Y, además, ¿desde cuándo se calcula el precio de un vehículo por su longitud total?
Mejor ni pensarlo, porque entonces un Opel Agila (86 CV, gasolina) sería, con sus 39,60 €/cm, igual de caro que un Audi A1 1.2 TSI (86 CV), mientras que un Toyota Urban Cruiser (1.4 D-4D, tracción delantera) de 90 CV, con sus 48,60 €/cm, incluso un euro más caro por centímetro que un A1 1.6 TDI (90 CV). ¿Les resulta interesante este cálculo? A nosotros sí.
El espacio es secundario
Por este motivo, en nuestra comparativa de hoy entre el Mini Cooper D y el Audi A1 1.6 TDI Ambition no vamos a quejarnos del precio de ninguno de los dos, ya que parece que tampoco lo hace la mayoría de los compradores. Al fin y al cabo, un volumen de ventas aproximado de 2.500 unidades al mes en ambos casos les permite situarse en la sexta y séptima posición del ranking de los vehículos más vendidos. Nosotros nos dedicaremos a disfrutar del lujo y la dinámica de conducción que ofrece el formato mini, ya que esto es lo que buscan principalmente los compradores de un Audi A1 de 3,95 metros de longitud y de un Mini Cooper D aún más corto que tan sólo alcanza los 3,72 metros de largo.
En este sentido, resulta completamente secundario que en la parte posterior del Mini un adulto de tamaño normal deba sentarse, en el mejor de los casos, atravesado pero de ninguna manera erguido. Además, antes de llegar a esta situación seguro que ya había tenido problemas para abrir las puertas (y el portón trasero). Sobre todo cuando la temperatura exterior es baja, las manetas de las puertas (y el botón de apertura del portón trasero) están sumamente duros.
En el A1 (desarrollado sobre la plataforma del Polo) todo esto funciona mucho mejor y en la parte trasera hay mucho más espacio, aunque sigue siendo menos que en el propio Polo o en el Opel Corsa.
En cambio, la parte delantera de ambos contrincantes muestra dos mundos completamente diferentes. En el Mini ésta presenta un aspecto más alegre, mientras que el del A1 está más perfeccionado. No obstante, ambos son suficientemente amplios. En el caso de la marca Audi, no es de extrañar que el pequeño de la casa destaque por la calidad de unos materiales que bien podrían encajar en algunos automóviles de clase superior. El tamaño de las uniones es mínimo, los materiales óptimos y el acabado excepcional.
En este apartado no puede competir el Mini que, a igualdad de equipamiento, resulta incluso algo más caro. Sin embargo, sí debemos decir que, en comparación con el modelo anterior a la revisión realizada en agosto de 2010, algunas cosas han cambiado para bien en cuanto a finalización y acabado del producto.
El precio es secundario
Los materiales plásticos utilizados en el Mini son en su mayoría de color negro y los botones situados en torno a la posición del conductor muestran un punto de contacto bien definido. Sin embargo, esto no es suficiente para lograr un ambiente de lujo. Para ello, tanto en el Mini como en el Audi son necesarios los asientos deportivos y calefactados. En el A1 tienen un precio de unos 700 euros, mientras que en el Cooper D podemos conseguir lo mismo por 100 euros menos. En el modelo de Munich nos convenció sobre todo la piel «Lounge Classic Green» que se suministra en combinación obligatoria con los asientos deportivos, la calefacción para los asientos y un determinado color de interior.
Y seguramente nadie se quede sólo ahí. Tampoco debe faltar una buena radio CD, con la conexión para el iPhone imprescindible en este segmento, un ordenador de a bordo, unas bonitas llantas de 17" y pintura metalizada, así como faros de xénon. Si hay que hacerlo, se hace bien. De esta forma, tanto en el caso del Mini Cooper D como en el del Audi A1 1.6 TDI Ambition alcanzaremos un precio aproximado de 25.000 euros. Sin embargo, por este precio obtendremos dos pequeños utilitarios con una excelente potencia.
Datos similares, comportamiento diferente
El A1, que se presenta con el típico diseño de un utilitario, viene propulsado por el motor 1.6 TDI de 105 CV ampliamente utilizado por la casa. El motor es silencioso, suave y, gracias a sus 105 CV, desarrolla suficiente potencia como para resultar apto para trayectos más largos. Además, sus 250 Nm a 1.500 revoluciones proporcionan unas buenas prestaciones sin tener que renunciar a nada. Su cambio de cinco velocidades disecciona la fuerza en dosis adecuadas, aunque la última marcha se nos antoja demasiado larga. Lo que más destaca es su consumo que, según la casa, debería ser de 3,8 litros a los 100 km.
El Cooper D de 112 CV de potencia registra la misma cifra y, por lo tanto, las mismas emisiones de de CO2 (99 g/km). Sin embargo, con una conducción más acorde con estos pequeños de apariencia deportiva en ambos casos deberíamos contar con unos 6 litros de consumo.
El motor diésel del Mini, también de 1,6 litros y cuya fabricación corre a cargo de BMW desde su revisión (anteriormente se fabricaba en colaboración con PSA), puede generar brevemente 270 Nm en modo «Overboost» y ya en los primeros metros se muestra mucho más firme y dinámico. El Mini viene equipado de serie con un cambio de seis velocidades con recorridos sumamente cortos y un manejo excelente. El único defecto es que en las situaciones de mayor estrés es posible que uno se quede enganchado entre la primera marcha y la marcha atrás. Esto no ocurre casi en el A1, aunque por el contrario su cambio nos recuerda al de un VW Polo o al de un Skoda Fabia o un Seat Ibiza. No está mal, pero no es nada del otro mundo.
