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Prueba: Citroën C-Elysee 1.2 VTI – Berlina a precio de urbano

El 'gancho' que propone Citroën para su último modelo suena muy atractivo: una berlina que cuesta como el urbano más barato.

Si tu presupuesto para adquirir un coche nuevo ronda los 10.000 euros, es casi seguro que en la lista de 'posibles candidatos' sólo aparezcan urbanos de pequeño tamaño, equipamiento básico y no especialmente amplios: VW Polo 1.2, Renault Clio 1.2, Peugeot 208 1.0... Por eso, que Citroën ofrezca ahora toda una berlina por ese presupuesto, que viene a ser menos de la mitad del precio medio que piden la mayoría de los fabricantes por un modelo de este segmento, es suficiente motivo para que sea el protagonista de esta prueba.

Más que un coche es un puzzle

El C-Elysée es un cuatro puertas de 4,42 m de largo que se fabrica en la planta que Citroën tiene en Vigo. Se trata de un modelo hecho 'a base de piezas' de otros vehículos de la marca -básicamente del urbano C3, con el que comparte motor y una plataforma convenientemente adaptada- y que, en principio, estaba pensado para mercados como el ruso o el chino... pero que, debido a la complicada situación económica de nuestro país, también ha encontrado 'su hueco' en España. El C-Elysée compite contra los también novedosos Skoda Rapid o Seat Toledo -más info. pág. 52-... y, gracias a su actual promoción -ver bola susperior-, se emplaza como la berlina de su equipamiento y tamaño más asequible del mercado -los mencionados Seat y Skoda parten desde unos 13.000e, frente a los 10.500 del Citröen-. La pregunta clave es... ¿qué compras por ese precio? Estéticamente, más de lo que pagas, pues este C-Elysée es un modelo 'resultón', con un frontal atractivo muy similar al del C4, una trasera sencilla pero bien integrada, muchos detalles vistosos...

¿Por qué es tan barato?

En realidad, el C-Elysée 1.2 VTI Exclusive cuesta 14.750€ sin promoción... pero se queda en 10.500e -4.250e menos- si te acoges al Plan PIVE -entregas un Citroën usado de 10 o más años a cambio- y financias 6.000e del importe con la marca durante 36 meses -el TAE supera el 12%, que es mucho-.

Los acabados

SEDUCTION: El básico: Incluye ABS, ESP, 4 airbags, elevalunas eléctricos delanteros, cierre centralizado con mando a distancia, dirección asistida, ordenador de a bordo, faros antiniebla, equipo de audio con toma USB y auxiliar, Bluetooth, asiento conductor regulable en altura, aire acondicionado, espejos eléctricos, asiento tras. abatible, 2 isofix traseros.

EXCLUSIVE: Por 1.100e más: Añade elevalunas eléctricos traseros, llantas de 16", reposabrazos delantero, volante y pomo del cambio en cuero, control de velocidad, control de ayuda al aparcamiento trasero, detalles cromados.

Si quieres algo más rápido, elige el 1.6 de 115 CV Exclusive: 15.650€

No tiene el caché de las clásicas berlinas medias, su empaque o su tamaño -los Opel Insignia, Ford Mondeo... le sacan 40 cm de largo y 10 cm de ancho-, pero en conjunto muestra una 'agradable sencillez'. Por dentro, sorprende que, a pesar de derivar de un urbano, resulte tan amplio; parte del truco radica en que la plataforma se ha estirado 110 mm, lo cual ha conseguido unas plazas traseras con un espacio similar al de coches del segmento superior. Tampoco 'hay pegas' que ponerle al equipamiento de serie: la versión promocionada, 1.2 VTI con el acabado Exclusive, viene con todo lo básico en cuanto a seguridad y comodidad -ESP, cuatro airbags, Bluetooth, elevalunas en las cuatro puertas...- e, incluso, añade elementos sorprendentes para su precio, como el control de aparcamiento trasero. Eso sí, no destaca por ser tecnológicamente muy avanzado; de hecho, no puede incluir ni con sobreprecio elementos bastante comunes hoy en día como un navegador integrado en la consola central, volante con mandos para manejar desde el ordenador de a bordo al equipo de audio... -que sí ofrece un urbano moderno como el Peugeot 208- ni tampoco otros de última hornada, como detector de obstáculos en el ángulo muerto de los retrovisores, freno de mano eléctrico... -que sí lleva el C4-.

¿Qué coge de quién?

Muchas piezas son de un urbano.- El volante, las salidas de aire, los mandos de la climatización, los tiradores de las puertas, las palancas situadas tras el volante, el pomo del cambio o la llave son las del actual C3; el mando de los retrovisores o los elevalunas,del anterior C3.

¿Qué radio  lleva de serie?

Un equipo con lector de CD, toma auxiliar y de USB -junto al freno de mano-, Bluetooh y mandos tras el volante -desde donde se controlan casi todas sus funciones-. Su sonido es correcto y resulta sencillo de manejar, aunque los botones del volumen deberían ser más grandes. Cuenta con un display pequeño... pero que muestra todo lo necesario. No hay un equipo mejor ni en opción.

