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Comparativa: Porsche Cayman S Vs. BMW Z4 – 5,2 Vs. 5,2

Admitámoslo: uno es un cupé puro y duro, y el otro, un descapotable (tipo roadster), por lo que no necesariamente cabría compararlos.

Pero es que estos dos biplazas, ambos procedentes del sur de Alemania, el Porsche Cayman S y el BMW Z4 sDrive35i tienen, según la ficha técnica, idénticas prestaciones: 5,2 segundos tardan en acelerar de 0 a 100 km/h. Tras nuestra prueba sabremos si estos dos veloces biplazas de motor trasero también están a la misma altura en los demás aspectos. Más coincidencias entre Cayman y Z4: ambos han sido objeto de severas críticas. Algunos no veían el derivado del Boxter como un verdadero Porsche, o lo consideraban una versión del 911 "para pobres", incluso algún crítico se quejó de su caprichosa y abultada cintura. El diseño del Z4 también estuvo en el punto de mira de muchos críticos, al menos, el de la primera generación.

Pero en el presente año 2009 los criticones han tenido que cerrar la boca en ambos casos. El rejuvenecido Cayman es ahora por derecho propio un miembro más de la familia Porsche, considerado por algunos incluso mejor alternativa que el 911. Y también la nueva edición del Z4 ha hecho enmudecer con su logrado diseño a las malas lenguas.

Un noble refugio

El Z4 también gusta por dentro. Ante el conductor se extiende un capó inusualmente largo que refleja el cielo de forma espectacular. También un rápido vistazo a la cabina del piloto es toda una experiencia para los sentidos: en vez del purismo de un roadster reina un ambiente noble con una atractiva mezcla de materiales, inserciones en madera y aluminio y muchas funciones destinadas al confort.

A pesar de las numerosas funciones, el cuadro de mandos del Z4 se presenta despejado, en parte gracias a la astuta unidad de control situada entre el reposabrazos y la palanca de cambios, que permite manejar con soltura, entre otras cosas, el potente equipo de sonido y el sistema de navegación. Sin embargo, a veces su localización en la consola central puede resultar molesta, ya que si, por ejemplo, estiramos el brazo para meter primera, podemos empujar sin querer el mando con el codo.

Más espacio en el Porsche

Por lo demás, el Z4 ofrece una buena amplitud interior, bastantes lugares de almacenamiento y asientos de diseño deportivo, aunque estos últimos no nos resultaron tan cómodos en largas distancias como habría cabido esperar por su aspecto.

Los asientos deportivos del Cayman recogen mejor el cuerpo y la espalda sufre menos en trayectos largos. La altura libre al techo fijo de este biplaza cerrado, con su pronunciada concavidad, resulta más holgada que la del Z4, y cuenta con un amplio maletero tras los asientos. En conjunto, el Cayman ofrece las mejores opciones para el transporte de objetos con sus dos maleteros (trasero y delantero) y los demás lugares de almacenaje, y su interior, negro en gran medida, no se queda por detrás del Z4 en cuanto a funcionalidad, calidad y lujo.

Alegrías y penas

Por el contrario, el Z4 tiene un inconveniente estructural: En su maletero de 300 l sólo caben 180 l con el techo abierto. Para compensar, el BMW ofrece el extraordinario placer de conducir sin capota. Con sólo pulsar un botón las dos partes del techo quedan elegante y rápidamente plegadas en el maletero, eso sí, no durante la marcha.

Si quisiéramos "hacer topless" con el Porsche, deberíamos cortar por lo sano con una radial, pero su techo fijo nos proporciona grandes placeres de conducción en otros aspectos. Mientras que el Z4 alcanza casi las 1,6 toneladas con su techo convertible, el Cayman S sólo supera ligeramente los 1400 kg. Con esto, evidentemente, el Porsche pasa a otro plano en cuanto a cualidades dinámicas, principalmente porque la estructura cerrada ofrece mayor rigidez torsional. De todas formas, la vibración propia de los descapotables no es nada acusada en el Z4.

Potencia de bóxer

Pero no sólo la carrocería, también la dirección, suspensión y tracción hacen del Cayman un vehículo muy ágil. El motor trasero tipo bóxer de seis cilindros e inyección directa de gasolina ruge, brama y berrea siempre sonoro y algo impaciente. Reacciona inmediatamente al acelerador entregando una buena cantidad de potencia incluso a bajo régimen, si bien el par motor máximo se encuentra ligeramente por debajo de las 5000 vueltas.

