Poco queda ya de las antiguas capotas en automóviles como el Volkswagen Eos o el Ford Focus Coupé Cabriolet: dos buenas opciones de acceso a este segmento con una considerable diferencia de precio… Ambos tienen una carrocería de unos 4,5 metros de largo y unos 1,8 metros de ancho; uno y otro montan un motor turbodiésel que ronda los 140 CV de potencia; y los dos se pueden conducir al aire libre o bajo un techo retráctil que se despliega en menos de medio minuto. Entre tanta similitud, sin embargo, se aprecia como los descapotables de dos de las firmas automovilísticas más importantes del mundo, Ford y Volkswagen, tienen muchas diferencias en diseño, confort y comportamiento. Además, su precio es bastante dispar.
Algo más que diez centímetros
Solo diez centímetros diferencian en longitud al Volkswagen Eos del Ford Focus Coupé Cabriolet. Sin embargo, en muchas ocasiones parecen bastantes más por la característica trasera de la carrocería diseñada por Pininfarina, que paradójicamente recuerda a los automóviles norteamericanos de hace unas décadas. Así, y mientras el Eos otorga la sensación de un coche recortado y compacto, el Focus Cabrio da la sensación de ser mucho más espacioso.
De hecho, ocurre lo mismo al compararlo con la versión de tres volúmenes del popular modelo de Ford, que tiene una trasera bastante más proporcionada. La razón de ser de este característico diseño está en la configuración del techo retráctil, cuya importancia en los automóviles descapotables actuales llega hasta el punto de modificar las líneas de la carrocería.
En menos de treinta segundos
Y es que para el mercado de los descapotables es importante convencer a los compradores de que se trata de vehículos adecuados para las cuatro estaciones del año y no solo para disfrutar de la primavera y el verano. En este aspecto han tomado buena nota en Volkswagen, que con el Eos ofrecen una moderna superficie retráctil que puede ser utilizada también como techo solar. Además, con la carrocería capotada, el automóvil alemán tiene una atractiva figura que puede competir con muchos de los coupés del mercado.
El problema de este techo retráctil se encuentra en el espacio que ocupa cuando está plegado. Entonces, los 380 litros de capacidad del maletero del Volkswagen se reducen hasta el extremo de no poder albergar una maleta de dimensiones normales. Esta situación la han resuelto mejor en Ford, con un espacio considerablemente mayor en el maletero que permite llevar el equipaje de dos personas para un fin de semana. Sin embargo, en el coche americano, la calidad de la superficie que tapa el maletero y del propio techo por su parte interior es menor que en el europeo, que además tiene mejor acabada la unión de la superficie retráctil con el parabrisas.
El acoplamiento de estos dos elementos es el último o el primer paso del proceso de plegado o desplegado del techo, que en ambos coches se realiza en menos de treinta segundos. Este procedimiento es ligeramente más rápido en el Focus, que también indica sus distintas fases mediante un esquema en el panel de instrumentos. Además, tiene el botón que hay que pulsar durante todo el proceso en el salpicadero, mucho más a mano que el del Eos, situado en el reposabrazos central.
Tonos opuestos
Dos conceptos totalmente distintos se dan cita en el interior de ambos vehículos. Mientras que el Volkswagen combina un salpicadero oscuro y sobrio con unos atractivos asientos de cuero, el Ford maneja colores más claros presentes en una configuración muy característica de la firma del óvalo. Quizás se trata de tonos demasiado suaves para el interior de un coche descapotable, mucho más susceptible de ser estropeado que el de cualquier otro automóvil.
El puesto del piloto en los dos coches es cómodo, aunque el Eos permite una conducción más confortable. El alemán permite una posición mucho más cercana al suelo, mientras que los asientos del Focus hay veces en los que no se fijan correctamente. De esta forma el habitáculo del Ford pierde los enteros conseguidos por un volante más deportivo y unos pedales con muy buen tacto. Por otra parte, el parabrisas del coche americano es más alargado y tiene una mayor inclinación, de forma que protege mejor a los pasajeros cuando circula descapotado. A pesar de ser un vehículo con cuatro plazas, las dos traseras no son recomendables para personas de más de 1,80 metros, puesto que el espacio para las piernas es reducido. Lo mismo ocurre en el Eos, donde además la comunicación durante la marcha entre los ocupantes de la parte trasera y los de la parte delantera se hace bastante complicada.
