Sin embargo, ¿lograrán estos dos automóviles – calificados por sus fabricantes como milagros del eficiencia – superar el duro día a día en las carreteras alemanas? A lo largo de nuestra toma de contacto hemos sometido a ambos vehículos tanto a una conducción a toda velocidad por autopistas alemanas como a trayectos cortos por ciudad, lo que ha arrojado unos resultados extremos en cuanto a su consumo real.
Junto con sus idénticos consumos homologados, los modelos compactos Toyota Auris Hybrid y VW Golf 1.6 TDI Bluemotion también ofrecen al cliente incentivos de compra prácticamente iguales. Siguiendo esta línea, ambos cuestan unos 22.000 euros en versión cinco puertas, y ofrecen carrocerías amplias y muy versátiles.
En el apartado estético se puede decir que ambos representan a la perfección la clase compacta, es decir, son automóviles para todos los fines y todo tipo de clientela cuyo diseño y dimensiones han sido optimizados a tal efecto. Sin embargo, las luces de conducción diurna tipo LED montadas de serie en el Auris Hybrid le otorgan un aire tecnológicamente más refinado, mientas que el rectificado aerodinámico y el spoiler trasero del Golf Bluemotion le confieren una estética más musculada.
Toyota: el templo de la tecnología
El interior del Auris también es más futurista y rezuma un mayor refinamiento tecnológico. En este sentido, sobre la consola central que parece flotar en mitad del habitáculo se ha montado una palanca en miniatura para el cambio automático, mientras en el panel de instrumentos combinado destacan dos relojes redondos de elegante iluminación que ponen a disposición de la curiosa mirada del conductor información sobre la propulsión híbrida, entre otras muchas cosas.
En lo que respecta a la oferta de espacio, ambos se mantienen casi al mismo buen nivel. Una ventaja del Toyota es el suelo compartimentado de la parte posterior, mientras que en el Golf su túnel de transmisión limita en gran medida el espacio del pasajero que se siente en la plaza central. En cambio, el de Wolfsburgo ofrece un maletero con una capacidad de 350 litros, es decir, 40 litros más que el Auris. Esta diferencia de 40 litros resulta bastante evidente en el día a día. Además, el maletero del Auris, cuya capacidad se ha visto reducida debido a su batería de gran tamaño, está algo hundido y, a la vista de su revestimiento de plástico sensible a cualquier arañazo, no parece ser muy práctico. Los respaldos de los bancos traseros de ambos automóviles se pliegan de forma convencional, aumentando la capacidad de carga hasta alcanzar casi 1.300 litros en los dos casos.
El Golf, sinónimo de bienestar
Con tan sólo mirar su maletero, el Golf ya se distingue por un nivel de calidad elevado. En la parte delantera, la zona del conductor – con un diseño bastante funcional– transmite asimismo una clara sensación de bienestar tanto a la vista como al tacto. El Golf convence también en esta disciplina gracias a algunas características sobradamente conocidas como su solidez, una mezcla conseguida de materiales y un acabado ejemplar. Las superficies de plástico más duro del Toyota no pueden competir con este ambiente de primera clase, pese a en cuestiones técnicas su interior está a la última. Además, en el Auris todo está claramente organizado y resulta fácil de manejar.
En cualquier caso, nuestra recomendación es echarle un vistazo al manual del Auris Hybrid antes de emprender el viaje. El motivo no es otro que el hecho de que, como es habitual en todos los híbridos, al pulsar el botón de encendido no ocurre nada salvo que la indicación «ready» se ilumina. Donde normalmente un motor de combustión en marcha nos indica que estamos listos para echar a rodar, en un primer momento en el Auris reina una calma total. Al principio, el motor de cuatro cilindros no se utiliza ya que la energía de la batería es suficiente para poner en marcha el vehículo silenciosamente con el motor eléctrico. Hasta que no se pisa más a fondo el acelerador y se le exige más potencia, o hasta que no se alcanzan velocidades superiores a los 40 km/h, no entra en funcionamiento el motor de explosión con un evidente estruendo.
99 + 82 = 136
Si sumamos los 99 CV del motor de combustión y los 82 del motor eléctrico obtenemos una potencia máxima combinada de 136 CV. Puede parecer extraño, pero esa es precisamente la cifra real. Sin embargo, su progresión es más contenida de lo que cabría esperar a la vista de esta potencia nominal. Quienes le exijan un plus de potencia pulsando el botón Power podrán alcanzar los 100 km/h en 11,5 segundos. Una buena cifra para un automóvil de 1,4 toneladas de peso. El motor eléctrico es el principal responsable del breve repunte generado en el par motor al pisar a fondo el acelerador. Sin embargo, si tenemos en cuenta la potencia combinada, el temperamento del Auris decepciona un poco.
Además, su cambio automático continuo tiene un comportamiento poco habitual en la aceleración. En lugar de mostrar un incremento lineal de las revoluciones después de engranar cada nueva marcha, el motor de combustión gira en aceleración forzada al máximo nivel hasta alcanzar la velocidad deseada. Y esto no es del gusto de todo el mundo.
Toyota Auris, apto para velocidad moderada
Para los que pretendan conducir en Alemania a toda velocidad con un Auris Hybrid por autopista, la interacción del motor de explosión y el cambio continuo podría llegar a incomodarles. Su conducción a altas velocidades (máx. 180 km/h) trae consigo unas revoluciones elevadas, alcanzando en ocasiones el límite máximo y, además, éstas van acompañadas de un nivel de ruido igualmente alto. De esta forma, y hasta llegar aproximadamente a la velocidad máxima recomendada, es posible rodar de forma tranquila, pero por encima de ella el Auris se vuelve demasiado ruidoso.
