La verdad es que son muy pocas, aunque los nuevos colores, los pequeños detalles o algunos accesorios opcionales que ahora vienen de serie hacen que incluso nos aventuremos a hablar de una segunda generación. Eso sí, lo que no cambia es el precio… Una de las cartas de presentación de la F 800 R 2012 es que apenas sobrepasa los 8 mil euros, lo cual no es ni caro ni barato vistas las constantes promociones que están llevando a cabo las marcas en este segmento desde hace tiempo. Pero muy a menudo los precios no acaban de ser información suficiente para ver realmente en qué se diferencia una naked de las otras. En este caso, con una apariencia muy inspirada en la K 1300 R, hablamos de una naked ligera, con una distancia entre ejes generosa, muy confortable y agradable de conducir y con unas prestaciones que, pese a no ser las mejores, sí que ofrecen un amplio margen de utilización.
Tres son las nuevas combinaciones de colores que ofrece BMW: una combina el color blanco Alpino con el negro Seda, que según la marca es la que mejor resalta el dinamismo de la F 800 R; otra apuesta más claramente por la deportividad al combinar el color rojo Magma con el color aluminio; y, finalmente, la versión en color gris Plata, la más discreta y refinada.
Acabados más deportivos
Seguramente el cambio más notable se encuentra en la parte frontal, donde las nuevas aletas laterales del falso depósito le dan un aspecto más moderno y deportivo porque ahora cubren el radiador y ya lucen el color negro del plástico original, sino que vienen pintadas. Con ello se logra mayor vistosidad y dinamismo en el tren delantero. En este sentido también ayuda la presencia de un guardabarros que igualmente estrena pintura y de una pequeña cúpula Sport que ha pasado a formar parte del equipamiento original y no del opcional. También de serie se montan en la nueva F 800 R luces intermitentes LED de color blanco y el muelle del amortiguador de un color rojo más vistoso.
Al estilo de los motores bóxer
Uno de los grandes aciertos de BMW ha sido darle cierto carácter bóxer al motor de la F 800 R. Es decir, que aun tratándose de dos cilindros en paralelo con el cigüeñal calado a 360 grados, lo cierto es que su sonido ronco, la suavidad que transmite y la mala uva en la zona baja y media, así como los bajos consumos, hacen que ambos se parezcan mucho más de lo que cabría esperar, inercias aparte. Sus orígenes habría que buscarlos en su predecesora carenada, la F 800 S, lo que confirma que es una mecánica con un gran recorrido a sus espaldas.
Pero lo más sorprendente es que sigue estando al día en todo. Primero en cuanto a consumos, que gracias al ordenador de a bordo fácilmente podremos controlar. En autopista lo normal es que nos movamos muy poco por encima de los cuatro litros a los cien siempre que circulemos a velocidades legales. Claro que no deja de ser muy tentador forzarlo un pelín porque es un motor muy lleno a partir de las dos mil revoluciones, desde donde ya ofrece el ochenta por ciento de su par máximo (86 Nm a 6 mil). Además, a diferencia de su hermana carenada, el desarrollo es más corto en velocidades largas, con lo que se potencia el margen útil para realizar adelantamientos con seguridad sin tener que bajar de marcha.
