Todo indica que esta máxima no se cumplió en el caso del Fiat Bravo, del que la marca italiana tanto se enorgullece (al menos, de cara a sus accionistas) por haberlo creado en tan en sólo nueve meses cuando lo habitual es emplear entre 18 y 28. Eso sí, lo han conseguido tras utilizar avanzadas técnicas de realidad virtual y efectuar una inversión de 350 millones de euros. El resultado es un compacto de 4,34 m de largo que reemplaza al poco afortunado Stilo del año 2001 -modelo que toma como base… y del que aprovecha el 30% de sus piezas-, ofreciendo lo que a aquél le faltaba: un diseño que guste.
A ello hay que sumar una mejor calidad de acabado -aunque no perfecta, ver parte inferior-, un maletero mayor que el de sus rivales -400 litros frente a los 350 de la media- y la incorporación de un novedoso motor de gasolina de baja cilindrada -1.4 litros-, pero con turbo y dos niveles de potencia: 120 y 150 CV que llego en mayo y septiembre, respectivamente. Mientras tanto, la versión más vendida fue el 1.9 JTD 120 CV, que ofrecio un consumo y nivel de ruido razonables, pero que está por detrás de los rivales en prestaciones y agrado de conducción. La versión estrella llego en 2008: el 1.6 JTD de la misma potencia.
Era de esperar.- El Bravo acaba de superar las pruebas de choque de EuroNcap, logrando la máxima puntuación -cinco estrellas- en el test de impacto frontal, y tres sobre cinco en el de protección a niños.
El Bravo ofrece de serie luces suplementarias de cruce, integradas en los antinieblas –se encienden al girar el volante o al accionar el intermitente a baja velocidad y alumbran en dirección perpendicular a la marcha– y faros de xenón. En cambio, no ofrecerá -ni en opción- faros bi-xenon ni giratorios. Inspirado en el de los años 60.- Con este modelo, Fiat estrena un nuevo emblema –y van 14 a lo largo de toda su historia–. Según la marca, representa el “cambio en la continuidad”.
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