El bávaro es más rápido
Según la tabla de datos, el A1 pesa al menos 1.215 kilogramos con conductor incluido. El Mini Cooper D con equipamiento básico y también con conductor incluido pesa casi 50 kilogramos menos. No es de extrañar, por tanto, que el Mini de 112 CV de potencia sea, por lo general, algo más rápido. Sin embargo, las mediciones realizadas por un servidor nos hacen sospechar que el Mini se presentó con una buena dosis de potencia adicional. Mientras que el A1 precisa 10,4 segundos para alcanzar la marca de los 100 km/h, el Mini tan sólo necesita 8,7 segundos. Esta cifra es exactamente un segundo inferior a la que nos indica su ficha técnica.
Evidentemente, esta diferencia también se hace notar en el día a día. En este sentido, y superados los 170 km/h, el Mini se mantiene relativamente rápido en autopista, mientras que, por el contrario, el A1 se muestra algo más lento y sólo consigue alcanzar la marca de los 200 km/h con mucha dificultad. El Mini alcanza los 220 km/h
Y además se mantiene estable y preciso en su trayectoria. La dirección nos ofrece una respuesta perfecta en cualquier situación y muestra la densidad y la precisión exactas que cabe esperar de un Mini. En este aspecto el A1 no tiene nada que hacer. Éste último tiene una dirección menos precisa que, aunque continúa estando entre las mejores del segmento de los utilitarios, no logra acercarse al buen trabajo realizado por su contrincante.
La misma impresión nos dejaron los chasis. El Mini amortigua, en general, con algo más de tensión, mientras que el Audi se muestra más torpe y, a la larga, resulta casi molesto, al menos con el chasis deportivo de serie en la versión «Ambition». En este caso, cualquier pequeño estímulo convierte la carrocería en una vibración constante. Por lo menos Audi ofrece la opción gratuita de encargar un chasis dinámico, que no es otra cosa que un chasis cómodo, pero que mantiene un comportamiento suficientemente deportivo. Por este motivo lo recomendamos encarecidamente.
Datos técnicos
Marca y modelo | Audi A1 1.6 TDI | Mini Cooper D | ||
---|---|---|---|---|
Versión | Ambition | |||
Especificaciones | ||||
Longitud/anchura/altura (mm) | 3.954 / 1.740 / 1.416 | 3.723 / 1.683 / 1.407 | ||
Distancia entre ejes (mm) | 2.469 | 2.467 | ||
Diámetro de giro (m) | 10,6 | 10,7 | ||
Peso (kg) | 1.215 | 1.165 | ||
Volumen del maletero (l) | 270 - 920 | 160 - 680 | ||
Neumáticos | 195/50 R16 Dunlop Winter Sport 3D | 175/60 R16 Dunlop Winter Sport 3D | ||
Motor | ||||
Cilindrada (cc) | 1.598 / 4 cilindros en línea | 1.598 / 4 cilindros en línea | ||
Potencia (cv) | 105 a 4.400 | 112 a 4.000 | ||
Par máximo (Nm/rpm) | 250 / 1.500 - 2.500 | 270 / 1.750 - 2.250 | ||
Tracción | Delantera | Delantera | ||
Transmisión | Manual, 5 velocidades | Manual, 6 velocidades | ||
Consumo | ||||
Combustible | Diesel | Diesel | ||
Urbano/Carretera/Combinado (l/100km) | 4,7 / 3,5 / 3,9 | 4,2 / 3,5 / 3,8 | ||
Emisiones CO2 (gr/km) | 103 / Euro 5 | 99 / Euro 5 | ||
Consumo durante test (l/100km) | 5,7 | 5,9 | ||
Características | ||||
Aceleración 0-100 km/h (s) | 10,5 | 9,7 | ||
Recuperación 80-100 km/h (s) en 4ª | 10,4 | 8,7 | ||
Capacidad depósito (l) | 40 | 40 | ||
Velocidad máxima | 190 | 197 | ||
Precio (sin extras) | ||||
Euros | 20.900,00 | 21.000,00 | ||
Equipamiento extra | ||||
Más datosMenos datos |
Bajo un punto de vista puramente dinámico, el modelo de Munich se presenta con una tendencia mucho menor al subviraje, y eso pese a llevar neumáticos de invierno dos centímetros más estrechos. El modelo más dinámico y, sorprendentemente, el más cómodo (de nuestra comparativa) es el Mini. Otra ventaja del Cooper D es su profunda posición de conducción sobre unos cómodos asientos deportivos y la buena visibilidad derivada de una carrocería relativamente cuadrada.
Conclusión
Los que deseen hacerse con un minideportivo no tendrán más remedio que decantarse por el Mini. Por otro lado, sus acabados y la selección de sus materiales (que no se corresponden con el nivel del precio) pueden resultar bastante molestos. Sin embargo, esto no afecta para nada al éxito del Mini, ya que su cambio, su posición de conducción, la configuración de su chasis, su agilidad y, no en última instancia, su excelente motor diésel le otorgan una posición privilegiada entre los más pequeños.
En el Audi A1 1.6 TDI destacan, sobre todo, sus acabados precisos y la buena selección de materiales, así como la facilidad de manejo y, en caso de que a alguien le interese, su interior claramente más grande si lo comparamos con el del Mini. No obstante, su motor es algo apático y, pese de todo, su consumo es inferior. Además, su chasis (deportivo) es más torpe e impreciso. De todas formas, ambos son caros a rabiar. Lo siento, pero lo teníamos que decir.