Hemos comparado el nuevo XF familiar con el Serie 5 Touring. Visualmente, el XF ofrece una identidad británica que hace que se distinga verdaderamente de su competencia alemana, de siempre menos orientada al diseño y más a las capacidades dinámicas. Su trasera está perfectamente equilibrada, y a pesar del carácter familiar el resultado no pierde ni un ápice de elegancia. A lo largo de sus 4,97 metros el XF emana todo el lujo necesario de un coche de prestigio. Por su parte, el Serie 5 tiene algo menos de aura exótica, aunque el diseño de la última generación ha suavizado bastante sus formas y puede rivalizar con un vehículo británico. Por lo menos en esta comparación directa se
Un estilo fresco
El diseño especial del XF también se transmite en el interior. Con el motor apagado, la consola central y el salpicadero se nivelan automáticamente, por lo que disminuye el botón giratorio para el interruptor automático y las válvulas de ventilación están cerradas, rociado el Jaguar un toque extravagante. Sin embargo, aunque este estilo único implica que algo falta en el otro lado una cierta cantidad de finura, de la Serie 5 tiene claramente más que ofrecer.
El Serie 5, a pesar de que es algo más corto ofrece mejor espacio en la parte delantera y trasera, e impresiona con una calidad más fina de los materiales y con mayor funcionalidad en el puesto de conducción. En este sentido, los sistemas de navegación pertenecen a dos mundos totalmente diferentes. El XF tiene una variante de pantalla táctil algo insatisfactoria en algunas funciones, así como aplicaciones multimedia algo anticuadas.
Grandes diferencias multimedia
En el caso de BMW la pantalla gigante ofrece una nitidez más fina y los gráficos resultan más claros. El sistema de mando iDrive, un conocido y maduro elemento de serie, ahora presenta algunas novedades, como un pulsador en medio de la pantalla táctil que le permite navegar fácilmente incluso durante la conducción utilizando la punta del dedo. Mientras, en el caso de Jaguar es relativamente difícil hacer esto a través de la pantalla táctil, ya que va a distraernos más fácilmente del tráfico. Además de esto luego hay elemento muy prácticos, como la información del tráfico en tiempo real para BMW.
En lo que respecta al espacio de carga y a la facilidad para introducir equipaje, BMW demuestra una vez más su potencial con ideas coherentes y más versátiles en su uso. Así, este Serie 5 ofrece una ventana trasera con bisagras que permite introducir el pequeño equipaje más fácil sin tener que abrir completamente el portón.
El BMW es más práctico
Bajo el maletero bien revestido del Serie 5 también se esconde otro espacio multiuso adicional, que se abre de forma práctica y se hace de separación de espacios gracias a un resorte de gas. Esta misma zona de Jaguar está llena de la batería y de otras cosas. En cuanto a la facilidad de carga, el umbral más bajo y los tres asientos traseros divisibles hacen que el BMW también sea más útil. Si miramos los números exclusivamente, el Jaguar ofrece 550 litros iniciales y 1.675 litros, mientras que el BMW va desde los 560 hasta los 1.670 litros. No hay diferencias significativas por tanto.
Pasando al apartado de los motores, el BMW utiliza la versión 20d, es decir, una unidad de dos litros con 184 caballos de potencia y 380 Newton metros gestionados por una transmisión automática ZF de ocho velocidades que mueve sólo el eje trasero. El Jaguar está equipado con un propulsor 2.2 litros de cuatro cilindros y 200 caballos de fuerza y unos impresionantes 450 Nm. A pesar de esta diferencia, el Serie 5 es más rápido sobre el papel, con 8,3 segundos de aceleración y 227 km/h de velocidad máxima, lo que supone 0,5 segundos menos que el Jaguar para llegar hasta los cien y una velocidad de crucero 13 km/h superior.
Varias configuraciones de conducción
Los beneficios dinámicos se deben principalmente a los malabares de la transmisión automática ZF, que aquí suaviza las transiciones y sintoniza a la perfección con la propulsión diesel. Además, el motor de BMW se siente un poco más tranquilo y más sofisticado, ya que gracias a un interruptor se pueden configurar diferentes características de la conducción, desde un modo de ahorro en el que el rendimiento está fuertemente controlado así como un modo deportivo, en el que incluso el display del velocímetro del conductor se compromete con el placer de conducción pasando a una iluminación de color rojo.
También la comodidad del chasis del BMW puede ofrecer un abanico de comportamientos bastante grande, desde suave y cómodo hasta firme y deportivo. El XF, al igual que el BMW, proporciona una suspensión neumática capaz de convencer a los más exquisitos con la comodidad. El XF ofrece quizá un chasis más honesto, ya que el exceso de tecnología del Serie 5 hace perder de vez en cuando esa sensación de contacto con la carretera. Para investigar los límites en curva, el Jaguar está sin embargo controlado por el ESP desde mucho antes.
Un precio elevado
Toda la tecnología disponible en el BMW también debe garantizar un nivel particularmente alto de eficiencia, pero hay sólo unas pocas décimas de diferencia, aunque el Jaguar consumió un poco más. De acuerdo con las cifras de la ficha técnica, se pueden consiguen 5,1 litros en el Jaguar y 4,9 litros en el caso del BMW. Esta distancia aumenta ligeramente en circunstancias reales, donde el británico consumió algo más de 8 litros, mientras que el BMW consiguió mantener el 7 en el ordenador de a bordo.
Sin embargo, es probable que las cifras de emisiones y consumo tengan el menor impacto en la decisión de compra. El Jaguar parte de una versión básica de € 50.850 euros mientras que el BMW puede conseguirse por 48.500 euros, aunque no trae tanto equipamiento de serie. Por el contrario, el BMW ofrece significativamente más opciones si queremos invertir una buena cifra en equipamiento extra.
Resumen
El XF Sportbreak es una buena alternativa a los station wagon alemanes, cuya cuota de mercado es cada vez más significativa. Al menos en esta comparación directa con el BMW Serie 5 Touring puede hacer en cualquier aspecto prácticamente lo mismo. Sin embargo, el Jaguar es ligeramente inferior en cuanto a facilidad de carga de su maletero y también en cuanto a las posibilidades dinámicas y de eficiencia. En contra del BMW juega un equipamiento de serie menos completo que el de Jaguar.