Todo empezó en el año 1994", le cuento a Nacho, nuestro lector de este mes, mientras nos preparamos para salir de ruta y probar a fondo el Opel Insignia Cross Four con motor diesel de 195 CV y el Peugeot 508 RXH, que sólo existe asociado a una mecánica híbrida de 200 CV –resultado de sumar los 163 CV del propulsor diesel con los 37 CV del eléctrico–. En aquel año, Subaru tuvo la idea de 'coger' un Legacy familiar con tracción total, le incorporó una suspensión específica y le instaló varios añadidos en la carrocería que le dotaban de una imagen off-road. Este concepto se popularizó durante los años sucesivos gracias al Audi A6 Allroad de 1999, y ahora, otros fabricantes como Opel y Peugeot apuestan de nuevo por este tipo de vehículo que, tal y como bien apunta Nacho, "basa su principal atractivo en una imagen 'diferente', ya que, en realidad, son automóviles concebidos para un uso sobre asfalto". Eso sí, para nuestro lector, el Opel es el que mejor 'juega sus cartas': "El Insignia Cross Four es francamente llamativo. Los pasos de rueda, las taloneras y los paragolpes específicos quedan muy bien integrados en la carrocería y hasta le dan cierta imagen deportiva. El 508 RXH también resulta vistoso, aunque no tanto como su rival".
Por dentro, el Peugeot convenció más a Nacho: "La postura de conducción del Insignia es muy buena, pero me ha encantado el salpicadero del 508, más moderno e intuitivo y con una calidad de construcción sobresaliente. Además, el modelo francés es muy espacioso, aunque no dispone de los generosos 540 litros de maletero de su rival alemán –debido al espacio que restan las baterías del sistema híbrido, el maletero del 508 RXH cubica 400 litros; eso sí, sus formas son muy regulares, lo que le hace muy aprovechable–.
Por otro lado, el equipamiento del 508 RXH es completísimo: navegador, techo panorámico... y un dispositivo Head Up Display que, si bien es útil, no proyecta la información –velocidad, indicaciones del navegador...– sobre el parabrisas, sino sobre una pequeña ventanilla de plástico transparente y abatible situada en la base del salpicadero".
Sobre la carretera, lo lógico sería que estos dos familiares mostrasen un comportamiento muy diferente, y no sólo porque uno sea híbrido y el otro no. Además, cada uno de ellos recurre a un sistema de tracción total diferente: el Insignia lleva un embrague Haldex que 'conecta' el eje trasero cuando el delantero pierde tracción, mientras que en el 508, el motor diesel manda su potencia exclusivamente a las ruedas delanteras, dejando 'el control' del eje posterior al propulsor eléctrico –que es capaz de mover el coche de forma autónoma hasta una velocidad de 60 km/h–.
Visto lo anterior, todo parecía apuntar a una victoria clara del Insignia... sobre todo si tenemos en cuenta que, a su tracción total, añade un diferencial trasero autoblocante –controlado de forma electrónica–, y amortiguadores adaptativos –con tres niveles de dureza–. Sin embargo, "todo eso no enmascara el mayor defecto del Opel: pesa casi dos toneladas, lo cual limita su agilidad y hace que sus prestaciones estén alejadas de lo que uno espera de un motor biturbo".
"Por su parte, el 508 RXH, con un centenar de kilos menos –pesa 1.845 kg–, ofrece una respuesta más incisiva y un comportamiento más dinámico... a pesar de que su cambio automático robotizado es claramente peor que el de Insignia –si seleccionas el modo Sport, ver abajo, la cosa mejora de forma apreciable–. Aunque por prestaciones puras el 508 RXH no es muy rápido, sí que se muestra más enérgico que su oponente, y puedes lograr consumos cercanos a los 5,0 l/100 km, lo que supone alrededor de 1,5 litros menos que el Insignia Cross Four", concluye Nacho.
Opel Insignia Cross Four 2.0 CDTI Biturbo:
Cuesta 39.853€, a la venta desde 2012. Tiene 195 CV a 4.000 rpm y un par máximo de 400 Nm a 2.000 rpm. Alcanza 220 km/h, pasa de 0 a 100 km/h en 9,2 segundos y consume 6,6 litros/100 km. De serie: ABS, ESP, 6 airbags, radio CD Mp3, climatizador, susp. regulable, llantas de 18", faros xenón... Opciones: Pint. met. –desde 1.225€–, control de vel. inteligente –1.705€–, audio Infinity –681€–, aparcamiento aut. –754€–, cámara frontal con reconocimiento de señales, alerta cambio de carril y alerta pre-colisión –702€–...
Peugeot 508 RXH 2.0 HDI:
Cuesta 39.500€, a la venta desde 2012. Tiene 200 CV a 3.850 rpm y un par máximo de 300 Nm a 1.750 rpm. Alcanza 213 km/h, pasa de 0 a 100 km/h en 8,8 segundos y consume 4,1 litros/100 km. De serie: ABS, ESP, 7 airbags, radio CD Mp3 con toma aux. y USB, Bluetooth, navegador, Head Up Display, control de vel., clima. bizona, sensores de aparc., techo panorámico, llantas de 18", asientos eléct. calefactables... Opciones: Pintura metalizada –desde 600€–, climatizador de 4 zonas –432€–, portón eléctrico –577e–, faros bixenón –76€e–...
El veredicto del probador
"Tanto el Insignia como el 508 son dos coches muy 'particulares'; es cierto que el atractivo estético de ambos es indiscutible –sobre todo en el caso del alemán–... pero tienen el inconveniente de que, en sus respectivas gamas, hay versiones inferiores en potencia o equipamiento que cuestan 10.000e menos... y que resultan mucho más equilibradas. Con todo, y puestos a elegir, me quedaría con el 508 RXH porque ofrece un comportamiento mejor, es realmente cómodo, muy agradable de conducir, corre lo suficiente y, si te lo propones, puedes lograr que consuma poquísimo".
Elige el Peugeot