Otro inconveniente durante la conducción descapotada es la vibración de los cinturones de seguridad, que se hace bastante incómoda cuando se circula a alta velocidad en los dos vehículos. Sería recomendable incluir en ambos casos una pequeña funda que dote de mayor peso a estos elementos y disminuya su vibración.
Cuando la circulación se lleva a cabo con el techo desplegado, las condiciones dentro del habitáculo se asemejan mucho a las de un vehículo cerrado diferenciándose únicamente por una mayor sonoridad causada por el peor cierre de las ventanillas. En este aspecto saca peor nota el Ford que el Volkswagen, aunque en lo que se refiere a habitabilidad de las plazas traseras supera al coche alemán. Lo que si se podría mejorar en ambos casos es el acceso a las plazas traseras, que con el techo incorporado y para personas de cierta estatura se antoja casi imposible.
2.0 TDCi 136 CV y 2.0 TDI 140 CV
Las prestaciones del único motor diésel con el que están disponibles tanto el Eos como el Focus Cabrio son muy parecidas. El TDCi de Ford desarrolla 136 CV de potencia y 320 Nm de par motor máximo, mientras que el TDI de Volkswagen cuenta con 140 CV de potencia y también 320 Nm de par. La gran diferencia entre ambas mecánicas es que la alemana puede combinarse con una caja de cambios automática DSG de seis velocidades.
Este elemento le dota de una considerable ventaja en las recuperaciones y a la hora de llevar una conducción alegre. En este aspecto también ayuda la suspensión adaptativa de Volkswagen (DCC), que permite configurar los reglajes del vehículo para hacerlos más deportivos o más confortables. Por su parte, el Focus cuenta con una caja de cambios manual de seis velocidades con un tacto muy preciso, al igual que el volante. Con esta transmisión, la mecánica TDCi mantiene al Ford desahogadamente en los 120 km/h, a 2.500 rpm en quinta y a 2.000 rpm en sexta. Esta último desarrollo permite contener el consumo del Focus en carretera, que se sitúa en 4,9 litros, con 7,7 en ciudad y 5,9 de media. El Eos, por su parte, tiene un consumo medio de 6,7 litros causado en parte por el cambio automático.
28.230€ Vs. 39.400€
Con estos motores y transmisiones, las versiones con mejor equipamiento del Ford Focus Cabrio y del Volkswagen Eos se denominan Titanium e Individual respectivamente. Tienen una diferencia de precio que ya se observa en el precio de base de ambos modelos (22.270€ frente a 28.020€) y que se amplía en más de 3.000€ por el cambio automático DSG. Los dos modelos cuentan de serie con control de tracción, control de estabilidad, protección antivuelco y volante de cuero regulable en altura y profundidad. El Focus, además, cuenta con climatizador, elevalunas eléctricos traseros, limpiaparabrisas automáticos, tapicería de cuero y radio Sony con Mp3 entre otras cosas. El navegador opcional por 900€ tiene una pantalla demasiado pequeña. El GPS tampoco está incluido en esta versión de Volkswagen Eos, que sin embargo sin incluye llantas de aleación de 18 pulgadas, acceso al maletero desde el reposabrazos trasero, climatizador bizona y faros bixenón.
Resumen
Gracias a la tecnología del techo retráctil, se puede decir que tanto el Volkswagen Eos como el Ford Focus Coupé Cabriolet son automóviles para todo el año. Sin embargo, la escasa amplitud de las plazas traseras hace que se conviertan prácticamente en coches biplazas para el uso diario. Este aspecto lo trata de resolver el Focus con su inconfundible trasera, que le dota de un maletero considerablemente mayor, mientras que el Volkswagen lo compensa con un comportamiento y una estética comparable al de muchos coupés.
Alberto Fernández: “Sinceramente me costaría mucho tomar una decisión clara sobre estos dos coches. El Focus me cautiva por su línea exterior y por el toque Pininfarina, más auténtico y personal. Su motor me sorprendió positivamente en otros modelos y no ha sido menos en este distinguido cabriolet. El Eos, sin embargo, me parece realmente un coche muy bien construido y con capacidad para conquistar a más público que el CC. A pesar de superar con creces el presupuesto de su rival americano, el Eos con el cambio DSG se convierte en un coche totalmente redondo”.