En realidad, este coche es una alternativa perfecta si lo que quieres es que tu familia no pase desapercibida. La originalidad ha sido la principal cualidad del PT desde su lanzamiento, en el año 2000. Podría decirse que es todo un especialista en llamar la atención gracias a su estética ‘retro’. Sin embargo, a pesar de ser un monovolumen, nunca ha contado con la habitabilidad de un Picasso, la funcionalidad de un Scénic, o las siete plazas de un Zafira. ¿Ha cambiado algo de todo esto tras este restyling?
En realidad no: estéticamente continúa siendo un coche muy ‘personal -y que ahora añade retoques en parrilla, faros, llantas…-, pero tampoco cumplirá las expectativas de aquellos que busquen un auténtico familiar.
Mecánicamente, sí hay buenas noticias: el motor más recomendable de la gama -el 2.2 turbodiesel de origen Mercedes- incrementa su potencia de 121 a 150 CV, con lo que mejora notablemente su capacidad de aceleración -de 0 a 100 en 10,8 segundos, frente a los 12 de su antecesor- y se reduce ligeramente el consumo medio -de 6,9 a 6,7 litros-.
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