Este coche tiene esas dos cosas, resuelve exigencias prácticas, y ofrece calidad de diseño. Es una berlina que ha dado un paso adelante frente a sus modelos antecesores, el Leganza primero y después el Evanda. Empezando por lo práctico, hay que decir que este coche posee un elevado confort interior, tiene acabados en los materiales del habitáculo que son propios del estilo serio y elegante que pretende conseguir y el salpicadero ofrece controles sencillos pero bien presentados. El material dominante es el plástico, sobre todo en la parte superior del salpicadero y en las puertas. Es un punto en el que podría mejorar bastante, a pesar de tener una calidad media y un tacto aceptable.
También se destaca por ser muy espacioso, sobre todo para los pasajeros traseros. Ahí, en la parte posterior, pueden viajar tres personas muy cómodamente ya que cuenta con buen espacio para las piernas (74 cm, uno de los mejores del segmento). El espacio conseguido por los compartimentos es otro punto a favor del Épica. Tiene muchos portaobjetos, ganchos portabolsas, un compartimento con tapa en la parte alta de la consola, posavasos, apoyabrazos y un portagafas.
Hablando de motor, el Épica que nosotros hemos probado (2.5 155 Cv automático) tiene un motor suave pero con fuerza a medio régimen. Este cambio tiene dos modos de funcionamiento: uno completamente automático y otro con accionamiento de carácter secuencial. Tiene una tendencia a llevar el motor en un régimen muy bajo, lo que implica cambios de marchas frecuentes por muy suave que se sea con el acelerador. En modo secuencial es más agradable de utilizar, ya que permite cambiar con suficiente rapidez y sin mucha brusquedad, aunque vayamos acelerando a fondo. En todo momento el sonido del motor es agradable y la resistencia de aire muy ligera, lo que hace mucho más confortable el viaje.
Poniendo pegas, lo peor sin duda es el consumo, ya que éste sobrepasa en carretera los 9 litros y medio, un dato por encima del de coches de este segmento que portan motores similares.
El Épica no se queda corto en equipamiento. Entre otros elementos, lleva de serie 6 airbags, control de tracción, climatizador, alarma, asientos con calefacción, asiento del conductor con ajuste eléctrico, ordenador de viaje, volante de cuero con ajuste vertical y longitudinal, ayuda para aparcar en la parte trasera, retrovisores plegables eléctricamente, limpiaparabrisas automático, cargador de discos CD y llantas de aleación de 17 pulgadas.
El próximo salto de prestaciones lo dará en los próximos meses. Será cuando Chevrolet incorpore a éste y a otros coches de su flota el navegador integrado y el sistema de control de estabilidad. Es un coche que procede ya en un 90% de General Motors y que mantiene su procedencia de Daewoo, el fabricante sobre el que Chevrolet se ha construido para todo el mundo, salvo para Estados Unidos. La ventaja competitiva de este coche es sin duda el precio, muy aceptable teniendo en cuenta prestaciones, tamaño, y en general, la buena calidad que ofrece.