Las críticas de las versiones más moderadas de ambos modelos ya han caído a favor de los alemanes aunque ahora los coreanos también pueden jugar alguna baza en el terreno de los deportivos.
Antes de comenzar a hablar de las virtudes técnicas de ambos modelos, es necesario detallar la abultada diferencia que existe en cuanto al precio de uno y otro. El alemán parte de un precio de salida para la versión de cinco puertas superior a los 32.000 euros, lo que supone casi 10.000 euros más de lo que KIA pide por un Cee’d de tres puertas (el de cinco de momento no está disponible en el mercado español). En principio es una diferencia demasiado abultada si tenemos en cuenta que las potencias juegan en la misma liga: 204 cv en el caso del Kia y 220 cv en el caso del Volkswagen.
Mucho mayor es sin embargo la diferencia de par, donde el Golf demuestra su mayor cilindrada. El dos litros de cuatro cilindros de VW ofrece nada menos que 350 Nm mientras que el 1.6 del Cee’d se queda bastante atrás con “sólo” 265 y además están disponibles a 1750 rpm, es decir, 250 revoluciones por minuto más tarde. En ambos coches el cambio de serie es manual de seis velocidades. VW ofrece además la caja de cambios de doble embrague de seis etapas por algo más de 1.500 euros.
No es tan rápido
Sin embargo, todas estas cifras se quedan sobre el papel y este desequilibrio teórico no afecta de la misma forma al rendimiento real. El Kia no es para nada un coche lento y sólo hay cierto retraso en la entrada del turbo que pueda criticarse a la hora de hacer aceleraciones desde parado. El Cee’d GT alcanza los 100 km/h en 7,7 segundos mientras que el Golf lo hace 1,2 segundos antes. El panorama es similar para la velocidad máxima: mientras que el motor Cee’d se queda sin aliento a una velocidad de 230 km/h, el de Wolfsburg sigue su marcha para alcanzar su límite a 250 km/h.
Divertidos
El hecho de que el Cee’d GT esté más pegado al suelo recae directamente en las sensaciones en carretera, de la misma forma que las ruedas de 18 pulgadas dan junto con la dirección -precisa y directa- un buen contacto con el asfalto. De forma adicional para la versión deportiva se permite un mayor deslizamiento de las ruedas antes de que intervenga el control de estabilidad, así los coreanos pueden trazar curvas de una forma más ambiciosa mientras el conductor tiene siempre la sensación de estar en control.
El Golf parece que va un poco por delante en todos los aspectos relativos a la dinámica de conducción. El reglaje general sigue devolviendo un tacto más firme, más preciso y sobretodo más controlable, donde los límites de la física se percibe bastante más lejos que en el caso del Kia. Además, Volkswagen ofrece la opción de equipar una amortiguación adaptativa con la que el conductor puede influir sobre el confort, en el tacto de la dirección o en la respuesta del acelerador.
Consumo bastante contenido
El Golf GTI también va por delante del Kia en lo que respecta al consumo. Los coreanos han cifrado en 7,4 litros el consumo mixto, lo cual no es poco, pero sí honesto con lo que será después la realidad. Este valor es demasiado fácil de lograr en la práctica y, si todavía se tiene un poco de moderación, se puede mejorar en alguna décima. VW, por su parte, es capaz de bajar hasta los seis litros “pelados” gracias a un sistema de parada y arranque automáticos. Kia actualmente sólo cumple con la norma de emisiones Euro 5, mientras que el Golf GTI está perfectamente adaptado a la normativa Euro 6.
Además, para nuestro gusto hay otro pequeño defecto en el interior del Kia y es que en el volante hay demasiados botones y controles. Aunque en el Golf también son abundantes y permiten controlar casi todo sin levantar las manos del volante, están presentados de una forma más clara y más intuitiva. Por lo demás, el cockpit del Kia deja poco comentario para la crítica. Todo está allí donde se supone que debe estar, los asientos deportivos están suministrados por Recaro y proporcionan un soporte lateral perfecto y la terminación de los materiales es limpia y de calidad.
Bueno para perfeccionar
Aunque tampoco llega a la perfección, el interior del Golf devuelve un poco más sensación de calidad. Sin embargo, un punto a favor para el Kia es su cuadro de instrumentos digital, a través del cual puede seguirse con detalle las características de conducción en el modo Sport, con una pantalla gráfica que incluso muestra la cantidad de par aplicada instantáneamente.
Exteriormente, el Kia Cee’d GT se reconoce de inmediato por su faldón delantero, las luces de día por LED, las pinzas rojas de los frenos y los cristales traseros oscurecidos. En el Golf, el GTI se diferencia por la línea roja en la parrilla -que ahora se extiende hasta los faros- los escapes cromados, las luces traseras oscuras y también los frenos de color rojo.
Resumen
Kia no llega con el Cee’d GT al nivel del Golf GTI, pero al menos los coreanos han sacado un excelente producto con un coste muy inferior al del alemán. El motor es más que suficiente en términos de potencia y la conducción es agradable, rápida e incluso divertida en muchos momentos. Sin embargo, el de Wolfsburg es mucho más rápido y preciso cuando la cosa se pone seria. Además, consumiendo mucho menos.