Comparativa: Nissan Micra Vs. Kia Picanto – En pequeño formato

Conocidos en sus mercados de procedencia como ”March” y “Morning” respectivamente, estos utilitarios del segmento A cuentan a pares las generaciones que han ofrecido a un público cada vez más exigente con este tipo de vehículos. Coches que ni de lejos se acercan a los cuatro metros de longitud pero que pueden ofrecer en algunos casos tanto equipamiento y diversión como una berlina. Entre estos dos modelos, que figuran como el tope de cada una de las gamas, hay sin embargo grandes diferencias en sus maleteros, en los pequeños motores y por supuesto, en el precio… Con 24 años, cuatro generaciones a sus espaldas, diferentes carrocerías de 3 puertas, hatchback e incluso descapotables, el Nissan Micra se ha considerado siempre como un auténtico bombón destinado al público femenino. En Japón, sin embargo, han decidido dar un giro a su estrategia y han apostado por una ligera “masculinización” de su cuarta generación introduciendo alguna mejora aerodinámica, más equipamiento y algunos retoques estéticos, destacando sobre todo el spoiler que integra la luz de freno, los nuevos y más anchos pilotos traseros o el ligero abombamiento del techo para canalizar mejor el flujo de aire. Con una labor de adelgazamiento que ha eliminado 70 kilos innecesarios a pesar de haber crecido 6 centímetros, el Micra también promete mejores prestaciones.

Kia, aunque no ha cumplido aún una década con el Picanto a la venta, ya puede ofrecer un diseño mucho más vanguardista (ahora por fin con 3 y 5 puertas) heredando todas las características de diseño que han sido ya respaldadas por los Sportage, Venga o Sorento. Los grupos ópticos son sin duda mucho más marcados y atrevidos que los del Micra, así como la parrilla,  las molduras de los antinieblas o el spoiler del techo que se monta de serie. Todo parece más fresco y deportivo y, aunque el Picanto cuenta con casi 20 centímetros de desventaja en longitud con respecto a su rival, no hay demasiada repercusión en la oferta de espacio en el habitáculo.  

Interiores amplios, pero mucho plástico

En el mejor de los casos, podemos hacernos con uno de los utilitarios de esta comparativa por apenas 11.000 euros, así que tampoco esperábamos encontrar materiales superiores al plástico duro que invade a discreción los interiores de estos modelos. La buena noticia es que no hay malos ajustes o superficies descuidadas en ninguno de los dos casos sino un buen aprovechamiento de este material. El plástico duro también puede quedar bien maquillado.

Entrando en detalles, en el Picanto la sensación de amplitud en la parte delantera es buena, el volante multifunción es también más deportivo que el del Micra, hay más huecos prácticos repartidos por el habitáculo e incluso las entradas auxiliares para el audio (USB, minijack, etc…) están situadas mucho más a mano. En la banqueta trasera, su condición de utilitario “monovolumen” y su mayor altura dan cabida sin problemas a familiares o amigos de mayor estatura. Las pegas que debemos poner son de cara a un ordenador de a bordo y un panel que resultan demasiado simples, la imposibilidad de regular el volante en profundidad, la ausencia de navegador integrado o climatizador como elementos opcionales y el dichoso control de estabilidad, que incomprensiblemente (sobre todo en los tiempos que corren) no está incluido en ninguna de las versiones.

El Micra, que ofrece una anchura algo peor en la zona delantera, resulta un poco más cómodo para acoger a cuatro personas ya que el espacio para las piernas en la parte posterior es unos centímetros mayor que en el Picanto.  El conductor, por ejemplo, notará que la palanca de cambios queda más pegada a su pierna y que tampoco puede ajustar en profundidad el volante. A pesar de que el ordenador de a bordo es más completo, hemos comprobado que ofrece un dato de autonomía poco fiable, con grandes oscilaciones y muy poca precisión de cara a los últimos litros apurados en el depósito.

Aunque el interior no es tan moderno y llamativo como el del KIA, el Micra nos convence por el equipamiento que el otro no puede llevar (climatizador con un diseño diferenciado, navegador con pantalla táctil, etc). Aquí el ESP, junto con el control de tracción, sí son de serie.

Tres o cuatro cilindros

La cosa se complica todavía más cuando comparamos los pequeños propulsores de ambos modelos, que responden a arquitecturas de tres y cuatro cilindros y que no están asistidos en ningún caso (al menos de momento) por sistemas de ahorro como la parada y arranque automático del motor. El menos potente de los dos, el 1.2 tricilíndrico del Micra, ha sido introducido por una mera cuestión de ahorro de peso y mejora de prestaciones, poniendo sobre la mesa un aceptable dato homologado de 5,0 litros cada cien kilómetros. Kia, por el contrario, sigue recurriendo a la arquitectura clásica para esta cilindrada y consigue con su 1.2 de 85 cv el Picanto más potente de todos los que están a la venta. Sorprendentemente, con un cilindro más su consumo todavía resulta inferior al del Micra: 4,5 litros.

