Hacía tiempo que no teníamos un Citroën en el segmento de los comapactos, pero después de haber podido probar el nuevo Citroën C4 en su versión diésel de cambio automático nos queda claro que la espera ha merecido la pena.
Sin duda, el nuevo C4 es una de las grandes sorpresas, hasta el punto de que creemos que, si estás pensando en cambiar de coche, debe ser uno de los modelos que pruebes obligatoriamente. Es uno de esos coches que te convence más cuanto más lo usas.
No hay nada en el mercado que ofrezca este nivel de confort en su categoría. El nuevo Citroën C4 es el coche más cómodo de su segmento y uno de los más espaciosos. Si a ello le sumamos que gasta poco y que su relación precio/equipamiento es muy buena, queda claro que es una compra muy recomendable. Vamos a ver por qué apartado por apartado.
Citroën C4 2021: lo mejor de los SUV, pero sin sus inconvenientes
Los diseñadores del nuevo C4 han tenido muy claro que el público de esta década está enamorado de los SUV. Sin embargo, también han sido conscientes de que este tipo de vehículos tienen una serie de inconvenientes, principalmente su estabilidad y consumos, debido a su mayor altura y superficie contra el viento.
Bien, pues la solución es un compromiso entre una berlina y un SUV y el resultado es el nuevo Citroën C4. Lo que la gente más valora de un SUV es su estética robusta y la facilidad para entrar y salir de un habitáculo cuyos asientos están más altos de lo normal.
Estos dos aspectos se han logrado en el nuevo C4, que tiene la base de los asientos elevada para que entrar y salir sea más cómodo y dentro nos sentemos algo más erguidos. Para conseguir ese aspecto de SUV, los diseñadores han hecho unos pasos de rueda muy grandes y que tienen unos arcos de rueda y unos faldones negros para que parezca que el coche está más elevado respecto al suelo de lo que en realidad está.
Para terminar de darle ese aspecto de SUV, el frontal tiene un aspecto rotundo, con un perfil delantero muy elevado y un paragolpes con el faldón imitando un cubrecarter.
Realmente parece más alto de lo que en realidad es y sí se percibe como un SUV, pero en no es más alto que la mayoría de sus rivales.
La vista delantera es muy llamativa por la forma de sus faros, con unas luces diurnas que son muy visibles y una iluminación full led que da una luz bastante blanca por la noche.
Cuando lo vemos lateralmente, además de los arcos de rueda y faldones en negro, lo que más llama la atención es la caída del techo y las grandes llantas de 18 pulgadas que calzan unos neumáticos relativamente estrechos (sólo 195 mm ) para no comprometer ni los consumos ni el comportamiento dinámico.
En la vista trasera lo más chocante son los pilotos, con formas muy complejas y también con tecnología LED. Son muy visibles, pero algo recargados. Lo bueno es que el portón deja un acceso muy ancho y cómodo al maletero. Lo malo, que le han puesto un spoiler que corta la luneta trasera y hace que la visibilidad sea peor de lo deseable, además de impedir la instalación de un limpialuneta.
El resultado es atractivo, aunque depende del gusto de cada uno, pero lo que es objetivamente bueno es que sus acabados y terminaciones son de gran calidad, a años luz de sus antecesores y de la mitad hacia arriba de su categoría. Esto se puede ver, por ejemplo, en detalles como los marcos de las ventanillas o el sonido de las puertas al abrir y cerrar.
Citroën C4 2021: de los más espaciosos
La buena impresión exterior se ratifica al abrir las puertas. __El diseño del interior es moderno y práctico __y los materiales y ajustes no están nada mal, pero lo mejor es el espacio que ofrece a sus pasajeros, tanto delanteros como traseros.
Las plazas traseras del nuevo Citroën C4 están entre las más espaciosas de su categoría y tanto su acceso como una vez dentro de ellas resultan mucho más cómodas que las de rivales como el Seat León, Renault Mégane, VW Golf o Ford Focus.
Los asientos delanteros son muy confortables y la postura de conducción algo elevada y cómoda. Los mandos quedan bastante a mano y se agradece que no todos estén en la pantalla táctil. Su usabilidad con mandos tradicionales para la climatización y el volumen de la radio es mucho más cómoda que, por ejemplo, la del Seat León o Golf.
Delante del copiloto tenemos un cajón y un soporte para una tablet. Es un gadget llamativo y aunque en su día pregunté a sus diseñadores sobre su seguridad en caso de impacto y desplegado de los airbags, la respuesta fue que se había tenido en cuenta y que era seguro. Habrá que darles el voto de confianza hasta que EuroNCAP lo ensaye.
Las plazas traseras del C4 son de las más espaciosas del segmento, al menos en altura para las cabezas y espacio para las piernas. A lo ancho, como suele ser general, no sobra para tres adultos, que viajarán apretados.
