Nosotros lo hemos probado con el nuevo motor de gasolina de tres cilindros. La moda de ‘crossoverizar’ cualquier vehículo ha llegado a copar todas las esferas del sector, incluso en marcas que apuestan firmemente por la categoría SUV. Ford es una de ellas. La americana cuenta actualmente con el Ecosport, el Kuga y el Edge como representantes de estas tres siglas. Sin embargo, paralelamente ofrece una nueva gama de productos con el mismo estilo aventurero pero sin las cualidades innatas de los todocaminos.
Bautizados como Active, este apellido ya forma parte de las familias Focus, Fiesta y Ka+. Sí, el urbano reconvertido a utilitario también se ha apuntado a esta moda, combinando así toda la versatilidad de los urbanos, con la estética atrevida de los crossover. Un conjunto que, no voy a negarlo, me suscitaba serias dudas al principio. Sobre todo cuando Ford anunció a principios de año su llegada, pero tras tener a oportunidad de probarlo en profundidad, el Ka+ Active ha terminado por convencerme.
Escápate
Su estética ha sido determinante, pues gracias a la soluciones de estilo crossover, como las protecciones en ambos paragolpes y en los pasos de rueda, las barras de techo, el color Canyon Ridge (que la marca nos dice que es naranja pero que parece marrón) o las llantas exclusivas de 15 pulgadas, el Ka+ aumenta considerablemente su atractivo.
Ficha Técnica Ford Ka+ Active 1.19 Ti
Motor: Gasolina, tres cilindros en línea, atmosférico
Cilindrada: 1.194 cm3
Potencia: 85 CV entre 5.500 y 6.500 rpm
Par: 115 Nm a 4.250 rpm
Velocidad Máxima: 169 km/h
0-100 km/h: 13,5 seg.
Consumo (urbano/extraurb./mixto): 6,8 / 5,0 / 5,7 l/100 km
Emisiones CO2: 129 gr/km
Dimensiones: 3.955 / 1.743 / 1.551 milímetros
Maletero: 270 litros
Peso: 1.176 kg.
Cambio: Manual, de cinco velocidades
Depósito: 42 litros
Precio: 12.400 euros
Precio ud. probada: 15.175 euros
No obstante, el flechazo con este utilitario de 3,95 metros de largo ha terminado por confirmarse al conducirlo. Porque este Ka+ Active además de ser el perfecto compañero para la ciudad, ahora es capaz de adentrarse en terrenos no asfaltados y así permitirnos pasar un estupendo día de picnic. Además de las protecciones ya comentadas y de unas gomas más grandes que las del resto de Ka+ (con una medida de 185/60 R15 en lugar de 195/55 R15), se suma una altura libre al suelo extra de 23 mm. Por tanto, a poco que el camino no sea excesivamente complicado podremos pasar con por él con total confianza.
Con calma
Mecánicamente presenta suculentas novedades en comparación con el Ka+ que probamos hace ya tres años. El 1.19 Ti-VCT de gasolina no solo aumenta un 10% su par entre las 1.000 y las 3.000 rpm, sino que ahora es un tricilíndrico en lugar de un cuatro cilindros. Junto a él, aparece también la versión diésel 1.5 TDCi de 95 CV pensada para aquellos que busquen realizar un buen puñado de kilómetros anualmente.
El encargado de animar a la unidad de nuestra prueba fue el gasolina de 85 CV (el de 70 CV no está disponible para el Active). Es un motor correcto y muy laborioso a la hora de intentar ganar velocidad, pese a que las prestaciones no son, en absoluto, su fuerte. Así lo confirma un paso de 0 a 100 km/h de 13,5 segundos y una punta de 169 km/h. Por suerte, el Ka+ Active registra un peso bastante contenido (solo 1.175 kg) lo que nos permitirá viajar con ligereza incluso en tramos no asfaltados.
Para encontrar ese 10% extra de par del que nos habla Ford, habrá que tener muy agudizados nuestros sentidos y aunque como decimos, el Ka+ Active intenta dar lo mejor de sí, es mejor que le llevemos a un ritmo tranquilo… que no lento. A poco que la aguja baje de 1.500 vueltas, tendremos que echar mano de la transmisión para reducir una relación.
Lo ideal sería que los desarrollos de marcha fueran ligeramente más cortos para así realzar su empuje, pero Ford ha preferido que sean extremadamente largos para así beneficiar el gasto de carburante. Dicho y hecho. Porque durante nuestra prueba, el gasto medio conseguido no superó los 6,5 l/100 km, es decir, menos de un litro por encima del homologado, que no está nada mal.
La decisión es tuya
Llegados a este punto, la decisión de adquirir el Ka+ Active por encima del Ka+ normal queda determinada por nuestras necesidades y por nuestra economía. Si vives en una zona rural, con acceso a pistas de tierra, pero cercana a la capital, esta versión debe ser tu elección. En cambio, si eres un urbanita de pro y lo más cerca que ves el campo es en el Google Maps del móvil, mejor opta por el Ka+ convencional.
La diferencia de precio entre ambos si adquirimos el acabado Ultimate es de 1.050 €, pero en su beneficio, el Active suma un mayor equipamiento de serie con elementos como volante de cuero, control de velocidad de crucero con limitador, cristales tintados, barras de techo, llantas de aleación y una práctica alfombrilla de goma para el maletero que evita que lo ensuciemos en exceso.
En cuanto a los opcionales, no son muchos ni muy costosos, por lo que merecerá la pena sumarlos, más aún si tenemos en cuenta que la marca nos proporciona un descuento comercial de 2.226 €. Entre ellos están los diferentes paquetes como el City de 480 € (retrovisores exteriores plegables y ajustables eléctricamente, los elevalunas eléctricos traseros y el sensor de parking trasero), el Invierno de 450 € (luna delantera calefactable y asientos delanteros calefactables con reposabrazos) o el Confort de 450 € (sensor automático de lluvia y luces, botón de arranque sin llave y retrovisor interior autocrómico), así como la nueva pantalla táctil de 6,5 pulgadas con sistema multimedia SYNC3 en combinación con el climatizador (600 €).