El GT86 recupera el espíritu de los coupé de los años 80, mientras que el DS3 Racing es una de las muchas versiones deportivas surgidas a partir de un urbano. Cualquiera tendría claro que entre uno y otro hay un abismo; sin embargo, el precio de ambos es muy similar, así que... ¿cuál debería elegir?. El DS3R supone el perfeccionamiento de un modelo ya existente, y el GT86 es un automóvil diseñado desde cero para hacer disfrutar al conductor...
¿Cuál nos satisfará más?
Estéticamente, el 'ego' del GT86 parece estar un poco afectado; y es que, durante la sesión de fotos, el pequeño urbano francés ha llamado más la atención de la gente, que se acercaba para curiosearlo... probablemente atraída por sus adhesivos –algo 'vulgares' y que cuestan 423€–. El diseño del GT86 es más atractivo, pero la deportiva imagen del DS3 Racing y el contraste del color blanco con los tonos oscuros y el efecto carbono, queda muy bien.
Por dentro, el Toyota cuenta con una mejor distribución de mandos y una apariencia más original... pero el Citroën resulta mucho más práctico y amplio –las plazas traseras del GT86 son inutilizables por adultos–. Eso sí, la postura al volante del nipón es perfecta –bajita y con el volante en una posición muy vertical–, mientras que la del francés es más 'comodona', y sus asientos tipo baquet tienen unas formas muy llamativas... pero no sujetan mucho.
Y, si por estética estos dos coches no se parecen en nada, dinámicamente son aún más distintos. El motor 1.6 Turbo del DS3R –desarrollado entre PSA y BMW– es bastante más enérgico que el 2.0 bóxer atmosférico del GT86. Ninguno de los dos ofrece un buen rendimiento por debajo de las 2.800 rpm pero, a partir de ahí, el DS3R empuja con mucha fuerza, mientras que en el GT86 hay que esperar a las 4.000 rpm para encontrar algo de potencia. Desde este régimen, y hasta las 7.000 rpm, el propulsor del japonés se muestra con más 'genio' y suena más deportivo que el DS3R –todo lo contrario que al ralentí, donde el Toyota es muy silencioso y el Citroën va acompañado de un gratificante ronroneo.
Eso sí, aunque el DS3R corre bastante más y dispone de unos frenos mucho mejores... el GT86 resulta más satisfactorio a la hora de enlazar curvas en una carretera revirada: empezando por la inmediatez y precisión de su dirección –que otorga mucha confianza; la del Citroën resulta muy artificial–, y terminando por su propulsión trasera con autoblocante –el DS3R es de tracción delantera y no ofrece dicho autoblocante–.
Además, los controles de tracción y estabilidad del Toyota disponen de un modo deportivo y otro en el que se desconectan por completo. Por otro lado, aunque el cambio del DS3R merece buena nota, el del GT86 es perfecto: de recorridos cortos y tacto inmejorable.
Conclusión
Dentro del segmento de los urbanos deportivos, el DS3 Racing es uno de los mejores... gracias a su increíble motor y buen comportamiento, pero puede resultar excesivamente caro. Por su parte, la agilidad, tacto deportivo y 'autenticidad' del GT86 son tan gratificantes que puede merecer la pena ceder un poco en prestaciones puras si, a cambio, puedes disfrutar de la experiencia de conducción que ofrece el Toyota.
Toyota GT86
Cuesta 30.900 euros, a la venta desde 2012. Tiene 200 CV a 7.000 rpm y un par máximo de 205 Nm a 6.600 rpm. Alcanza 226 km/h, pasa de 0 a 100 km/h en 7,6 segundos y consume 7,8 litros/100 km. De serie: ABS, ESP, 7 airbags, climatizador bizona, radio CD MP3 y USB, Bluetooth, llave manos libres, llantas de 17", faros de xenón, control de velocidad... Opciones: Pintura metalizada –525 euros–, navegador –850 euros–, tapicería de cuero y Alcántara –1.500 euros–.
Citroën DS3R
Cuesta 31.960 euros, a la venta desde 2010. Tiene 202 CV a 6.000 rpm y un par máximo de 275 Nm de 2.000 a 4.500 rpm. Alcanza 235 km/h, pasa de 0 a 100 km/h en 6,5 segundos y consume 6,4 litros/100 km. De serie: ABS, ESP, 6 airbags, climatizador, radio CD MP3 y USB, Bluetooth, llantas de 18", sensor de lluvia y luces, control de velocidad, sensor trasero de aparcamiento... Opciones: Adhesivos exteriores –436 euros–, navegador –748 euros–.
