El anterior Focus Tdi de 90 CV se quedaba corto y estaba lejos de conseguir un lugar de privilegio entre las opciones de la gama, pero este nuevo motor TDCI de 115 CV le sitúa entre los mejores. El diseño de este modelo es moderno y atractivo. Es un compacto de líneas suaves, con una altura de 1,43 metros y poco más de 4 metros de largo. En su interior, la sensación de confort es inmediata. El diseño del salpicadero no destaca por nada especial, pero resulta agradable, funcional y accesible. Todos los mandos están a la mano, y la posición al volante es absolutamente cómoda. Los materiales utilizados son de calidad, y las terminaciones irreprochables. Este nuevo Focus está a la venta en carrocería de 3 y 5 puertas, así como la sedan de 4 puertas, y varias combinaciones de equipamiento. El modelo que probamos en AutoScout24 es, en esta ocasión, el de carrocería 5 puertas.
La altura interior, y la habitabilidad de las plazas traseras permiten viajar a cinco adultos de talla media sin excesivos agobios. Pero, como sucede en todos los modelos compactos, si queremos viajar con absoluta comodidad, sobre todo en trayectos largos, es mejor que reservemos las plazas traseras para dos ocupantes. Tiene una batalla de 2,61 metros, por lo que el espacio para las piernas es amplio. El maletero tiene una capacidad de 385 litros, muy aceptable para un coche de estas características.
Las sensaciones más agradables comienzan al poner en marcha el motor. Sus 115 CV de potencia, sus valores de par motor y el turbocompresor de geometría variable, le otorgan el aval suficiente para no decepcionar. Empuja de salida con brío, aunque no de manera excepcional, para ir adquiriendo potencia de forma progresiva y rápida hasta ofrecer una respuesta excelente.
Su buena aerodinámica y su relativa ligereza (pesa 1.250 kilos), le dan un comportamiento dinámico excepcional. Monta una caja de cambios de cinco velocidades, con recorridos cortos, que engrana con suavidad y precisión, y consigue sacarle el máximo rendimiento al motor. Solo parece un poco perezoso al recuperar, desde una reducción brusca. Pero es un coche divertido de conducir, fiable, ágil y rápido. El agarre de este Focus es perfecto, apoyado en unas llantas de 16 pulgadas y neumáticos de 205/50 VR, y una suspensión eficaz. No balancea, parece imposible que se vaya de atrás, la dirección ejecuta exactamente lo que se le pide, y a la hora de frenar entra el ABS para sacarnos de apuros. No es un motor ruidoso. El sonido no parece el típico de un diesel, y realmente cuando lo notamos es a la hora de llenar el depósito de gasolina. La marca da como valores unos consumos medios de 4,3 litros en carretera, 6,7 litros en trazado urbano, y 5,2 en trazado combinado. En nuestra prueba, en trazado urbano prácticamente en su totalidad, el consumo medio apenas superó los siete litros. Unos consumos mínimos para estas prestaciones.
En el apartado de seguridad cuenta con un completo paquete de airbag (lateral de cabeza, delantero y trasero, lateral de tórax delantero, frontal para conductor y acompañante), frenos ABS a las 4 ruedas, distribución electrónica de frenada (EDB-EBS), reposacabezas delanteros y traseros, etc. En el equipamiento interior, lo tiene prácticamente todo. Autorradio con lector CD, espejos y elevalunas eléctricos, mandos al volante, asientos delanteros deportivos, ajustables en altura, volante revestido de cuero, ajustable en altura y profundidad, anclajes Isofix, etc.
Este Ford Focus 1.8 TDCI no tiene nada que envidiar a modelos similares de marcas con tanto prestigio en el segmento como Volkswagen, con su Golf o Toyota, Peugeot, etc.
Un coche enormemente competitivo, si añadimos a sus prestaciones el precio de salida al mercado. Desde 16.000 euros aproximadamente, en función de equipamiento y terminaciones, este coche captará a un amplio abanico de clientes potenciales.