El Citroën C4 2021 se encuadra en el segmento C y, a pesar de su aspecto de crossover, compite con modelos como el Seat León, Ford Focus, Kia Ceed, Renault Mégane o Toyota Corolla. Para esta videoprueba del nuevo Citroën C4, hemos escogido la versión con el motor de gasolina más potente, el 1.2 PureTech de 150 CV, que solo está disponible con el cambio automático EAT8 y el acabado tope de gama Shine.
La anterior generación del Citroën C4 estuvo presente en el mercado durante casi una década y obtuvo bastante éxito comercial. Al final de su ciclo de vida, las ventas, lógicamente, disminuyeron ante la presencia de rivales más modernos y la marca francesa lo retiró del mercado sin un sucesor preparado, ya que el Citroën C4 Cactus, que también tuvo mucho éxito de ventas, se encontraba a medio camino entre el segmento B y el segmento C. Ahora, la marca de los chevrones regresa a la categoría de los compactos con un producto radicalmente distinto no solo frente al modelo precedente, si no también respecto a sus rivales.
Aunque la marca define al Citroën C4 2021 como una berlina compacta, su aspecto exterior es claramente el de un crossover, ya que cuenta con elementos de diseño típicos de los SUV como los pasos de rueda en plástico negro, un frontal de líneas rotundas o una mayor altura. Esta imagen cercana a la de un SUV se combina con una silueta muy atractiva en la que la línea descendente del techo le otorga cierto aire coupé. El conjunto se completa con una zaga muy recargada y que se caracteriza por la luna partida en dos mitades, algo que resulta atractivo pero poco funcional, ya que __resta visibilidad e impide la colocación de un limpiaparabrisas trasero.
Si entramos en detalles, el Citroën C4 mide 4,3 metros de largo y la altura, que, como hemos dicho, es más elevada que en la de un compacto convencional, se sitúa en 1,5 metros. Resulta importante señalar que si bien la altura total es mayor que la cualquier rival, la altura libre al suelo de 15,8 cm es solo un poco más elevada que la de otros modelos de la categoría. Esto se debe, por un lado, al diseño, pero también a que Citroën ha tenido que dejar espacio suficiente para la colocación de las baterías en la versión 100% eléctrica.
Uno de los puntos fuertes del nuevo Citroën C4 es la personalización. La marca ofrece siete colores para la carrocería, cinco paquetes de color para las molduras decorativas de los faros antiniebla y los airbump y la posibilidad de montar el techo en color negro independientemente del color escogido para la carrocería.
La unidad de prueba del Citroën C4 2021 que puedes ver en el vídeo y la galería de fotos contaba con el acabado tope de gama Shine que incluye de serie llantas de aleación de 18 pulgadas con unos neumáticos relativamente estrechos de 195 mm. De esta manera, la marca ofrece unas llantas de generosas dimensiones, algo indispensable para los departamentos de marketing, pero sin aumentar el consumo o comprometer la respuesta dinámica del vehículo.
El acabado Shine ofrece también de serie faros con tecnología led para todas sus funciones que ofrecen una buena iluminación de la carretera, resultando muy recomendables para aquellos conductores que viajen a menudo de noche.
Tenemos, en definitiva, un modelo que, como es tradición en la marca, apuesta por un diseño diferente y original que es muy probable que tenga una legión de admiradores pero también de detractores.
Interior del Citroën C4 2021: práctico y bien rematado
El interior del nuevo Citroën C4 nos has sorprendido gratamente por la calidad de los materiales y ajustes, siendo en este sentido el negro piano empleado en la consola central el mayor defecto. Es un material que se ensucia y raya con facilidad.
Otro punto positivo es que Citroën ha vuelto a instalar unos controles físicos para manejar el sistema de climatización, una solución que resulta mucho más fácil, cómoda y rápida de utilizar que, como viene siendo moda últimamente, trasladar todos los controles a la pantalla del sistema multimedia.
Y ya que hablamos del sistema multimedia, el nuevo Citroën C4 monta una pantalla central de ocho pulgadas que ofrece una buena respuesta y visibilidad incluso cuando incide el sol directamente sobre ella. Los menús están bien estructurados y resulta fácil navegar entre las distintas funciones.
El panel de instrumentos también es una pantalla totalmente digital. De cinco pulgadas de tamaño, nos parece que es pequeña su nivel de personalización muy pobre. Esta instrumentación digital está muy lejos de la que ofrecen algunos de sus rivales como el Seat León o el Ford Focus.
En cuanto a los asientos delanteros, la unidad de pruebas del Citroën C4 contaba con los que la marca denomina Advanced Confort, que están disponibles de serie desde el segundo nivel de acabado. Resultan muy cómodos, aunque se echa en falta algo más de sujeción lateral.
