Hay pocas marcas que puedan permitirse el lujo de “hacer cosas extrañas” o salirse de lo “normal” con éxito y no cabe duda que BMW es una de ellas. El año pasado la firma bávara se sacaba de la chistera este nuevo y sorprendente modelo; fruto de las peculiares formas de su carrocería, puede decirse que está a caballo entre una berlina, un familiar, un coupé y un SUV.
Sus creadores afirman haber ideado un nuevo nicho de mercado que dará mucho que hablar en el futuro. Puede que tengan razón y que esta especie de coches “todo en uno” se pongan de moda o que, como dice el refrán (“quien mucho abarca, poco aprieta”), suceda todo lo contrario. El tiempo y, sobre todo, las ventas, pondrán las cosas en su sitio. Independientemente de esto, lo que nadie puede negar es que BMW ha creado un coche de calidad, ostentoso, peculiar y muy cómodo, que rompe los esquemas vistos hasta la fecha.
Denominación de origen
PAS o lo que es lo mismo, “Progressive Activity Sedan”, así bautizó la marca germana a este vehículo, que, al contrario de lo que pueda parecer atendiendo a su nombre, deriva directamente del Serie 7, y no de la reciente nueva generación del Serie 5 (más...). Sus grandes dimensiones no dejan lugar a dudas; en persona queda bien claro que estamos ante un imponente mastodonte que pesa más de 2.000 Kg. y mide 4,99 metros de largo, 1,90 de ancho y 1,55 de alto, con una distancia entre ejes de 3,07 m.
Su aspecto tampoco deja a nadie indiferente y, por lo que pudimos comprobar durante el tiempo que estuvimos con él, provoca la típica reacción que tienen los coches “distintos”, es decir, o entra por los ojos a la primera y enamora, o genera rechazo. Están presentes muchas pinceladas habituales inherentes a los modelos más actuales de la marca como los grupos ópticos formados por anillos, el abombamiento del capó, o los inconfundibles riñones.
La vista lateral (probablemente el mejor “perfil” de nuestro protagonista) destaca por la elegancia de sus líneas con rasgos típicos de coupé, las cuatro puertas con ventanas sin marco, la gran superficie acristalada y el pequeño ángulo formado por el trozo de luneta más próximo a la zaga. Una zaga que a la postre es la que representa verdaderamente la personalidad y originalidad de este modelo, con una caída del techo muy violenta y pronunciada a estilo del X6.
Ni más ni menos
En cuanto al interior, encontramos exactamente lo que cabría esperar; ni más ni menos. La sobriedad característica de cualquier BMW es lo único que se puede achacar a una atmósfera impecable, propia de un coche al alcance tan sólo de los bolsillos más privilegiados, como es el caso que nos ocupa. La disposición de los elementos, el tacto y los materiales empleados, los detalles y la calidad de los acabados, recuerdan al 100% al lujoso Serie 7.
De hecho, el Serie 5 GT también hereda el renovado mando del iDrive y el famoso “black panel” (estrenados ambos por aquel) el cual, recuerden, consiste en un cuadro de instrumentos “camuflado” en una superficie negra cuando el coche está apagado (en él se agrupan multitud de funciones como los indicadores de conducción, informaciones del navegador, el check control y los intervalos de servicio técnico). Cuando activamos el sistema o arrancamos, los números del cuentavueltas, del velocímetro y demás datos se “generan” de forma electrónica apareciendo como por arte de magia.
Sensación de espacio
Dentro del habitáculo se respira amplitud por los cuatro costados. Las plazas delanteras son una delicia, por comodidad y capacidad de sujeción. Como suele ser habitual en este tipo de coches, la imaginación llega hasta donde llegue el dinero. Por ejemplo, por un jugoso desembolso extra, podemos contar con asientos que disponen de múltiples regulaciones (lumbar, lateral, apoyo de los muslos, zona superior de la espalda, reposacabezas...). Es imposible no encontrarse a gusto entre la infinidad de posibilidades de las que disponemos, aunque eso sí, incluso en su posición más baja, los asientos delanteros van sensiblemente más altos que en un turismo convencional.
Detrás, donde cabe la posibilidad de manejar las funciones del iDrive y un DVD con una pantalla en los reposacabezas delanteros (con la correspondiente ración de euros de más), contamos de serie con tres plazas independientes. Dos adultos de más de 1,80 pueden viajar sin problemas como auténticos reyes. Como es habitual, la plaza central, que se puede utilizar como apoyabrazos, se queda justa para acoger a un quinto ocupante principalmente por la anchura y, sobre todo, por la comodidad (el respaldo es duro y poco confortable y el espacio para las piernas mucho menor).
