La generación del Toyota RAV4 que probamos en este vídeo es la quinta, que salió al mercado en 2020, y que se ha ido actualizando durante estos últimos cinco años para mantenerse competitivo frente a sus rivales. El RAV4 ofrece dos versiones distintas, una híbrida de 220 CV y tracción delantera y la que aparece en esta prueba, la versión híbrida enchufable de 309 CV con tracción a las cuatro ruedas.
El RAV4 híbrido enchufable cuenta con una batería de 18,1 kWh brutos que se puede cargar hasta a 6 kW en corriente alterna y permite una autonomía de 75 kilómetros en modo eléctrico. Alimenta dos motores eléctricos: uno de 182 CV situado en el eje delantero y a otro motor de 54 CV en el eje trasero. Además, cuenta con un motor térmico de cuatro cilindros atmosférico de 2.500 cm³ que genera 185 CV. Todo este sistema va asociado a una caja de cambios automática epicicloidal con múltiples velocidades.
En esta última generación, y por primera vez en este modelo, el Skoda Kodiaq cuenta con una versión híbrida enchufable. Monta un motor 1.5 TSI de 150 CV unido a un motor eléctrico de 116 CV y a una batería de 25,7 kWh, la cuál podemos cargar hasta a 11 kW. Esta batería le permite recorrer un total de 123 kilómetros en modo 100% eléctrico. Este sistema va unido a una caja de cambios automática de doble embrague de seis marchas (eDSG).
El Toyota RAV4 Plug-in Hybrid 220PH es más barato que el Skoda Kodiaq 1.5 TSI iV PHEV, con un precio de partida de 45.000 euros, 4.000 menos que el Skoda. Además, cuenta con tracción total y más potencia, aunque tiene menos autonomía eléctrica.
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