Gran Turismo de Inyección o para que todos lo entendáis mejor: GTI. Sin lugar a dudas, las siglas más reconocidas de la historia del automóvil. Definitorias de infinidad de modelos pero propiedad de uno solo: el Golf. En 1976, dos años después de lanzar el Golf, la firma alemana dio una vuelta de tuerca más a aquel proyecto presentando el primer Golf GTI de la historia, el mismo que iniciaría una exitosa saga y que lo acabaría por convertir en un icono de la automoción.
Pero casi una década antes de que existiera siquiera el Golf, la deportividad ya se fraguaba al otro lado del Canal de la Mancha. En Gran Bretaña, MINI ya había desarrollado una línea deportiva de sus modelos gracias al conocimiento de John Cooper. Para concretar, dos fechas: 1964 y 1965, años en los que la firma inglesa ganó el Rally de Montecarlo, pudiendo haber completado un triplete si en el 66 no se lo hubieran ‘robado’.
No obstante, es evidente que si alguien piensa en un GTI lo hará en un Golf y no en un MINI JCW (John Cooper Works). Y aquí es donde entra en juego esta comparativa, analizando y enfrentando a los que son dos de los hot-hach más emocionantes e icónicos del momento. Como si de un combate de boxeo se tratase en una de las esquinas tenemos al Golf GTI de octava generación, con un diseño continuista y una dinámica de conducción mejorada; mientras que el rincón opuesto está el MINI Clubman JCW, con un motor evolucionado que escala hasta nada menos que los 306 CV, convirtiéndole en el MINI más rápido de la historia.
Muchos podréis pensar que es una comparativa descompensada ya que mientras que el alemán es un vehículo de tracción delantera con un motor de 245 CV, el británico propone un rendimiento de 306 CV y cuenta con un sistema de tracción integral ALL4. Pero a nosotros nos gusta el riesgo y pese a que el competidor directo del inglés podría ser el Golf R, no hay siglas más míticas que las GTI. Conseguirá entonces el MINI destronar al Golf del peldaño más alto? Si pinchas en el vídeo que te hemos puesto arriba, lo descubrirás.