El motor turbodiésel common rail convencional del Golf 1.6 TDI Bluemotion, combinado con un cambio manual de cinco velocidades, trabaja de forma igual de armónica, aunque con un nivel de revoluciones bastante más bajo. En lo que respecta a la suavidad de marcha y al desarrollo de la potencia este recién estrenado motor 1.6 destaca por ser un alumno ejemplar en el universo de los diésel. Quizá le falte algo de empuje desde la zona baja de revoluciones, pero a partir de las 1.500 vueltas su potente par motor de 250 newtons/metro desarrolla un impulso suficiente. Al fin y al cabo, el tiempo de aceleración es de 11,3 segundos y la velocidad máxima de 190 km/h. A los que les guste rodar rápido por autopista estarán encantados con el Golf, puesto que incluso alcanzados los 200 km/h su bajo nivel de ruido permite conducir de forma tranquila y relajada.
Un chasis superior en el Golf
El chasis del Golf también supo convencernos gracias a su carácter suave y sensible, a pesar de presentar una cierta dureza derivada de una configuración más pegada al suelo y de unas gomas de baja fricción. Junto con su equilibrado confort, el Golf ha logrado hacerse con el título de mejor chasis de la clase compacta gracias a su sólido comportamiento en carretera y a un excelente control de la ejecución en cualquier situación. Ya sea a gran velocidad por la autopista o trazando curvas en situación límite, dentro del Golf uno siempre se siente bien resguardado. En comparación con él, el chasis del Auris, pese a estar bastante bien equilibrado, se muestra algo nervioso, su suspensión no tiene una respuesta tan sensible y su comportamiento en circulación resulta en general más sintética. A esto cabe añadir una frenada a la que uno debe acostumbrarse primero, dado que en el caso del Auris Hybrid su potente efecto de recuperación tiene como resultado una desaceleración muy particular.
Y así llegamos al tema que realmente nos importa. Gracias a esta recuperación, el Auris obtiene energía eléctrica que se aprovecha de nuevo en la aceleración, reduciendo así el consumo. Este pequeño truco técnico debería demostrar su potencial sobre todo en conducción urbana y, según Toyota, esto permitiría registrar unas cifras de consumo en torno a los 4 litros. Sin embargo, con nuestra conducción rápida ha demostrado que los valores reales se sitúan muy por encima, superando bastante las cifras oficiales. En los trayectos urbanos cortos, y pese a que en estos casos se suele conducir a velocidades bastante moderadas, el Auris registra un consumo medio de 8,7 litros a los 100 km. Y en el caso de los trayectos interurbanos, en los que la ventaja de la propulsión híbrida deja de surtir efecto, el consumo llegó a acercarse incluso a los 10 litros. De media, el consumo registrado a lo largo de nuestra toma de contacto fue de 9,6 litros, en lugar de los 4 esperados, y eso que la prueba nos llevó sobre todo por autopista y que circulabamos con gomas de invierno.
El Golf tampoco es un milagro de la eficiencia energética
El Golf también registró un consumo de combustible muy superior a los prometidos 3,8 litros. En conducción por ciudad este pequeño diésel nos sorprendió con un consumo incluso superior al del Toyota, llegando a alcanzar los 9,3 litros. En cambio, en autopista el VW logró sacar partido a su tecnología de propulsión para resultar más eficaz en su consumo de combustible. Con sus 7,8 litros, el Golf consume menos que el Auris, y eso pese a ser más rápido. El consumo medio del Golf 1.6 TDI Bluemotion se sitúa, por lo tanto, en 7,7 litros. Por puesto que esto no tiene ningún mérito si tenemos en cuenta el consumo homologado a decir verdad bajo, pero nuestro recorrido de prueba especial y el estilo de conducción rápido mantenido durante la mayor parte del tiempo dispararon el consumo.
Conclusión
¿Un consumo de 3,8 litros? De eso nada. Tanto el Golf TDI Bluemotion como el Auris Hybrid, ambos modelos compactos calificados de milagros del consumo, registran en la práctica cifras de consumo mucho más elevadas si se pisa el acelerador algo más de la cuenta. Tan sólo si el conductor se contiene es posible obtener en ambos casos valores de entre cinco y seis litros. Sin embargo, concretamente en nuestra comparativa la multitud de trayectos urbanos cortos, los neumáticos de invierno y los trayectos rápidos en autopista tuvieron como resultado valores mucho más elevados.
Y eso que en esta comparativa ha quedado demostrado que el diésel y el híbrido ofrecen ventajas de consumo diferentes que dependen del tipo de trayecto realizado. Los que duden entre un Auris Hybrid y un Golf 1.6 TDI Bluemotion deberían tener en cuenta esta circunstancia. Para quien conduzca principalmente por ciudad el Toyota Auris representa una alternativa de ahorro interesante, y además su precio es claramente más económico a igualdad de equipamiento. Sin embargo, para quienes la autopista sea su hábitat natural, y además les guste correr de vez en cuando, deberían decantarse por el Golf diésel, puesto que es el más eficiente en estos recorridos. Además de una mayor eficiencia, su chasis equilibrado, un menor nivel de ruido y la calidad indiscutible del interior del modelo alemán hacen que resulte más cómodo y agradable de conducir. En comparación, el Auris Hybrid se queda algo corto en este aspecto.