3,8 frente a 3,6 litros. Híbrido frente a diésel. ¿Qué interesa más?. Sobre el papel, el Auris parece tener alguna que otra ventaja sobre su rival, ya que la interacción de un motor de gasolina y un motor eléctrico consiguen un rendimiento bastante interesante: 136 CV y 349 Nm de par máximo gestionados a través de una transmisión continua CVT bastante suave y agradable. El Auris híbrido es especialmente recomendable en el tráfico urbano, ya que es en estas circunstancias donde se consigue un consumo de combustible realmente bajo.
No es para todos
En la conducción del Toyota se requiere la involucración directa del conductor para conseguir una conducción lo más eficiente posible, es decir, que no es todo responsabilidad de su tecnología híbrida. Aunque hay un gran impulso del motor eléctrico cuando se necesita, lo cierto es que la responsabilidad casi total del comportamiento del coche recae en el motor de gasolina. A velocidades altas, sobretodo en carretera, la interacción del bloque de gasolina con la transmisión CVT puede mejorarse, principalmente porque el margen de revoluciones se queda muy elevado y el consumo de combustible se dispara. La velocidad máxima es de 180 km/h y el consumo que registramos en nuestra prueba fue de casi 8 litros.
Su oponente puede parecer más débil en un primer término, ya que en realidad “sólo” cuenta con 120 caballos de fuerza y 300 Newtonmetro. Su motor diésel de inyección directa y turboalimentado ofrece una muy agradable conducción. Más allá de las 1.500 rpm el motor ofrece buenas reacciones y tira de forma homogénea. Su aceleración máxima es de 10,2 segundos hasta alcanzar los 100 km/h, lo que supone medio segundo menos que el Toyota.
Uno para ciudad, otro para autovía
En cuanto al potencial dinámico, parece que el Civic es la opción más aconsejable, ya que la velocidad máxima que puede alcanzarse es muy superior (225 km/h) con este coche. Aquellos que prefieran obtener rendimiento en este sentido tendrán la elección bastante clara, pero si la preferencia es de consumo, entonces el Auris podrá conseguir los mejores valores. En ciudad, y exprimiendo al máximo sus capacidades de ahorro, podremos conseguir valores por debajo de cinco litros.
El Toyota Auris es un coche más recomendable para conductores de ciudad que buscan una propulsión tranquila, suave y eficiente, lo que de alguna forma también motiva al conductor para mejorar su conducción económica. En el caso del Civic, su lado ahorrador se demuestra en la carretera, donde es capaz de circular a muy bajas revoluciones con un consumo realmente bajo (3,6 es el dato mixto, 3,3 la cifra en carretera). La única pega es que Honda no ofrece un cambio automático para combinar con este motor, asociado obligatoriamente a un cambio manual de seis velocidades. En el caso del Auris ocurre al revés, es la transmisión automática la que no tiene alternativa posible.
Civic: divertido y práctico
A pesar de ser un diesel frente a un gasolina, el Honda ofrece un potencial claramente más divertido, principalmente porque es uno de los coches más ligeros de su segmento. No obstante, el Toyota ofrece los mejores frenos. Según nuestras mediciones, las 1,4 toneladas se detienen en 36,6 metros, mientras que con el Honda la frenada fue 0,6 metros más larga.
Pero el Civic no sólo es divertido, sino que también es práctico para el uso diario . Debido a la buena configuración del espacio, el habitáculo es realmente aprovechable. Gracias a su eje de torsión y a la colocación del depósito de combustible en el centro del vehículo, el Honda establece su capacidad máxima en 477 litros. Con el respaldo del asiento trasero abatido podemos estirarlo hasta los 1.378 litros.
La mala visibilidad del Honda
Una de las particularidades del Civic es que sus asientos traseros pueden abatirse y también plegarse y levantarse, dejando un espacio entre las filas de asientos muy útil para transportar objetos altos, como una bicicleta. Aquí hay que reconocer que, en términos de volumen de carga y flexibilidad de espacio, el de Honda sigue siendo el rey. Sin embargo, no todo es perfecto. La vista trasera sigue siendo bastante limitada ya que la luna posterior está dividida y además las plazas traseras siguen necesitando algunos centímetros más de libertad para las piernas. Al menos en los dos últimos puntos el modelo de Toyota está en clara ventaja. En contra, sus 360 litros (ampliables hasta 1080) son relativamente pobres al lado del Civic.
Auris Hybrid : más caros pero más barato
En los apartados cruciales de esta comparativa es el Honda Civic la alternativa más convincente, y encima es algo más barato . La inversión mínima en este diesel es de 18.300 euros, mientras que Toyota por su tecnología exige al menos 20.590 euros. Sin embargo, el Toyota en su versión básica ya ofrece un equipamiento de serie mayor que en el Honda supondría varios cientos de euros más.
En el lado de Auris híbrido es importante también recordar su alta fiabilidad y la alta retención de valor a lo largo del tiempo, lo que debería compensar la diferencia de coste a lo largo de la vida útil. Desde estas dos perspectivas el coche híbrido de Toyota es sencillamente ejemplar.
Conclusión
¿Híbridos o diesel ?. En esta comparación, nuestra elección es clara al principio: el diesel. El nuevo 1.6 i- DTEC es, teórica y prácticamente, tan eficientemente como el Auris , pero al mismo tiempo es más dinámico y permite dar más rienda suelta a exprimir las prestaciones. Otro argumento a favor del Civic es su alta capacidad de almacenamiento.
El Auris, por su parte, se desenvuelve mucho mejor en el tráfico de la ciudad, donde gracias a su tecnología híbrida se demuestra su conducción limpia y eficiente. Aunque el precio base del coche compacto de Toyota es significativamente más alto que el Civic 1.6 i- DTEC, este precio también se asocia con un mucho mejor equipo que califica para el híbrido inteligente trato.