Que los SUV han acaparado prácticamente toda la atención del mercado se comprueba en el hecho de que una marca históricamente favorable a la berlinas como es DS, reiniciara su andadura con dos todocaminos: el DS 7 Crossback y el DS 3 Crossback. Pero ‘la cabra tira al monte’ como se dice coloquialmente y la firma de lujo francesa ya vuelve a tener en su portfolio de productos una berlina de representación. Su nombre: DS 9.
Un modelo que sigue ese hilo histórico que comenzó hace 66 cuando en 1955 se presentó en el Salón de París el DS Tiburón, dejando sorprendidos a todos los allí presentes. Dado que ya le conocimos en estático hace algunos meses y ahora nos vamos a centrar principalmente en cómo va este nuevo DS 9.
Sin embargo, no podemos dejar de mencionar no la progresión cualitativa que está experimentando DS y que se refleja en este DS 9 en forma de berlina de gran categoría. Con nada menos que 4,93 metros de largo el buque insignia galo se codea principalmente con modelos como el Audi A6 o el Volvo S90 aunque desde la marca nos confirman que su reflejo o su competencia está directamente relacionada con los Clase C, Serie 3 y compañía.
Nosotros no vamos a ser quien dude de la estrategia comercial de DS pero viendo cómo luce su interior y, sobre todo, cómo se preocupa de cuidar a sus ocupantes traseros, le vemos incluso más como una berlina de representación que como una media. Y es que los DS 9 que añadan el opcional de los asientos DS Lounge traseros conseguirán que sus ocupantes se trasladen a la mejor clase Business que se les pase por la cabeza. Los responsables, unos asientos anchos y confortables en los que además de ventilación y calefacción cuentan con función masaje. Queda incluso eclipsado el gran espacio para las piernas que atesora gracias a su batalla de 2,90 metros.
Probamos el DS9 E-TENSE 225
Pero como diría aquel “yo he venido a hablar de mi libro” y ese no es otro que saber cómo va este DS 9. La oferta comercial la componen, de momento, tres alternativas con un claro enfoque hacia la hibridación enchufable. No en vano, durante el 2022 llegará una tercera versión con 250 CV y un 30% más de autonomía eléctrica que el E-TENSE de 225 CV.
Para esta toma de contacto nosotros hemos podido probar las tres actuales, haciendo especial hincapié en el E-TENSE 225. Dotado de la etiqueta CERO de la DGT gracias a sus 50 km de autonomía eléctrica queríamos comprobar si merece la pena haber dejado de lado el diésel o si renta frente al gasolina PureTech de igual potencia con un precio 1.600 € inferior para este último.
La respuesta en realidad quedaría al gusto de cada uno. Me explico. Que DS haya decidido prescindir del diésel se puede entender para dar mayor oportunidad comercial al E-TENSE. Sobre el papel lo cumple con un gasto medio homologado de 1,5 l/100 km y esa autonomía eléctrica. Pero dado que el usuario de este modelo centrará su rodar en carretera abierta, lo más probable es que no baje de los 7 l/100 km registrados por nosotros. Es un excelente dato que reduce en 1,5 litros el conseguido con el PureTech al que se le suma además un confort y una calidad de rodaduras mucho mejores, pero nos queda la duda de saber cuánto habría gastado un BlueHDI de 180 CV (apostamos a que menos de 6 l/100 km).
En lo referente al empuje y al dinamismo, apenas hay diferencias frente al gasolina ‘puro’ si bien es más reactivo en las arrancadas gracias al aparición del módulo eléctrico. Los dos están gestionados por una caja de cambios automática de ocho relaciones y en carretera sinuosa los 300 kilos de más del E-TENSE apenas se perciben. Además, ambos cubican el mismo maletero: 510 litros.
Ahora bien, pese a consumir menos, la autonomía final es más justa que la de su hermano de gasolina pues el depósito de combustible cuenta con 18 litros menos de capacidad (42 frente a 60). Eso se traduce en una autonomía real de unos 600 kilómetros si mantenemos ese gasto de 7 l/100 km viniendo a ser casi 150 menos que el gasolina. Un depósito que se mantiene en el DS 9 E-TENSE 4x4 con 360 CV cuyo gasto se disparará seguramente a más de 8,5 l/100 km de media, reduciendo hasta los 500 km el rango.
Ahora bien, esta última versión sorprende por lo contundente que es, sobre todo en las arrancadas. La suma de un segundo motor eléctrico de 113 CV no solo está destinada a proporcionarle tracción total sino a aumentar el rendimiento a los 360 CV y 520 Nm de par con los que no es de extrañar que consiga 5,2 segundos para pasar de 0 a 100 km.
Pero ojo, porque el E-TENSE esconde muchas virtudes y no me refiero a la etiqueta CERO que luce en el parabrisas sino a conseguir un gasto medio inferior a los 3,5 l/100 km si los trayectos son cortos y tenemos a nuestra disposición una toma de corriente. Porque otra de las ventajas de este DS 9 es que embarca un cargador de 7,4 kW permitiéndole ‘repostar’ la energía en menos de 2 horas en un enchufe de similar potencia. Tiempo que asciende hasta las seis en una doméstica, lo cual tampoco es excesivo.
En definitiva
El regreso de DS al segmento de las berlinas no podía ser más sonado. El DS 9 cumple de sobra con lo que uno espera de un modelo de la firma gala. Refinamiento, espacio, lujo, materiales cuidados y eficiencia, mucha eficiencia. No compartimos la decisión de haber suprimido el diésel, más cuando el resto de competidores sí lo mantienen pero la apuesta de la marca francesa tiene clave de enchufe.
El E-TENSE de 225 CV se posiciona como la opción perfecta para conseguir el máximo refinamiento con el gasto de combustible más ajustado. Además, resulta tener un precio de partida más que atractivo, inferior a esos modelos del segmento E contra los que compite y no mucho más caro que los del segmento D. En concreto hablamos de un precio que parte de los 54.030 € para el PureTech de 225 CV y de 55.630 € para el E-TENSE de 225 CV mientras que el E-TENSE de 360 CV ya asciende a casi los 67.000 €.
