El pasado mes de mayo Honda presentó su nueva y ambiciosa estrategia con una ofensiva de producto que pasa, en un primer paso, por el lanzamiento de tres nuevos SUV: el e:Ny1, un modelo 100% eléctrico con más de 400 kilómetros de autonomía; la sexta generación del Honda CR-V; y el Honda ZR-V. Este último es precisamente el modelo que hemos tenido ocasión de probar en su presentación internacional a la prensa en Barcelona.
El nuevo Honda ZR-V mide 4,5 metros de largo, 1,8 m de ancho y 1,6 m de alto, colocándose en la gama SUV de Honda entre el HR-V y el CR-V. Este último, por cierto, aumenta de tamaño en la nueva generación, dejando al ZR-V como representante de la marca en la competida categoría de los SUV compactos donde tendrá que hacer frente a modelos como el Renault Austral, Kia Sportage o Hyundai Tucson.
Al igual que ocurre con el Civic, el diseño exterior del Honda ZR-V varia en función del acabado escogido. Con el acabado Sport, el de acceso a la gama, la parrilla delantera cuenta con un patrón de panal de abeja y un parachoques de líneas más agresivas con unos apéndices enmarcado las tomas de aire. Además, las llantas de 18 pulgadas están acabadas en negro, el mismo color que se emplea para la aleta de tiburón o antena y las carcasas de los retrovisores.
El Honda ZR-V Advance, por su parte, luce un acabado más elegante, con una parrilla de lamas verticales que recuerda a la del Maserati Levante, un parachoques menos barroco y unas llantas también de 18 pulgadas que combina el negro y el aluminio.
La iluminación tanto delantera como trasera emplea tecnología LED para todas sus funciones, añadiéndose en el acabado Advance un sistema adaptativo en los faros delantero que mejora la experiencia de conducción.
Interior del Honda ZR-V: amplio y bien acabado
El habitáculo del Honda ZR-V es prácticamente un calco del Honda Civic, lo que sin duda es buena noticia, ya que el compacto japonés destaca por calidad percibida, ergonomía y amplitud. La única diferencia de diseño se encuentra en la consola central, donde encontramos los mandos del cambio automático, el selector de modos de conducción y el freno de estacionamiento eléctrico.
La digitalización corre a cargo de una pantalla de 9 pulgadas situada en una posición elevada, lo que favorece que el conductor no tenga que desviar demasiado la mirada. Incorpora el último sistema operativo desarrollado por Honda que, a diferencia de anteriores generaciones de la marca, cuenta con una interfaz atractiva y moderna, responde bien y resulta muy fácil de manejar.
El panel de instrumentos varía en función del acabado escogido. El Honda ZR-V Sport combina un panel digital con un velocímetro analógico, mientras que con el acabado Advance tenemos un panel totalmente digital de 10,2 pulgadas. La resolución es buena y ofrece abundante información de forma muy clara, pero es poco personalizable. En este sentido, están algo desaprovechadas las posibilidades de personalización que ofrece un panel digital.
En cuanto a espacio disponible, el habitáculo del Honda ZR-V es bastante amplio, con unas plazas traseras en las que el espacio disponible para las piernas y la cabeza es más que satisfactorio. La única pega es que la banqueta no ofrece desplazamiento longitudinal, algo con lo que sí cuentan alguna de sus alternativas, y tampoco disponemos de los formidables Magic Seat, una solución muy ingeniosa de la marca japonesa que una pena que se haya perdido.
El maletero del Honda ZR-V es uno de los puntos más débiles del modelo. Cubica 390 litros, una capacidad que lo sitúa por debajo de muchos de sus rivales e incluso por debajo del propio Civic que ofrece 411 litros. En el acabado Advance, la capacidad se reduce en 10 litros por la presencia del subwoofer del equipo de audio firmado por el especialista Bose.
El Honda ZR-V solo está disponible con un motor híbrido
El Honda ZR-V emplea el mismo sistema híbrido que el Civic. Combina el funcionamiento de un motor de cuatro cilindros y dos litros de cubicaje que desarrolla 143 CV con el de dos motores eléctricos, uno de tracción con 184 CV y 315 Nm y otro que actúa como generador.
Es un sistema bastante peculiar, ya que la mayor parte del tiempo es el motor eléctrico el que mueve las ruedas y solo en determinados momentos el motor de gasolina se acopla a las ruedas. El motor eléctrico se alimenta de la batería de 1,05 kWh que monta el sistema o bien del generador alimentado por el motor de gasolina actuando como si fuese un grupo electrógeno.
El sistema híbrido del Honda ZR-V ofrece un funcionamiento suave y muy silencioso y unas prestaciones más que correctas, con un 0 a 100 km/h en 7,9 segundos.
El consumo del Honda ZR-V es otra de sus grandes virtudes. Homologa un consumo combinado de 5,8 l/100 km y, aunque no hemos podido medirlo con exactitud durante esta primera toma de contacto, estamos seguros, por la experiencia con el Civic, que las cifras reales no se alejarán demasiado de las oficiales.
En lo que respecta comportamiento dinámico del Honda ZR-V, las sensaciones han sido muy buenas. El nuevo modelo de Honda ofrece una respuesta más parecida a la de un turismo que a la de un SUV, con un carrocería que va bien sujeta y permite una conducción ágil. La dirección es precisa y permite un buen guiado, al tiempo que los frenos ofrecen un buen tacto. Estas buenas sensaciones de conducción en carretera se combinan con un confort de marcha elevado que permite viajar de forma muy agradable.
Sin duda, el comportamiento del Honda ZR-V es una de sus grandes virtudes, colocándose como una de las opciones más dinámicas de la categoría.