Opcionalmente, por unos 2.500 €, pueden montarse únicamente dos asientos individuales prácticamente igual de lujosos y completos que los de la parte delantera, con calefacción y reglajes a tutiplén. En este caso, una gran consola con espacio para depositar botes y guardar objetos sustituye a la plaza central. Una particularidad a destacar es que sea cual sea la configuración por la que optemos, la fila de asientos traseros, que permite ajustar la inclinación de los respaldos, se puede desplazar longitudinalmente 10 cm respecto al panel que separa el maletero del habitáculo. Con esto conseguimos un espacio de unos 150 litros, muy útiles para guardar parte de nuestras pertenencias. Sin duda, es una pena que como ese panel queda fijo y no se adelanta junto con los asientos, ese volumen “extra” no puede sumarse al del maletero (que cuenta con 440 litros de capacidad).
Un maletero que puede considerarse algo escaso dadas las dimensiones del coche, pero que cuenta con un doble sistema de apertura muy peculiar tipo Skoda Superb (más…). Podemos abrir tan sólo la tapa de forma similar a la de un turismo de 4 puertas o todo el portón, incluyendo la luneta trasera (que por cierto pesa bastante, así que es recomendable instalar la apertura y el cierre automatizado del mismo por 851 €).
Motor
Hemos probado la versión actual de acceso a la gama de gasolina, que esconde bajo el capó el excelente propulsor de 3 litros y 306 CV ya conocido por su sensacional rendimiento. Sobre este motor se ha dicho de todo, y todo bueno, algo que refrendo con total convencimiento. BMW lo ha puesto al día hace poco, manteniendo la potencia pero reemplazando por un único turbocompresor de doble entrada el sistema de dos turbos colocados en paralelo. Además, ahora incorpora la tecnología de distribución variable “Valvetronic”, con lo que se reduce casi un 10 % el gasto de carburante.
En este Serie 5 GT (recordemos, un coche de más de dos toneladas) homologa un consumo medio de combustible de tan sólo 8,9 litros a los 100 kilómetros. En nuestra prueba hemos conseguido registros reales por debajo de los diez (en torno a 9,7 litros), datos que siguen siendo totalmente brillantes. En cuanto a su respuesta, no creo que nadie pueda ponerle pegas a su funcionamiento; es increíblemente elástico (el par de 400 Nm es constante entre las 1.200 y 1.500 revoluciones), por debajo de las 1.200 vueltas sigue teniendo una reacción casi inmediata a las solicitaciones del pie derecho y, superado ese régimen, la aceleración, sobresaliente se mire por donde se mire, parece no acabar nunca.
La caja de cambios automática de 8 velocidades, de convertidor de par, también merece una mención especial. Con diferencia, me parece una de las mejores trasmisiones de este tipo que existen en la actualidad. Su funcionamiento es exquisito; es un cambio suave, rápido e “inteligente”. Por ejemplo, es capaz de reducir muchas marchas de golpe y casi siempre engrana las relaciones más adecuadas en función del tipo de conducción que estemos practicando.
