tiempo a su alrededor. Sorprende, de nuevo, la capacidad de tracción que ofrece y lo fácil que resulta colocarlo en la curva sin que las ruedas patinen de más ni tengamos que contravolantear lo más mínimo.
Pocas son las pegas que le podemos sacar a un vehículo que, además, ofrece una tarifa de lo más asequible. Si bien el PVP del i30 Fastback N asciende a los 39.250 €, Hyundai propone un descuento promocional de nada menos que 6.000 €, dejando así su precio final en unos más que asequibles 33.250 €. Entiéndame, es un dinero, pero pocos GTI compactos aúnan tanta deportividad, habitabilidad y, sobre todo, belleza como este i30 Fastback N.
Ficha Técnica Hyundai i30 Fastback N Performance
Motor: Gasolina, cuatro cilindros en línea, turbo
Cilindrada: 1.998 cm3
Potencia: 275 CV a 6.000 rpm
Par: 378 Nm entre 1.450-4.200 rpm
Velocidad Máxima: 250 km/h
0-100 km/h: 6,1 seg.
Consumo (urbano/extraurbano/mixto): 6,7/10,6/7,8 l/100 km
Emisiones CO2: 178 gr/km
Dimensiones: 4.455 / 1.795 / 1.419 milímetros
Maletero: 450-1.351 litros
Peso: 1.516 kg.
Cambio: Manual de seis velocidades
Depósito: 50 litros
Precio: 39.250 euros