A este respecto, el motor de seis cilindros en línea del Z4, gracias al turbocompresor, proporciona claramente más par a sólo 1300 revoluciones. A pesar de que esto signifique que el Z4 acumula más presión a bajo régimen, el motor no parece tan alerta a las órdenes del acelerador como el del Porsche; de hecho, reacciona con algo de lentitud a la solicitud espontánea y no consigue disimular del todo el retraso de la entrada del turbo.

Porsche a la cabeza

Y nuestras mediciones confirman esta impresión: en la aceleración de 0 a 100, el Cayman S queda con sus 5,4 segundos ligeramente por delante del Z4 (5,6 segundos), y también en los acelerones intermedios el Porsche quedaba siempre en cabeza. Pero a efectos prácticos la diferencia es mínima, y hay que reconocer que dado su mayor peso y menor rendimiento, el Z4 merece todo nuestro respeto. En cuanto a sensaciones, el Cayman, con su propulsión, ofrece ese punto extra al conductor que busca sobre todo una conducción deportiva. En velocidad máxima alcanzable sí que hay una gran diferencia: el BMW tiene regulado el limitador para saltar a los 250 km/h; Porsche concede a su conductor todas las posibilidades que le ofrecen sus casi 280 km/h.

En cualquiera de los casos, ambos coches están idóneamente configurados para esas velocidades, y el tren de rodaje ofrece total de seguridad. También en la deceleración demostraron nuestros examinados un alto nivel dinámico. Según nuestras mediciones, el Cayman S es capaz de detenerse desde los 100 km/h en 35 m, y el BMW necesita dos metros más.

Un gusto caro

En cuanto a la dinámica de fuerzas transversales, el Porsche ofrece al conductor una respuesta claramente superior a la hora de tomar curvas rápidas. Ambos candidatos están bien dotados para la conducción rápida por carreteras con curvas: tanto uno como otro cuentan con una dirección directa y neutra, una motricidad estable y el impulso especial de la tracción trasera que proporcionan un excelente placer de conducción. Sin embargo, el Cayman se muestra un poco más directo y transparente, y resulta más convincente porque, a pesar de tener una configuración más deportiva, su chásis es a la vez más sensible y confortable. En cambio, en el Z4, incluso seleccionando el modo Confort de su suspensión de ajuste variable, se nota cierta rigidez y falta de suavidad ante algunas irregularidades.

Evidentemente, ninguno de estos dos bólidos consume poco. Según los fabricantes, el Z4 gasta 9,4 litros de gasolina cada 100 km, y el Cayman, 9,8, pero en la práctica este consumo es bastante superior. En nuestra vuelta de comparación, el BMW se bebió 12,7 litros, y el Porsche, 13,5; aunque si somos prudentes con el acelerador, podemos lograr que ambos circulen por debajo de los 10 litros.

Si el BMW es en cuanto a consumo de carburante sólo un poco más escueto que el Porsche, en cuanto a precio de compra es una verdadera ganga. El BMW Z4 sDrive35i está disponible a partir de 51800 euros, mientras que Porsche pide por su Cayman S casi 70.000 euros. Por lo que respecta al equipamiento, ambos fabricantes ponen a nuestra disposición muchas opciones que resultan caras en ambos coches. En el caso del Cayman S, el precio se puede disparar tranquilamente hasta 20 000 euros más. Para el Z4 bastan poco más de 10 000 euros para configurarse un vehículo casi totalmente equipado.

Conclusión

En cuanto a cualidades dinámicas, el Cayman saldría como orgulloso vencedor de este singular combate. El Porsche es el coche que más nos ha convencido por su sonido auténtico y su vigoroso diseño.

De todas formas, el Z4 tampoco es ninguna "mosquita muerta" y ofrece mucho más potencial dinámico del necesario para circular por carretera abierta y un uso cotidiano. En vista de todo lo dicho, una gran baza a favor del Z4 es su precio notablemente inferior. Con el sDrive35i podemos tener prácticamente las mismas prestaciones que con el Cayman y con un consumo más bajo, y para poner la guinda al pastel, el Z4 tiene además un techo de aluminio descapotable totalmente automático.

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