¿Interesa más el diesel?

El C-Elysée se ofrece con un motor diesel 1.6 HDI de 92 CV. Respecto al 1.2 VTI de nuestra prueba, y a igualdad de acabado -Exclusive- el diesel es mucho más caro: 14.900 euros -puedes encontrar unidades a ese precio en www.carstore.citroen.es-. A cambio, el diesel consumo mucho menos -4,1 litros de media- y es más rápido -180 km/h, de 0 a 100 en 11,2 segundos-.

Por lo que cuesta... ¿encuentras más o menos de lo esperado?

El interior es más sencillo y esquemático que el de los últimos modelos de la marca; no hay más que ver el volante -sin todos los mandos que lleva un C4- y el diseño simétrico del salpicadero.

Pero... ¿es de calidad?

La verdad es que no está nada mal. Por lo que cuesta, está bastante bien hecho, tiene unos ajustes correctos, mandos simples y robustos... pero todos los plásticos son duros. ¿A su favor? De serie, se puede elegir entre dos tapizados para los asientos -gris claro u oscuro- y el salpicadero cuenta con inserciones en plástico gris brillante que le dan una apariencia muy agradable. En conjunto, es mejor que un modelo low cost como el Dacia Logan... pero no es tan llamativo como un urbano como en el C3.

¿Cómo se ahorra?

Recurriendo a componentes de otros Citroën -ver texto en la foto del salpicadero-, empleando componentes comunes tanto en los gasolina como en los diesel -como una instrumentación idéntica-, prescindiendo de cosas habituales en otros coches como el reglaje en altura de los cinturones...

Y las pegas

La guantera principal es amplia, hay huecos en las cuatro puertas e, incluso, un resposabrazos entre los asientos delanteros... pero se echa en falta algún espacio a mano para llevar, por ejemplo, un móvil. La iluminación del interior es bastante sencilla y no hay luz en los espejos de los parasoles. El botón del warning queda alejado del conductor.

Maletero

Fondo: 103 cm / Ancho: 110 cm  / Alto: 56cm  / Repuesto: Lleva un neumático de menor media (185 mm). Es grande, dispone de 506 litros que es mucho... pero la boca de carga no es muy amplia, no hay huecos, redes...

Plazas traseras

Longitud: 77 cm  / Anchura: 131 cm  / Altura: 88 cm. Increíble : Hay mucho espacio para las piernas y cumple de sobra en altura... pero la plaza central es incómoda y los reposacabezas son inútiles.

Esta versión básica adapta uno de los motores más modernos de Citroën: un tres cilindros gasolina con... 72 CV -no hay una berlina menos potente en nuestro mercado-. Se trata de una mecánica que sorprende por su buena respuesta en marchas cortas y también porque sube de vueltas con rapidez -que sólo pese 1.055 kg, lo mismo que un C3, le favorece-... pero no existen los milagros.

Es un propulsor que sirve para viajar con mucha calma -en autopista, mantener los 110/120 km/h de velocidad de crucero resulta complicado si te encuentras algún repecho... y, además, la sonoridad a ese ritmo es elevada-. Mentalízate, no tengas prisas, prepara bien los adelantamientos... y tampoco esperes récords de consumo, porque lo habitual es que 'al exprimir' continuamente la mecánica, los 5,1 litros/100 km declarados por la marca se convertirán en algo más de 6,5 l. Por lo demás, esta versión sólo se vende con un cambio manual de cinco velocidades con un manejo correcto y agradable, pero no muy rápido. Donde sí que vuelve a destacar de nuevo el Citroën es en el comportamiento; como ya avanzamos, la base es la del C3, aunque con una distancia entre ejes más larga y unas vías más anchas.

Lo primero que se percibe es que el vehículo está muy bien amortiguado y no transmite sensación de coche 'barato'; al menos cuando se trata de absorber irregularidades, algo que hace con suavidad. Su comportamiento en carretera es 'el esperado': fácil de conducir, de reacciones progresivas -incluye control de estabilidad de serie-... y tan sólo la sencilla suspensión trasera resulta un poco más 'seca' al pasar sobre algún bache profundo. Esta variante, con sus escasos mil kilos, muestra cierta agilidad en zonas de curvas, mientras que en autopista resulta aplomado y hasta cómodo por amortiguación... pero aquí, el motor se queda 'corto' en cualquier repecho y, como dijimos, suena bastante a partir de 110 km/h. En cuanto a la dirección, con asistencia eléctrica, tiene un tacto correcto, pero no resulta especialmente rápida, con 3,1 vueltas de volante -algo que cansa en maniobras de ciudad-, mientras que los frenos, aunque equipan tambores en el eje trasero, son más que suficientes para las prestaciones/peso de este coche.

¿Preparado para lo siguiente?

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