El hecho de acceder a un coche eléctrico es todavía opcional en muchos o incluso en la mayoría de los territorios del país. Sin embargo, en las grandes ciudades -entiéndase por ellas las que cuentan con más de 50.000 habitantes- la movilidad de cero emisiones no solo se está empezando a implantar cada vez con más fuerza, sino que dentro de muy poco (en apenas año y medio) deberá prevalecer sobre las soluciones tradicionales relacionadas con la combustión. En semejante escenario aparece un resurgido Fiat 500e 100% eléctrico que de nuevo se aclimata a nuestras necesidades y que, gracias a su atractiva imagen, a sus reducidas cotas, a su mejorada tecnología y a su eficiencia, se sitúa como una de las mejores opciones para quienes se mueven constantemente por las metrópolis.
El Fiat 500 vuelve a reinventarse para la era eléctrica
Este nuevo 500e que acabamos de probar y que, por cierto, encuentra en el Peugeot 208-e a uno de sus principales rivales, llega en dos versiones distintas. Por un lado, puede equipar un motor de 70 kW o 95 CV de potencia combinado con una batería de 21,3 kWh de capacidad neta que homologa 180 km de autonomía, según el ciclo WLTP.
En nuestro caso, hemos optado por analizar el más capaz: un 500e con motor de 87 kW o 118 CV de potencia y batería de algo más de 37 kWh de capacidad neta, suficiente para completar unos 320 km de autonomía teórica. De este modo, la marca italiana se asegura de ofrecer una alternativa con garantías tanto al usuario que menos kilómetros hace al día como al que más recorre la ciudad y sus alrededores.
Nuestra unidad de pruebas, además, se corresponde con la versión de carrocería Berlina (hay un descapotable y un 3+1 con puertas traseras suicidas) y con el acabado más alto de la gama, el Icon.
En lo que respecta a la estética, los cambios son leves pero desde mi punto de vista acertados, ya que le dan un aire más fresco y moderno al 500e y lo diferencian de sus hermanos de gasolina. Por un lado tenemos una parrilla carenada, como es habitual en los eléctricos. En este caso está protagonizada por el número 500, que ya es en sí una marca, en lugar de la insignia de Fiat, que se ha optado por colocar en el portón del maletero. También tenemos nuevos diseños de llantas más aerodinámicas (diamantadas y de 17 pulgadas en nuestro coche), nuevas ópticas (full led en el tope de gama) y nuevos paragolpes.
El mejor Fiat 500 de la historia
La calidad percibida, tanto en el exterior como en el interior, es mucho más alta que antes, con unos buenos ajustes, plásticos duros pero de tacto y aspecto agradable y detalles como la apertura de puertas eléctrica que le dan un cierto carácter premium.
El habitáculo además recibe una carga tecnológica digna de la era en la que nos encontramos: equipa de serie en todas las versiones un cuadro de instrumentos digital con pantalla de 7 pulgadas y una pantalla central táctil para el sistema de infoentretenimiento con conectividad y navegación que puede alcanzar las 10,25 pulgadas. También se ha mejorado, por supuesto, el apartado de seguridad con asistentes que son ya comunes en modelos del segmento.
¿Cómo va el nuevo Fiat 500e?
El comportamiento dinámico del nuevo 500e se resume diciendo que se adapta correctamente a todo tipo de situaciones y circunstancias para las que ha sido engendrado. Es decir, tanto en ciudad como en circunvalaciones o vías rápidas notamos un coche que es lo suficientemente cómodo para completar todos los recorridos urbanos y periurbanos necesarios en el día a día sin la menor presencia de fatiga.
En secundarias, pese a ser quizá el contexto en el que menos rodará durante su vida útil, también se siente un coche ágil y estable que incluso llega a ser divertido, gracias a ese par instantáneo tan característico de estas mecánicas y a un chasis que, si bien no está configurado para este tipo de conducción, sí nos garantiza un dinamismo envidiable en un eléctrico sin pretensiones deportivas.
La dirección cuenta con una asistencia blandita y brinda una precisión muy buena. De hecho, es digno de alabar su reducido radio de giro, algo que agradeceremos sobre todo cuando nos toque maniobrar en pleno centro urbano.
El conductor puede variar la entrega de par y el nivel de retención del motor desde el selector de modos de conducción. Existen tres: Normal, Range y Sherpa. Los dos últimos, con los que se puede practicar la conducción one pedal, están diseñados para obtener la máxima autonomía posible (sobre todo el Sherpa, que limita la velocidad a 80 km/h y desactiva climatización, calefacción de asientos y todo aquello que consuma energía más allá de la necesaria para mover el coche.)
¿Qué versión del Fiat 500e escoger?
Este 500 más potente y capaz puede ser la alternativa correcta para quien viva en zonas periurbanas o incluso en zonas más alejadas de la ciudad, pero lo cierto es que el básico ya es suficiente para los que viven en la ciudad o en las afueras y quieren un coche para el día a día sin restricción alguna. Incluso, esos poco menos de 200 km teóricos nos permiten circular sin ningún miedo durante dos o tres días, por lo que podemos recargar la batería o cada noche aprovechando la tarifa reducida, si es lo que conviene al usuario, o un par de veces o tres a la semana.
Hablando de enchufes, las potencias máximas que aceptan son 50 y 85 kW en el caso de esta versión. Nuestra unidad puede recargar el 80% de su batería en una media hora si recurrimos a un cargador rápido como los de la red Ionity, por ejemplo. No obstante, lo normal será utilizar una Wallbox de 3 o 7,4 kW, como la que ofrece Fiat comprando la edición especial de lanzamiento, que lo llenarán en unas 13-14 horas y 6 horas, respectivamente.
