Ambos cinco puertas superan por poco los 4 metros de longitud, aunque gracias a su estructura elevada ofrecen ese plus de espacio tan demandado por las familias. En su versión básica, el modelo francés resulta extraordinariamente anguloso pese a sus esquinas redondeadas. El Hyundai, con su zaga achaflanada y su techo de perfil tendido hacia atrás, ofrece una línea fluida comparativamente más elegante y, además, las aristas laterales de la carrocería recalcan su carácter dinámico.
El coreano es sin lugar a dudas la decisión más pura con un aspecto es más masculino, imponente, aunque también más conservador, mientras que el Picasso pretende demostrar su superioridad con una estética diferente, agradable y completamente individualizada. Pese a estar algo entradito en años, nuestro Citroën lacado en blanco continúa siendo un modelo que destaca entre la multitud.
Ambos ofrecen mucho espacio
En su interior, el C3 también ofrece una imagen alegre y se ha intentado mantener en todo momento su individualidad. El Hyundai muestra un aspecto más convencional, además de elegante y estéril. Debido a su estilo más objetivo, desde el punto de vista práctico el Hyundai presenta el concepto de manejo más intuitivo y, pese a la profusión de botones funcionales, uno se habitúa rápidamente a su manejo. En el caso del Citroën tendremos que asumir alguna que otra singularidad que, pese a todo, terminará siendo muy apreciada.
Si bien los franceses se han permitido un cierto grado de experimentación con el Picasso, se trata de un automóvil familiar muy versátil. Así, su propietario disfrutará de un acceso cómodo, una excelente visibilidad, suficiente libertad de movimiento a la altura de la cabeza, un volante regulable tanto en altura como en profundidad, diversos compartimentos, así como de un largo etcétera que no da lugar a crítica alguna. Y no podemos olvidarlos de su maletero de 385 litros cuya capacidad puede aumentar hasta los 500 litros gracias que los asientos traseros se pueden desplazar por separado. Además, el banco trasero es abatible con lo que el C3 ofrece espacio para 1,5 cm3 de equipaje.
El lujo es posible
Por sí solas, todas estas cifras ya resultan muy respetables. Sin embargo, el Hyundai es algo más amplio. Los ocupantes disfrutan de un mayor margen de maniobra tanto a la altura de la cabeza como de las rodillas, el compartimento de carga estándar ofrece 55 litros más de espacio y su plano de carga es algo más bajo. En este sentido, es capaz de albergar más cómodamente a cuatro pasajeros con equipaje. Sin embargo, ampliado al máximo el ix20 dispone de una capacidad 20 litros inferior a la del C3.
Pese a su clara vocación práctica, ambos modelos se pueden equipar con un nivel de lujo considerable. Ambos disponen de techo panorámico, programador de velocidad, sistema automático de luces, navegador, sensor de lluvia, reposabrazos para el conductor y climatizador. Con esto queremos demostrar que ninguna de las dos unidades que probamos ofrecía esa imagen típica de los utilitarios escasos de equipamiento.
Componentes especiales del equipamiento
Sin embargo, ambos presentan alguna que otra particularidad. El ix20 cuenta con un sistema de acceso y arranque sin llave y un espejo retrovisor antideslumbramiento automático. En cambio, el Picasso pone el acento en otro tipo de equipamiento que resulta especialmente útil para los ocupantes más jóvenes. Sobre sus mesas plegables se pueden dejar los juguetes o los cuadernos de dibujo, mientras que las persianas para el sol protegen el sueño de los más pequeños y con el espejo retrovisor interior uno siempre puede tener controlados tanto a los coches que vienen por detrás como a los ocupantes de las plazas traseras. Además de todo esto el C3 también cuenta con iluminación móvil en el maletero, un ambientador y barras portaequipajes.
En el apartado del equipamiento de seguridad, ambos cuentan con suficientes sistemas de regulación y airbags. Además, el ix20 destaca sobre su competidor gracias a algunos componentes de seguridad muy útiles. Reposacabezas activos, un sistema de control de la presión de los neumáticos y la luz de conducción diurna y de curva opcional son algunas de las cosas que se echan de menos en el C3.
Igual de potentes, pero con un carácter bien distinto
En ambos casos la oferta de motorizaciones es sencilla. Además de dos modelos de gasolina (de 90 y 125 CV) el ix20 cuenta con una variante diésel de 90 CV. El C3 Picasso también se puede equipar con dos propulsores de gasolina y un diésel, si bien éste último está disponible con dos niveles de potencia: 90 CV o 110 CV. Para realizar esta comparativa nos decantamos en ambos casos por las versiones diésel de 90 CV.