En cuanto al maletero, sus formas son muy aprovechables y su volumen de 380 litros está en la parte alta de la categoria, empatando con el Golf. Tiene doble fondo y espacio para una rueda de repuesto y, si necesitamos más capacidad, se pueden abatir los respaldos traseros por mitades asimétricas, además de tener una portezuela de tipo porta esquíes en el reposabrazos central trasero.
Citroën C4: eficiente y silencioso
En esta primera pueba del año hemos examinado el C4 con el motor diésel de 130 CV y cambio automático EAT8 de fabricación japonesa y 8 velocidades. Lo más destacable de este conjunto propulsor es su suavidad de funcionamiento y sus consumos ajustados.
Dentro apenas se oye el motor diésel, cuyas prestaciones son más que suficientes para hacer adelantamientos seguros y viajar con soltura aunque llevemos el coche cargado. El cambio automático hace que su conducción sea muy fácil y su respuesta es muy cómoda. Los más racing tal vez echen en falta una mayor velocidad de reacción en los cambios de marcha, pero no es el objetivo de este coche el batir récords contra el cronómetro.
Además de las levas en el volante para cambiar de marcha manualmente, el Citroën C4 dispone de una tecla en la consola que permite elegir entre tres modos de funcionamiento: Normal, Sport y Eco. Con ellos se modifica la sensibilidad del pedal del acelerador y la reacción de la caja de cambios.
En cuanto a los consumos, los valores son muy buenos aunque no tanto como dicen las cifras oficiales. Los consumos reales del Citroën C4 BlueHDi EAT8 han sido:
- Ciudad: 5,9 l/100 km.
- Carretera: 4,2 l/100 km
- Autopista: 5,1 l/100 km
Son cifras bastante buenas que permiten una autonomía al Citroën C4 diésel que ronda los 800 km.
Citroën C4: sin rival a su altura
A los mandos del nuevo C4 lo que más llama la atención es su confort. Pese a que se desarrolla sobre la plataforma pequeña del grupo PSA (la CMP de modelos como el C3 o el Peugeot 208, en lugar de la EMP2 del 308 y C5 Aircross), la verdad es que le ha sentado muy bien este estiramiento hasta los 4,3 metros de longitud aproximadamente.
Gracias a su suspensión con amortiguadores de topes hidráulicos progresivos (de serie a partir del acabado Feel), el nuevo C4 no tiene ningún rival a su altura en su categoría en cuanto a confort. En ciudad te olvidas de los pasos de cebra elevados, de las calles en obras y de las bandas reductoras de velocidad. En carretera no hay baches y en autopista no hay saltos en las juntas de dilatación de los puentes ni en las más estropeadas como en la A66 o en la A52. Su confort es absoluto.
Si a una suspensión muy confortable sumamos un interior muy bien aislado de los ruidos, el resultado es que viajar en el nuevo Citroën C4 es como hacerlo en una berlina de lujo.
Lo mejor de todo es que este confort no está reñido con una elevada estabilidad y seguridad. El coche no balancea demasiado en curva e incluso en maniobras bruscas de esquiva o frenazos siempre se siente seguro y bajo control. Además, incluso en conducción deportiva es más ágil y preciso de lo que parece. No es un GTi, pero no pretende serlo.
Sin lugar a dudas, es su rodar y su comodidad lo que más convence cuando lo pruebas, pero es que todo lo demás está también a muy buen nivel, es un coche muy completo y con muchas y buenas cualidades.
Citroen C4: buena relación precio/producto
Hasta ahora nos ha parecido una de las mejores alternativas del mercado en su segmento, pero llega el momento de juzgar su equipamiento y su precio. No hay sorpresas y sigue dejando el listón muy alto.
El Citroën C4 HDi EAT8 en acabado Shine es un tope de gama y su precio no es económico, pero, si tenemos en cuenta su equipamiento y lo comparamos con sus rivales, sale a cuenta.
En materia de seguridad activa y ADAS (asistentes avanzados a la conducción) no hay lagunas y equipa lo que ya se está convirtiendo en un estándar en el mercado actual, con el asistente de luz de carretera (por cierto, los faros son full led con buena iluminación), alerta de fatiga del conductor, sistema de mantenimiento en el carril, alerta de colisión con frenado de emergencia, control de crucero adaptativo y limitador de velocidad inteligente (lee las señales de tráfico), cámara frontal y trasera para el asistente de aparcamiento, etc.
En cuanto a confort, los asientos parcialmente en piel, climatizador de doble zona con salidas regulables para las plazas traseras, volante de piel multifunción, pantalla multimedia táctil de 10 pulgadas, soporte para la tablet, tomas USB...
Si nos paramos en el apartado multimedia, el Cactus dispone de un sistema de infoentretenimiento con Apple Car Play y Android Auto, puerto de carga inalámbrico, navegador integrado, etc. En lo que peca, sobre todo frente a sus rivales alemanes y del grupo VAG, es en la falta de un asistente virtual tipo Alexa y aplicaciones que permitan conocer la ubicación del coche en el móvil, etc. Son elementos que no son imprescindibles pero que algunos rivales ofrecen.