Tratando de sacar aún más jugo de las carrocerías de tipo SUV, absolutas dominadoras del mercado, los fabricantes han empezado a lanzar una nuevas variantes de estilo más deportivo que catalogan como SUV coupé, un tipo de modelo que está presente en los catálogos de las marcas premium desde hace años pero que a las generalistas ha tardado un poco más en llegar. El Renault Arkana y el Citroën C4 X son dos buenos ejemplos, aunque en el caso de Citroën sería más correcto hablar de crossover, ya que su altura es menos elevada y la propia marca no lo encuadra en la categoría SUV.
El Renault Arkana se construye sobre la plataforma del Renault Clio y ofrece una gama de motores totalmente electrificada con versiones microhíbridas e híbridas que lucen la etiqueta Eco de la DGT. Su acogida en el mercado ha sido bastante buena y destaca por la posibilidades de personalización que ofrece.
El Citroën C4 X deriva del C4 respecto al que aumenta la longitud en más de 20 centímetros. Su gama mecánica se compone de dos motores de gasolina y un motor diésel que no cuentan con ningún tipo de hibridación y, por lo tanto, lucen la etiqueta C. Además, se ofrece una versión 100% eléctrica de 136 CV que homologa 360 kilómetros de autonomía.
El maletero del Renault Arkana cubica 480 litros frente a los 510 que ofrece el C4 X. Sin embargo, el modelo del rombo resulta más práctico gracias al portón, que deja un acceso más amplio al maletero que la tapa del Citroën C4 X.
En cuanto al precio, el Citroën C4 X es un modelo más económico sobre todo en su versión de acceso, pero cuenta con el handicap de no ofrecer la etiqueta Eco, salvo si escogemos la versión 100% eléctrica que es más costosa.