La postura de conducción, algo elevada, resulta cómoda y la ergonomía es buena: todos los mandos están bien ubicados y tenemos abundantes huecos donde dejar objetos. El copiloto, además, dispone de un cajón específico y un soporte, situados por encima de la enorme guantera, para guardar y colocar una Tablet. Una solución ingeniosa de la que no dispone ningún rival.
Las plazas traseras se ven condicionadas por la forma de la carrocería. El acceso es bueno y el espacio para la rodilla, también. En altura, sin embargo, se ven algo limitadas y los pasajeros que midan más de 1,80 metros rozaran con la cabeza en el techo.
En cuanto al maletero, tiene capacidad para 380 litros, lo mismo que un Volkswagen Golf, por lo que podríamos decir que el C4 se sitúa en la media del segmento. Tiene doble fondo, espacio para una rueda de repuesto y unas formas bastante aprovechables. Eso sí, el umbral de acceso está bastante alto.
Citroën C4 PureTech 155: prestaciones de sobra
Para esta prueba del Citroën C4 2021, hemos elegido el motor más potente. Se trata de un bloque de tres cilindros y 1,2 litros de cubicaje que desarrolla 155 CV de potencia y entrega 240 Nm de par máximo desde las 1.750 rpm.
Esta mecánica solo está disponible con el cambio automático EAT8 que permite cambiar de marchas a través de unas levas colocadas en el volante, una opción que utilizaremos muy poco, ya que funciona de maravilla en modo automático. En este sentido, lo único reprochable es que quizás no sea la caja más rápida y reactiva del mercado, pero tampoco es un coche pensado para batir récord, sino para circular con el mayor confort posible.
El motor ofrece una prestaciones notables, con un 0 a 100 km/h en 8,5 segundos, y una suavidad de funcionamiento y rumorosidad, buenas. No echaremos en falta más caballos, aunque vayamos cargados a tope, pudiendo realizar adelantamientos con total seguridad.
A través de una tecla situada en la consola central, podemos elegir entre tres modos de conducción: Eco, Norma y Sport. En función del elegido, varía la respuesta del acelerador y la gestión de la caja de cambios.
En cuanto al consumo del Citroën C4 PureTech 155 CV, la marca homologa un consumo medio de 6 l/100 km, un cifra que se queda lejos de la realidad. Al final de la semana de prueba circulando por todo tipo de vías, el ordenador de a bordo marcaba un consumo de 7,5 l/100 km.
El Citroën C4 es uno de los coches más cómodos de la categoría
Aunque el Citroën C4 se encuadra en el segmento C, la marca francesa ha empleado la plataforma CMP del grupo PSA, la misma que emplean el Citroën C3 o Peugeot 208, y no la plataforma EMP2 que utilizan los modelos más grandes del grupo entre los que se encuentran el Citroën C5 Aircross o el Peugeot 308.
Esta decisión, que tiene que ver con los costes de fabricación, provocaba a priori cierto recelo sobre la posible respuesta dinámica del vehículo, pero, tras una semana a sus mandos, las sensaciones han sido buenas.
Para la suspensión, se ha empleado un esquema sencillo con McPherson en el eje delantero y una barra de torsión trasera pero, eso sí, acompañado de los amortiguadores con topes hidráulicos que son responsables, en gran medida, del excelente confort de marcha que ofrece el C4. De hecho, la suspensión, a la que acompaña una buena insonorización del habitáculo, coloca al C4 como uno de los coches que mayor confort de marcha ofrecen en la categoría.
Este confort de marcha no va acompañado de una deficiente respuesta dinámica. El Citroën C4 nos ha resultado más ágil de lo que esperamos: la carrocería balancea poco, la estabilidad es alta, las reacciones nobles… No es el compacto de carácter más deportivo de la categoría, tampoco lo pretende, pero sí le aprietas un poco sorprende. En este sentido, la única pega es que la dirección, aunque precisa, resulta algo artificial y transmite poca información al conductor.
Precio del Citroën C4
La gama del Citroën C4 parte en 18.870 euros y la unidad probada, un tope de gama, en 26.414 euros. Estos precios, que no incluyen ningún tipo de descuento, colocan al C4 como una de las alternativas más asequibles de la categoría.
En definitiva, Citroën regresa al segmento de los compactos con un coche diferente, muy diferente, en el que destaca por encima de todo el confort de marcha que ofrece. Además, la calidad del interior es buena, el espacio para los pasajeros y la capacidad del maletero se sitúa en la media-alta del segmento y las posibilidades de equipamiento son notables. Sin duda, una alternativa a tener en cuenta.
