Hace años, quien no podía optar por un Astra OPC elegía un Corsa OPC, quien no tenía el dinero suficiente para comprar un León Cupra escogía un Ibiza Cupra y hoy quien ve al i30 N como demasiado radical opta por un i20 N. En el caso de Ford el que no quiere un Focus ST ahora puede optar o por un Fiesta ST o por tu Puma ST. Llegados a este punto muchos pensaréis ¿por qué no lo comparamos con un Kona N? Primero, porque ofrece un mayor rendimiento y segundo porque el motivo de esta compa no es otro que descubrir si los todocaminos pueden ser tan deportivos como un mini hot-hacht de toda la vida.
Los dos son un auténtico referente en sus respectivas categorías. De hecho, el Puma ST no tiene rival porque ni el mencionado Kona N ni el T-Roc R son rivales al superarle por 80 y 120 CV, respectivamete. Ofrece el mismo tacto deportivo que el Fiesta ST con una mayor altura libre al suelo y con unos neumáticos, eso sí, en medida 225/40 R19 que penaliza el comportamiento en ciertos contextos. Su motor 1.5 Turbo de 3 cilindros en una auténtica delicia para rodar rápido. Genera 200 CV y 320 Nm de par necesitando 6,7 segundos para pasar de 0 a 100 km/h con 220 km/h de velocidad punta.
Cuenta con cuatro modos de conducción Normal, Eco, Sport, Circuito y Resbaladizo y con un chasis de los más ágiles que hay. La altura libre al suelo es de 152 mm, un pelín más que en el Fiesta y el ESC ofrece un modo Sport que aumenta las sensaciones. En opción puede montar el Paquete Performance que cuesta 909 euros y suma el diferencial de deslizamiento limitado y Launch Control. Si bien el Puma ST es una auténtica delicia, tanto que no parece un SUV ni mucho menos. Pero si quieres que algo no parezca un SUV, no te compres un SUV. Y si tienes que elegir, cómprate este i20 N que te va a dejar, ¡boquiabierto!
El i20 N, por su parte, sí es un mini GTI en toda regla. Entre algunas de sus pinceladas, el escape deportivo o los modos Custom 1 y Custom 2 con los que se puede personalizar al gusto mi configuración dinámica y mecánica, al estilo de los Audi RS o BMW M. La puesta a punto del chasis es encomiable, demasiado radical para el día a día quizá por la dureza extrema de la suspensión. Se nota que su puesta a punto se ha llevado a cabo en Nürburgring. En cuanto al motor, opta por un cuatro cilindros de 1.6 litros Turbo que entrega 204 CV y 304 Nm de par. Lo impresionante de este motor es que es infatigable. Entrega toda su fuerza a partir de las 1.700 rpm y no deja de empujar hasta casi llegar a las 6.000 rpm. Acelera de 0 a 100 km/h en 6,2 segundos y alcanza los 230 km/h, vamos lo más parecido a un mini cohete.
Estéticamente no son comparables aunque ambos ofrecen un diseño de lo más deportivo, con elementos como las llantas de 19 pulgadas en el Puma, el alerón posterior en el i20 N que ofrece más carga aerodinámica, frenos pintados en rojo en ambos modelos, paragolpes sobredimensionados, asientos de corte deportivo (bacquet en el coreano y firmados por Recaro en el americano), pantallas exclusivas, sistemas de arranque Launch Control…
Con todo, el precio del Puma ST es significativamente más caro. De hecho, parte de los 35.161 euros que con los descuentos se queda en 29.255 euros. A eso hay que sumar los 702 € de la pintura verde, los 909 euros del paquete Performance, los 207 € por los sensores de parking y la cámara trasera que el i20 N trae de serie, los 372 € del portón eléctrico que el coreano no puede montar y los 826 euros del techo solar que lo único que hace es sumar peso. En total 32.271 euros con descuentos que se convierten en 38.177 euros sin ellos mientras que el i20 N cuesta 30.540 € a tocateja y 26.640 euros con promociones. ¿Con cuál te quedas tú?