El 600 siempre estará en mis recuerdos de infancia. La infancia de pan y chocolate y tropecientos niños en la parte trasera de un 600 yendo al cole o a algún cumpleaños. Podría estar horas escribiendo sobre el 600 y los recuerdos de varias generaciones de españoles, pero creo que es mas práctico hablar de las diferencias y la evolución del 600 hasta el nuevo Mii. Hay algo que creo que es importante señalar. El 600 era ´lo que había´, y la gente se amoldaba a eso independientemente de la situación familiar. Ya podías ser soltero o tener cinco hijos que el 600 era la única opción. Actualmente el Mii es otro modelo más entre una vorágine de ofertas, peleando por su sitio en una sociedad en la que, en cuanto una pareja tiene un hijo, busca un monovolumen o un 4x4.
Vamos a obviar aspectos como potencia y rendimiento del motor, habitabilidad, acabados o equipamiento, porque la comparación es casi ridícula, pero veamos otros aspectos.
Los cincuenta y cuatro años de diferencia se notan absolutamente en todo. Nada mas sentarnos, el 600 nos ofrece un salpicadero precario, frente a un cuadro minimalista en el Mii, que no es lo mismo. Eso sí, es curioso observar el mismo número de agujas en ambos cuadros. Podemos decir que la información que recibimos en realidad es la misma. Mientras que el Mii ofrece huecos portaobjetos por todas partes, el 600 carece de ellos.
La posición de conducción varía como la noche y el día.
En el 600 los asientos están colocados ´porque hay que ir sentados´. En el Mii se nota que se ha estudiado su colocación, inclinación, etc. La ergonomía era un concepto ignorado hace 50 años.
Arrancamos los coches, nos ponemos en marcha y rápidamente nos percatamos de la imprecisión y la poca progresividad en todos los aspectos de la conducción en el 600. Un embrague impreciso, unos frenos poco dosificables, una dirección con unas holguras que actualmente asustan. Un volante enorme y finísimo que, junto con la estrechez del habitáculo, hace que te estés dando codazos constantemente contra la puerta. Las maniobras de aparcamiento, eslálom, o frenada asimétrica son un reto constante, debido a la imprecisión de todos los elementos mecánicos. Afortunadamente el ´pelotilla´ no corre, porque realmente es un coche que hoy día es imposible de utilizar en las vías actuales.
El Mii, es todo lo contrario, es un coche pensado para una utilización urbana con un comportamiento muy digno en autopistas y carreteras. Pero donde realmente se nota la evolución del automóvil en estos años es en tres aspectos: seguridad, iluminación y ergonomía.
Situaciones que antes eran un tortazo seguro como una frenada asimétrica en mojado ahora son anécdotas. Viajar de noche ahora es viable y poder conectar el aire acondicionado para viajar en julio por Extremadura, por ejemplo, es posible en el 90% de los conductores actuales.
En resumen, un paseo en el 600 es divertido y nostálgico, pero gracias a Dios el automóvil ha evolucionado mucho y bien desde entonces. Esta pequeña comparativa demuestra claramente que en el mundo del automóvil cualquier tiempo pasado nunca fue mejor.