Si bien en el caso del Hyundai su fuerza proviene de una cilindrada de 1,4 litros y el motor está acoplado a un cambio manual de seis velocidades, el propulsor de 1,6 litros del C3 debe conformarse con tan sólo cinco relaciones de cambio. No obstante, esta escasez de marchas no supuso en ningún momento una desventaja evidente con respecto a su competidor. El motor algo más refinado del francés es más enérgico y resuelto, ofreciendo un agradable empuje desde la zona baja de revoluciones. El tiempo de aceleración es de 14,6 segundos y su velocidad máxima alcanza los 174 km/h.
Más potente con mayor consumo
Subjetivamente, el motor diésel del Hyundai resulta algo más áspero en su funcionamiento y no muestra un empuje tan potente, aunque objetivamente es incluso una décima de segundo más rápido que el C3 en el tiempo de aceleración. Si uno quiere ir algo más rápido tendrá que alargar un poco más las marchas, algo que en ocasiones irá acompañado de una acústica un poco molesta. En lo que respecta a su velocidad máxima, el Hyundai es 7 km/h más lento, pese a contar con una sexta marcha larga.
Una menor cilindrada, seis marchas y el sistema de arranque y parada de la versión ecológica «blue» (de momento no disponible en España) hacen que el ix20 sea especialmente eficiente. De esta forma, su consumo homologado se sitúa en 4,3 litros, es decir, 0,3 litros menos que el del C3. En la práctica, la horquilla es incluso más pronunciada. Si bien tras una conducción rápida en autopista el Hyundai nos sorprendió positivamente con una cifra de 6,8 litros, en el caso del Citroën el consumo registrado ascendió a 7,5 litros.
Balanceo divertido o planeo más duro
Ambos automóviles reúnen las condiciones necesarias para realizar trayectos largos cómodamente. Gracias a su chasis especialmente confortable el C3 planea de forma más suave e incluso a gran velocidad genera un nivel de ruido sorprendentemente bajo. El ix20 ofrece una conducción algo más dura y ruidosa y, a pesar de esta configuración obligatoria, no pierde ni un ápice de confort. A aquellos a los que de vez en cuando les gusta perderse a gran velocidad por carreteras sinuosas se encontrarán más a gusto con el coreano, ya que se balancea menos, tiende a subvirar más tarde y su dirección ofrece un control preciso sobre el trazado de las mismas.
El chasis del C3 es un excelente representante de la antigua tradición de los franceses en cuanto a la regulación de los bastidores. Pese a que muestra un fuerte balanceo en las curvas, su comportamiento no provoca ningún miedo ya que el ESP no permitirá en ningún momento abandonar el rumbo marcado. Además, a gran velocidad en autopista avanza de forma limpia y con fuerza y se muestra bien asentado y seguro sobre el asfalto.
Clara diferencia en el precio de acceso
Si bien ambos contrincantes presentan más o menos la misma altura, en el apartado de los precios de acceso existe una clara diferencia. Hyundai comercializa el ix20 1.4 CRDi a partir de 14.490 euros, aunque cabe mencionar que la versión «blue» que nosotros probamos cuesta en el mercado alemán unos 400 euros más.
Sin embargo, el C3 Picasso HDi 90 (a partir de 16.450 euros en versión Exclusive) ofrece entre otros componentes, incluye un programador de velocidad, una instalación manos libres, un sistema de aire acondicionado, airbags de cabeza y faros antiniebla. Si queremos disfrutar de un equipamiento similar en el ix20, entonces nos tendremos que hacer con la versión «Sport» por 16.790 euros como mínimo.
Conclusión
Tres son los aspectos fundamentales con los que el Hyundai ix20 ha logrado alzarse victorioso esta vez. En primer lugar, ofrece algo más espacio para los pasajeros con un maletero también de mayor tamaño. En segundo lugar, su motor diésel se muestra más relajado con unas prestaciones casi idénticas. Y, en tercer lugar, el precio del ix20 y las inspecciones gratuitas posteriores ofrecen a la larga un ahorro nada desdeñable.
Sin embargo, el C3 también cuenta con argumentos de peso a su favor. En términos estéticos, el Citroën es la solución más arriesgada ya que su diseño, tanto interior como exterior, apuesta por algunos detalles refrescantes. Además, su variante diésel ofrece un empuje más consistente, la velocidad máxima es más elevada y también cuenta con el chasis más suave y cómodo. En resumen, un francés con ese carácter encantador que todo el mundo querría tener. Y, además, también es práctico.