Nosotros hemos probado el gasolina 1.8 de 140 cv (el otro es diesel 2.2 de igual potencia) con opiniones bastante contrastadas, ya que es un coche muy singular en algunos sentidos. Tiene puntos débiles asumidos con orgullo y recuperados, de igual forma, con aspectos brillantes como la mecánica. El Type S es un coupé atractivo porque su diseño es más provocador que el de otros rivales del segmento. Los que adquieran este coche por su exterior deberán sobreponer su devoción a una baja comodidad y a importantes detalles que han quedado olvidados. No obstante, los materiales interiores son de alta calidad y buena resistencia.
Interior futurista; poco acogedor
A pesar de que la carrocería de tres puertas cuenta con uno de los mayores maleteros del segmento (485 litros), el interior del Type S acusa la caída anticipada del portón trasero en un recorte de altura para la banqueta trasera. La fila posterior en posición normal tiene bastante espacio para las piernas y puede abatirse, dejando una superficie plana con un doble fondo que hace superar los 1350 litros de capacidad máxima total.
La terminación interior es muy completa y ofrece información al conductor de todo tipo. No parece que esté centrado en el piloto porque también hay detalles con los que el acompañante puede interactuar y manejar controles como, por ejemplo, el climatizador bizona desde el lateral de su puerta.
Hay tres pantallas diferentes en el puesto de conducción. Una encima del salpicadero (la del navegador), otra tras el volante (con la información de a bordo) y otra sobre el paso del cuadro de mandos (velocidad, revoluciones y ahorro de energía). En la tercera se pueden seguir los momentos de ahorro de combustible o la proximidad al corte de inyección a través de leds. Esto último ni es un indicador de momento óptimo de cambio ni apenas se disfruta porque solo funciona a partir de las 6.000 revoluciones. Sencillamente es poco útil.
La primera y tercera pantalla tienen una visibilidad aceptable. La segunda puede quedar obsoleta cuando incide directamente la luz del sol porque resalta mucho las manchas y el polvo. De noche, sin embargo, el cuadro se convierte en un juego de luces muy atractivo.
El piloto no se sentirá cómodo al cien por cien porque los asientos son de diseño deportivo y no tienen la altura mínima de un compacto coupé con la terminación racing característica (sea mucha o poca). En la posición más baja una persona de 1,75 seguirá encontrándose muy elevada.
La reducida visibilidad provocada por la línea central del portón trasero no está del todo compensada con el tamaño de los retrovisores laterales. Son más grandes de lo normal en este tipo de coches pero no remedian la confianza perdida por el cristal central.
El arranque con el botón Start (a la izquierda del volante) no sustituye la necesidad de hacer contacto con la llave (en la parte derecha). Lo que sí notará el conductor es el buen apoyo del reposabrazos central que, además de mejorar el confort, tiene muy buena capacidad en el interior.
Prestaciones óptimas y buena marcha en carretera
En general este motor está preparado para alguien que busque sensaciones muy típicas de un gasolina y que sea capaz de obviar la sonoridad de un motor que funciona a altas revoluciones. Es divertido porque es potente y, por lo general, el margen al que empuja es amplio (salvo en algunos desarrollos) permitiendo aceleraciones largas sin caídas de potencia.
El conjunto de la transmisión es un acierto total porque la caja es suave, no se notan apenas resistencias de guiado y la posición de la palanca es la más correcta posible. La sexta velocidad tiene una ventaja y un inconveniente: es la única forma de dar al motor un aire tranquilo y ahorrador llaneando, además de moderar el consumo. Sin embargo, hace que el control de velocidad se vuelva ineficaz porque esta marcha no tiene fuerza suficiente como para mantener el ritmo en repechos de dificultad intermedia.
En estas condiciones y en un recorrido de 200 kilómetros hemos registrado un consumo medio de 7,3 litros a los cien. Es capaz de situarse a 205 km/h de velocidad máxima y la aceleración hasta los 100 km/h se puede hacer en algo menos de 9 segundos.
Por el comportamiento tan bravo de su motor no es un coche cómodo en ciudad. Además, a pesar de ser un tres puertas con una longitud moderada, la maniobrabilidad del coche queda algo mermada por las pocas vueltas de volante que tiene. El diámetro de giro no será suficiente en muchas operaciones de aparcamiento.
El Civic Type S está disponible a partir de 21.000 euros. El equipamiento mas alto es el que hemos probado (Heritage Navigation) y pone el precio final en 26.150 euros (con pintura metalizada). La única diferencia con respecto al anterior es el navegador y el techo acristalado (no puede abrirse como uno solar). Este motor de gasolina puede montar el cambio automático i-Shift.
El Civic es el único coche que ha llegado al mercado con tres variantes de carrocería y otras tres opciones de motor. Existe en 3, 4 y 5 puertas y con motores gasolina, diésel y de tecnología híbrida.