Datos técnicos
Marca y modelo | BMW Serie 5 GT | |
---|---|---|
Acabado | (535i) | |
Especificaciones | ||
Longitud/anchura/altura (mm) | 4.998 / 1.901 / 1.559 | |
Distancia entre ejes (mm) | 3.070 | |
Diámetro de giro (m) | N.D. | |
Peso (kg) | 2015 | |
Volumen del maletero (l) | 440 / 1.700 | |
Neumáticos | 245/50 R18 | |
Motor | ||
Cilindrada (cc) | 2.979 | |
Potencia (cv) | 306 | |
Par máximo (Nm/rpm) | 400 / 1.200-5.000 | |
Tracción | Trasera | |
Transmisión | Automática 8 velocidades | |
Consumo | ||
Combustible | Gasolina | |
Urbano/Carretera/Combinado (l/100km) | 12,3 / 6,9 / 8,9 | |
Emisiones CO2 (gr/km) | 209 | |
Consumo durante test (l/100km) | 9,7 | |
Características | ||
Aceleración 0-100 km/h (s) | 6,3 | |
Recuperación 80-100 km/h (s) en 4ª | N.D. | |
Capacidad depósito (l) | 70 | |
Velocidad máxima | 250 | |
Precio (sin extras) | ||
Euros | 63.450 | |
Equipamiento extra | Dirección activa integral (2.157 €) , BMW Night Vision (2.466 €), Adaptative Drive (3.698 €), navegación profesional (3.096 €) | |
Más datosMenos datos |
Sensaciones al volante
Al volante, lo que deja claro desde el primer momento el Serie 5 GT es que es un coche cómodo y muy agradable de conducir. Su hábitat natural son los largos recorridos y trayectos por vías rápidas: a bordo, el paso de los kilómetros apenas nos pasa factura gracias a la buena puesta a punto de las suspensiones y el equilibrio de todo el conjunto en general. Este confort es su cualidad más destacable. De serie monta amortiguación neumática posterior y el dispositivo de control dinámico de la conducción (que varía la respuesta de la caja de cambios, del acelerador y de la dirección en base a tres programas: Normal, Sport y Sport+) pero es que, además, como no podía ser de otra manera, nuestra unidad de pruebas venía “ligeramente” equipada con un arsenal de medidas enfocadas a mejorar nuestra experiencia de conducción.
Es el caso de, entre otros muchos sistemas, la dirección activa integral (2.157 €) o el Adaptative Drive (3.698 €). El primero permite que las ruedas posteriores también giren (como en el 4Control de Renault) para optimizar el comportamiento del coche en cualquier situación, mientras que el segundo minimiza los movimientos de la carrocería y regula continuamente la extensión y compresión de los amortiguadores.
Todo esto ayuda sobremanera a que en una carretera de curvas se sepa defender de sobra. Ahora bien, la posición un tanto elevada de los asientos y las grandes inercias que se generan debido a su peso provocan bastante respeto. Pese a todo, teniendo en cuenta sus características, se puede decir que es un vehículo bastante ágil, con una dirección muy precisa. Es un coche que permite diversión conforme se va ganando confianza a sus mandos, ya que las sacudidas que permite el eje trasero en el modo “Sport+” son más que perceptibles. Sin embargo, y como decíamos, no está pensado para ello sino para ser un lujoso devorador de kilómetros.
Más de 60.000 €
El Serie 5 GT más asequible está a la venta por 61.200 € (530d GT). El 535i GT, la variante de acceso a la gama de gasolina que nosotros hemos probado, arranca en 63.450 €. Teniendo en cuenta estas mareantes cifras, es unos 17.000 más barato que un Serie 7 y unos 9.000 € más caro que un Serie 5 “normal”.
Siguiendo la tónica general de la marca, puede decirse que por el precio que pagamos, el equipamiento de serie es escaso. El control de distancia de aparcamiento, el climatizador, los faros de xenón, el control electrónico de la suspensión (EDC), el Dynamic Drive o algunos elementos de la conocida tecnología Efficient Dynamics, son los que conforman esta dotación inicial.
Sin embargo, la lista de opciones permite configurar un coche prácticamente a la carta... aunque, cómo no, preparen y de qué manera la cartera. Desde el sistema BMW Night Vision con reconocimiento de peatones (2.466 €), pasando por el Head-up Display (1.714 €), el control de crucero activo (1.911 €), el sistema de entretenimiento para la parte trasera (3.207 €), la navegación profesional (3.096 €) o el techo panorámico (2.096 €), por citar una ínfima parte de todo lo disponible. En total, la factura final de nuestra unidad superaba los 90.000 €.
Por cierto, la gama del Serie 5 GT acaba de recibir importantes novedades. Y es que, desde este mes de junio, los clientes podrán elegir dos nuevas versiones del BMW Serie 5 Gran Turismo que incluyen la tecnología de tracción total BMW xDrive (BMW 530d xDrive GT y BMW 550i xDrive GT) y, por su parte, en septiembre llegarán el BMW 535d xDrive GT y el BMW 535i xDrive GT.
Resumen
El Serie 5 GT es un vehículo de lujo que engloba bajo su carrocería características de varios segmentos. Con un diseño rompedor y controvertido, pero con una a priori falta de ubicación real en el mercado, el tiempo y las ventas darán o quitarán razones. Su principal arma, además de un elevadísimo nivel de confort, se basa en una clara diferenciación del resto tanto en estética como en planteamiento. Por lo demás, hereda todas las grandísimas cualidades del buque insignia de la marca (el Serie 7), modelo del que deriva.