Que hayamos llegado a un momento en el que el mercado solo respira SUV se debe, principalmente al Nissan Qashqai. El mismo que acaba de estrenar su tercera generación con el objetivo de recuperar el cetro de mando de la categoría. De momento, empezamos a ponerle las cosas difíciles al enfrentarle a un modelo tan importante como el Kuga.
Sí, somos conscientes de que el modelo americano con pasaporte español (se fabrica para todo el mundo en la planta de Alumsafes) es ligeramente más grande ya que sus 4,61 metros de largo le sitúan en la frontera de los SUV medios, y que a día de hoy ofrece más tecnología electrificada, pero es un rival directo del Qashqai por precio.
Y es que los dos modelos que comparamos en este video tienen un precio de partida similar, de aproximadamente 25.000 euros en sus motorizaciones más básicas, llegando al ámbito de los 37.000 euros en las unidades que tenéis aquí. Unidades que corresponden con los niveles altos, Tekna+ en el Qashqai y ST Line X en el Kuga (hay otro más lujoso llamado Vignale). Más puntos a tener en cuenta, que el Kuga aunque ofrece motorizaciones microhíbridas en su gama aquí hemos optado por la híbrida completa, la de 190 CV mientras que el Qashqai solo está disponible, de momento, con dos bloques microhibridados de 140 y 158 CV (el protagonista de esta prueba).
Una muestra más de que el Qashqai ha elevado sustancialmente sus aspiraciones económicos respecto al primer modelo que surgió hace casi tres lustros. Y he aquí uno de los puntos determinantes de esta comparativa, renta más adquirir un coche completo hasta los dientes con un sistema microhíbrido o es preferible optar por un híbrido ‘de verdad’ con menos equipamiento. Decimos esto último porque, ojo, si quieres equiparar el Kuga en equipamiento deberás tener un colchón económico extra de 7.000 euros ya que con todas las opciones que monta, el precio se dispara hasta los casi 45.000 euros.
Sea como fuere, Nissan vuelve con fuerza al segmento que ella misma democratizó hace 15 años con su primer Qashqai. Desde entonces, mucho han cambiado las cosas, de tener prácticamente menos de cinco rivales a tener que lidiar con más de una treintena, incluidos algunos más grandes como este Kuga. En favor del nipón, el nombre, el salto de calidad dado y, sobre todo, la habitabilidad interna pues con 20 cm menos de longitud ofrece una zona trasera amplia y un maletero de 504 litros casi 100 más que los del Kuga.
En cambio, el modelo hispano-americano se defiende con una calidad de construcción ligeramente superior, una zona trasera bastante más habitable, los 15 cm de desplazamiento longitudinal de sus plazas traseras que le permiten aumentar la capacidad del maletero hasta los 580 litros y principalmente una dinámica de conducción inigualable a la que se suma un sistema híbrido bastante más ahorrador que el de su rival.