Hace unos días que os hablamos del nuevo FIAT 500X Sport. La nueva edición deportiva que la firma transalpina acaba de poner a la venta con el objetivo, por un lado, de seguir aumentando el número de clientes de uno de sus productos más exitosos y, por otro, de dotarle de ese aspecto más Rácing a un modelo con tintes bastante aventureros. Y ahora por fin hemos podido ponernos a sus mandos.
Intentando pasar por encima los múltiples detalles estéticos que le diferencian, y de los que os hablamos en ese artículo previo, cierto es que no podemos dejar pasar uno de los comentarios más generalizados durante esta toma de contacto: lo bien que le sienta este atuendo al crossover italiano.
Se deja ver
Quizá sea porque nuestra unidad iba dotada no solo del color Rojo Seduzzione (exclusivo para este 500X Sport) o de las llantas opcionales de 19 pulgadas (únicamente suponen un sobrecoste de 300€ frente a las de 18” que monta de serie) sobre neumáticos en medida 225/45 R19, pero lo cierto es que gana en atractivo.
Y ya no digamos un habitáculo que mantiene esa funcionalidad y amplitud del resto de la gama, añadiendo toques tan deportivos como los pedales de aluminio, las costuras en contraste, la moldura frontal en gris titanio o el forraje de Alcantara tanto para el volante (deportivo) como para la zona superior del cuentarrevoluciones.
Algo más durito
Pero la guinda está sin duda en una dinámica de conducción inigualable por cualquier otro FIAT 500X Sport. Está claro que las medidas adoptadas en post de ofrecer un comportamiento deportivo se han conseguido y sin hacer uso de un botón Sport específico, conseguimos un coche tan perfecto para el día a día como para una jornada de curvas en cualquier carretera de montaña.
Para lograrlo, se ha modificado buena parte del esquema de suspensiones, incorporando muelles más cortos, que han rebajado la altura de la carrocería en 13 mm, y amortiguadores más firmes. Pero además han introducido la tecnología FSD de amortiguación de frecuencia variable que, automáticamente, permite adaptar la dureza de los mismos cambiando la frecuencia de impacto y obteniendo así una respuesta redonda.
Ahora bien, en marcha le percibimos como un vehículo durito, que no seco, pero sí más durito de lo normal. Cierto es que esa puesta a punto ha conseguido reducir tanto el subviraje como el sobreviraje, al tiempo que la estabilidad en el paso por curva se ha mejorado. Hay menos balanceos y las trazadas son más efectivas que en los 500X Urban o Cross.
Desde FIAT nos aseguran que el calibrado de la dirección también ha sido modificado aunque sigue sin resultar tan directa y comunicativa como la de otros rivales con el mismo talante, mientras que los frenos, sin dejar de ser efectivos sí podrían haber aumentado su diámetro para ganar en eficacia.
Sube de vueltas
No obstante, estas dos pequeñas críticas no empañan un conjunto que nos deja con un excelente sabor de boca tras probarlo por el que, además, suele ser nuestro circuito de pruebas habitual. En los revirados vértices del puerto de Colmenar Viejo, además, llegamos a la conclusión de que el motor 1.3 FireFly Turbo de 150 CV es el socio perfecto para sacar todo el partido al espíritu competitivo de este 500X.
No descubrimos nada de un motor que ya pudimos probar en la presentación de hace un año, pero sí confirmamos que es la mejor opción para esta versión. Más aún si tenemos en cuenta que se combina, de serie, con la transmisión automática DCT de seis relaciones, cuya efectividad sigue siendo muy notable pese a que ofrece algo más de lag (retardo) de la cuenta en aceleraciones súbitas.
Pero aquí de nuevo hay que ensalzar la labor de los ingenieros italianos quienes consiguen que su caja se comporte como el Dr. Jekyll and Mr. Hyde al ser tan apta para circular a régimen suave como para estirar la aguja hasta más allá de las 6.000 rpm sin despeinarse. Y todo, de nuevo, sin tener que pulsar un botón de Sport adicional.
Ahora bien, quienes prefieran gozar únicamente de ese aspecto más deportivo, han de saber que este 500X Sport también se oferta con el motor de gasolina 1.0 FireFly Turbo de 120 CV asociado a la transmisión manual de seis relaciones y con el diésel 1.6 MultiJet de 120 CV con la DCT de seis relaciones. Eso sí, en ninguno de los tres casos aparece un sistema de motricidad avanzado como el que sí posee el 500X Cross.
Ya a la venta
FIAT ya ofrece en su red de concesionarios este 500X Sport por un precio que arranca en los 23.950 € para el 1.0 Turbo, siguen en los 26.950 € para el 1.3 Turbo y finalizan en los 23.145 € para el diésel. No obstante, con la campaña comercial impuesta por FIAT esta tarifa se reduce, respectivamente, hasta los 18.595 €, 20.981 € y 23.145 €. Valores que aún pueden bajar más si aplicamos una financiación cuya gran novedad es, además, el acople de una garantía de 10 años (la mayor del sector) o para un límite de kilometraje de 100.000 km.
En cuanto al equipamiento de serie todos los 500X Sport suman llantas de 18”, tapicería en cuero, volante deportivo forrado en Alcantara, Faros Full LED, sistema multimedia UConnect con pantalla de 7 pulgadas con navegador y sincronización móvil mediante Apple CarPlay o Android Auto, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, cámara marcha atrás, cristales tintados…
En definitiva, el as que le faltaba a una familia 500X que ya de por sí es una jugada maestra.