Con un precio de tarifa que roza los 80.000 euros, el Ford Explorer ST Line puede que asuste a muchos, pero después de haberlo probado y con la calculadora en la mano, la realidad es que para conseguir cualquier otro coche de 7 plazas, con etiqueta Cero y más de 450 CV de potencia no hay nada por debajo de los 100.000 euros (Lexus RX 450h L, Volvo XC90, BMW X5 7 plazas...) y los riavales que hay por encima de los 6 dígitos no son necesariamente mejores que el Ford Explorer ST Line 2021.
Ford es consciente de que el Explorer 2021 es un coche caro, por eso ofrece una campaña con casi 10.000 euros de descuento que deja a este gran SUV híbrido enchufable en el filo de los 70.000 euros, un precio por el que no hay rival que se le acerque.
El Ford Explorer ST Line 2021 ofrece un equipamiento completísimo, unas prestaciones excelentes, se comporta bien, es espacioso y además cuenta con las ventajas de la etiqueta Cero gracias a sus 48 km de autonomía eléctrica. Su único pecado es no tener un nombre con más pedeegree, pero deja claro por qué es el tercer modelo más vendido de Ford en el mundo, sólo por detrás de la mítica F-150 y el Ford Kuga.
Ford Explorer ST Line 2021: más europeo que nunca
En cuanto a sus líneas, claramente están inspiradas en los modelos más lujosos de Land Rover, con un frontal que recuerda al de los Range Rover en detalles como la parrilla, los faros o el poner el nombre del modelo en el filo del capó. También los marcos del parabrisas en negro brillante y las proporciones del Explorer recuerdan mucho a las de modelos como el Range Rover Sport.
Con 5,05 metros de largo, 1,8 de alto y 2 de ancho sin los retrovisores, el Ford Explorer se ve enorme porque lo es. Sus acabados y ajustes son buenos y su diseño es atractivo, de hecho, durante la prueba me ha llamado la atención la cantidad de personas que se quedan mirando o se paran a verlo bien. Eso sí, ojo al aparcarlo en batería porque con su anchura y los estándares de las plazas de aparcamiento en España, apenas tendrás espacio para abrir las puertas y poder subir o bajar de él.
El Explorer se ofrece en España sólo con el acabado ST Line y es un acierto. Las llantas de 20 pulgadas y los detalles de este acabado como el entramado de la rejilla delantera le sientan muy bien y le dan un toque más juvenil y desenfadado a este gran SUV familiar de 7 plazas.
Ford Explorer ST Line 2021: espacioso y bien equipado
Los pasajeros de la tercera fila cuentan con más espacio que en otros rivales como pueden ser el Lexus RX 450h de siete plazas. No son tan cómodas como las otras 5, pero son más cómodas y amplias de lo que suele ser habitual en estos coches de 7 plazas.
El Ford Explorer ST Line cuenta con asientos tapizados en cuero, los delanteros son calefactados y ventilados, los materiales son buenos y los ajustes también, aunque hay algunas partes con plásticos algo "cutres" como la tapa imitando aluminio en la consola central, pero en general, aunque no llega a la calidad que transmiten modelos de Lexus, BMW o Volvo, tampoco desmerecen, sobre todo si tenemos en cuenta la diferencia de precio.
En la segunda fila es una pena que sólo sean desplazables longitudinalmente las plazas de los lados y la central sea fija. En todas ellas se viaja cómodo y con buenos niveles de confort, tanto por el espacio o la climatización como por la visibilidad que tenemos en ellas, al ir sentados muy erguidos.
En cuanto al equipamiento, el Explorer está muy bien servido en todos los campos. Asientos y volante calefactado, (los delanteros también ventilados), climatizador multizona con mandos independientes para las plazas traseras, cortinillas en las puertas, tercera fila de asientos abatible eléctricamente, techo panorámico... no está mal en el apartado de confort.
Si analizamos la seguridad, el Ford Explorer incluye la mayoría de los asistentes avanzados a la conducción que hay disponibles: asistente automático de aparcamiento (además, hace la maniobra completa, cambiando de marcha atrás y hacia delante automáticamente), control de crucero adaptativo, alerta de fatiga, alerta de colisión con frenado de emergencia, asistente de mantenimiento en el carril, alerta de ángulo muerto, etc.
La conectividad está garantizada por el sistema SYNC3, con Apple Car Play, Android Auto, puerto de carga inalámbrico, navegador integrado y un sistema de audio de gran calidad de sonido gracias a Bang & Olufsen.
Ford Explorer ST Line 2021: 7 plazas con etiqueta Cero
El Explorer cuenta con un motor V6 de gasolina que alcanza por sí solo los 357 CV y va asociado a una caja de cambios de 10 marchas automática, la misma que está disponible en el Mustang GT. Este motor cuenta con el apoyo de otro motor eléctrico de 100 CV alimentado por unas baterías de 13,1 kWh de capacidad que ofrece 48 km de autonomía en modo 100% eléctrico.
Lo cierto es que durante la prueba no he conseguido hacer más de 35 km en modo eléctrico. Si nuestro día a día se resuelve en ese rango de distancias de recorrido, alrededor de los 40 km la verdad es que el coste de utilización del Ford Explorer es muy interesante, al poder movernos con una energía que por ahora es mucho más económica, siempre que podamos cargarlo, obviamente, algo que se hace en unas cuatro horas y media si disponemos de un enchufe de 3,7 kW de potencia.
Si nuestro recorrido es de más distancia, los consumos una vez agotada la posibilidad de ir en modo eléctrico y trabajando como un híbrido tradicional, la potencia total disponible es de 457 CV y los consumos son elevados, como no podía ser de otra manera en un coche de 2,5 toneladas en orden de marcha, mala aerodinámica y la potencia de un superdeportivo.
En concreto, los consumos del Ford Explorer ST Line medidos en la prueba han sido (sin usar el modo eléctrico):
- Ciudad: 13,5 l/100 km
- Autopista: 10,8 l/100 km
- Carretera: 8,5 l/100 km
Con estos consumos y un depósito de 68 litros, la autonomía del Ford Explorer ronda los 650 km.
Ford Explorer ST Line 2021: para viajar a todo tren
Obviamente, no es el mejor ratoneando por las calles en ciudad, donde sus 2 metros de ancho y más de 5 metros de largo necesitan espacio. Sin embargo, el cambio automático y el uso en modo eléctrico hacen que sea muy sencillo de conducir incluso en la urbe.
En carreteras secundarias es más ágil de lo que podamos pensar por su peso y tamaño y los adelantamientos no pueden ser más seguros. Cuando pisamos a fondo y soltamos los 457 CV, el Explorer es como un deportivo adelantando camiones.
Su hábitat natural son las autopistas y carreteras tipo redia donde el tamaño no nos impone tanto respeto. Es muy cómodo para rodar y hacer largos viajes, aunque las suspensiones son algo secas en extensión.
Fuera del asfalto tenemos la tracción total como aliada, pero el tamaño y los neumáticos nos van a limitar bastante. No es un coche para campo extremo o zonas trialeras, pero sí podemos aventurarnos con bastantes garantías en pistas o cuando las condiciones de adherencia no son las mejores (con nieve, por ejemplo).
En definitiva, el Ford Explorer ST Line está a la altura de sus rivales en cuanto a seguridad, prestaciones y facilidad de conducción.