Datos técnicos

Esta diferencia anunciada por los fabricantes ha de extrapolarse al dato real, al menos al que reflejan los ordenadores de a bordo. El Picanto necesitó 5,4 litros para un recorrido sencillo de cien kilómetros combinando ciudad y autovía (repartidos de forma 30-70), mientras que el Micra apenas pudo bajar de los 6,0 en las mismas condiciones. Nuestra opinión es que los 70 kilos menos del Picanto, así como los neumáticos más estrechos o la mayor desmultiplicación de la quinta marcha han hecho más mella que la decisión de utilizar un motor de tres o cuatro cilindros.

Diferentes respuestas

Además de esto, las arquitecturas de estos motores presentan cualidades dispares en cuanto a dinámica y también en la parte de sonoridad y aspereza. El Picanto resulta, sin duda, el más refinado de los dos, ya que el ruido que llega a oídos de los ocupantes es prácticamente nulo en cualquier circunstancia. En el caso del Micra, aunque no es para nada escandaloso, se perciben más vibraciones y una leve rumorosidad al ralentí que no incomoda, pero resulta innecesaria.

Más claras están las diferencias en cuanto a dinámica. El Picanto, con menos peso y más par motor (121 Nm), se coloca como el más ágil de esta comparativa. Sus 11,4 segundos para alcanzar los cien pueden gestionarse a la perfección con un cambio que no falla y con mayor suavidad que en su rival. El Micra tarda 13,7 segundos en realizar la misma maniobra pero, sin embargo, presenta una estabilidad bastante superior al afrontar zonas reviradas con cierta velocidad. La carrocería absorbe mejor los cambios rápidos de dirección y la suspensión permite un agarre superior sin limitar para nada la comodidad. Además, sus datos de recuperación de velocidad una vez lanzados son igualmente satisfactorios.

Equipamientos tope, pero muchas diferencias

El Picanto con esta motorización 1.2 va ligado directamente al equipamiento Emotion, el más alto de la gama, lo que pone su precio por encima de los 11.000 euros. Dentro de este dinero hay que incluir sobre todo la iluminación diurna por LEDs, el sensor de luces y todos los dispositivos para la entrada auxiliar de aparatos de audio. Este precio no resulta demasiado escandaloso si observamos en qué cifras se mueve su rival, y eso que el de Nissan cuenta de entrada con un cilindro menos bajo el capó.

Los japoneses podrían justificar los 14.150 euros de este modelo porque el acabado Tekna Premium (también el más alto de la gama) incluye numerosos elementos de calidad que el coreano sencillamente no puede tener. Por citar algunos, el Nissan Connect con pantalla táctil de 5 pulgadas, encendido por botón, climatizador, una llantas más grandes, el control de crucero, luces automáticas y el limitador de velocidad que puede activarse desde el volante. Después de todas estas diferencias, ¿a que ya no resulta tan caro?.

En el caso del Picanto, sólo el hecho de no tener control de estabilidad ya dará por zanjadas muchas dudas e invita a que nos planteemos pagar esta diferencia de precio para llevarnos un utilitario equipado prácticamente igual que una berlina. Por si fuera poco, el Micra es el único de esta comparativa que ofrece la posibilidad de adquirir un cambio automático, eso sí, por el “módico” sobreprecio de 1.500 euros sobre la versión Tekna (lo que en total hace una suma de 14.600 euros). En materia de equipamiento, la cosa está más que clara.

Maletero

En este apartado, los casi 20 cm de diferencia entre carrocerías influyen de forma decisiva en el volumen disponible en el maletero. El Picanto, con 200 litros iniciales, se queda demasiado corto principalmente porque no hay centímetros de fondo suficientes. Aunque en el Micra la oferta tampoco es apabullante (265 litros), hay al menos diez centímetros más de fondo que resultan determinantes para introducir bultos voluminosos. No obstante, se agradecería que el Nissan incluyese, como el Picanto, al menos una simple red para fijar objetos sueltos.

Resumen

Tras este cambio, el Nissan Micra puede presumir de ser uno de los utilitarios de pequeño formato mejor equipados y con uno de los habitáculos mejor aprovechados. Nos gusta por esto y porque, con un motor de tres cilindros, es perfectamente válido para afrontar viajes de media distancia con total comodidad. El Picanto, por el contrario, ha demostrado ser más rápido, más manejable por sus dimensiones y más arriesgado en cuestión de diseño siendo además 3.000 euros más barato. Su déficit principal es no poder contar con el imprescindible control de estabilidad y su limitación en cuanto a espacio de carga.