Datos técnicos
Marca y modelo | BMW F 800 R | |
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Año | 2012 | |
Motor | ||
Cilindrada | 798 | |
Arquitectura | Bicilíndrico DOHC refrigerado por agua con ocho válvulas | |
Potencia (cv) | 87 cv a 8.000 rpm | |
Par motor | 86 Nm a 6.000 rpm | |
Alimentación | inyección electrónica de combustible BMS-KP | |
Cambio | de seis velocidades | |
Neumáticos de serie | 120/70 17" (d) y 180/55 17" (t) | |
Chasis | de aluminio con motor autoportante | |
Suspensión delantera | horquillas de 43 mm con 125 mm de recorrido | |
Suspensión trasera | amortiguador central multiregulable con 125 mm de recorrido | |
Altura del asiento (mm) | 800 | |
Distancia entre ejes (m) | 1,52 | |
Frenos | 320 mm (d) y 265 mm (t) | |
Capacidad depósito | 16 litros | |
Peso (kg) | 177 Kg en seco | |
Velocidad máxima | > 200 Km/h | |
Precio (sin extras) | ||
Euros | 8.400 | |
Más datosMenos datos |
Este margen tan amplio de revoluciones aprovechables es también una bendición en ciudad y al salir de una curva. Además, a diferencia de los motores de la competencia con más caballos en la zona alta, sus 87 son mucho más fáciles de asumir. Es, claramente, uno de los motores más elásticos y menos puntiagudos de su categoría, y es que no hace falta buscarle las cosquillas muy arriba para dar con su verdadero potencial. Un golpe de gas en el momento oportuno y el motor rinde lo justo y necesario, independientemente del régimen de giro. Y lo mejor es que aun ofreciendo unas prestaciones que se pueden saborear fácil y rápidamente, los consumos en ningún momento se disparan y se mantienen siempre por debajo de los seis litros de media en uso mixto.
A su manera
Por mucho que algunas naked se parezcan demasiado, sigue siendo cierto que no hay dos iguales. Si a esto le añadimos que a BMW le encanta diferenciarse del resto de marcas con soluciones de lo más originales como son, por ejemplo, los sistemas Duolever, Paraler, el curioso tetracilíndrico de la familia K o los cilindros opuestos del motor bóxer, no es de extrañar que suceda lo mismo en el caso de la pequeña F 800 R. Y decimos pequeña por decir algo, pues su distancia entre ejes está bastante por encima de la de sus competidoras. Aunque con la vista ya puede uno darse cuenta, no es hasta que te subes que todo parece un poco más alejado. Este punto, al final, acaba siendo muy relevante por varias razones.
En primer lugar porque la sensación de espacio es superior, y eso aporta sobre todo confort y confianza a grandes velocidades. Confort porque el cuerpo va más relajado, y confianza porque el aplomo en curvas rápidas es mayor. En este punto, como en muchos otros, se ha intentado conservar la esencia de la serie K. Es más, incluso monta un amortiguador de dirección que queda muy escondido justo por encima del radiador, de modo que se mejora la rigidez en los cambios de dirección y el aplomo rodando rápido.
Obviamente, no todo pueden ser ventajas. El precio a pagar es una menor agilidad en carreteras estrechas y ratoneras, ya que la moto es un poco más lenta a la hora de enlazar una curva tras otra. Comparándola con algunas de sus competidoras directas que son justo lo contrario, como la Street Triple o la Monster, la diferencia se nota. Pero aun en este tipo de carreteras que nos piden un poco más de esfuerzo, el tacto y la potencia de ambos frenos, la posición de conducción natural y ligeramente adelantada, el depósito debajo del asiento para centralizar las masas, y unas suspensiones muy neutras que se comportan igual de bien rueden por donde rueden, hace que la sensación de goce quede inalterada. Asimismo, a pesar del metro con cincuenta y dos centímetros de distancia entre ejes, es fácil de mover y es rápida en las maniobras urbanas más comunes, yendo de un lado a otro casi como un scooter en parte gracias a su peso contenido, de 177 kilos en seco. Por su parte, el tacto suave y la rapidez del cambio de marchas mejoran un poco más sus bondades como moto para todos los días.
Lo que hay que tener para ganarse a la gente
Desde el primer momento su intención fue codearse con las naked más populares de media cilindrada, que eran las que mejor se vendían. Tan acertada fue su apuesta que en este margen de tiempo de poco más de tres años el resto de marcas han revisado sus modelos a fondo o los han sustituido por nuevos, mientras que la F 800 R sigue siendo la misma de siempre. No es que sea la más vendida, pero sí que goza una cuota de mercado suficiente para garantizar que su lanzamiento ha valido la pena. Y en todo este tiempo su nivel de aceptación por parte del público no ha hecho sino subir.
Parte de su acierto ha sido ofrecer otro modelo de acceso a la marca sin renunciar por ello al sello distintivo de BMW. Porque su estética actual y con gancho, muy al estilo de la K 1300 R, y un comportamiento que te hace gozar desde el primer kilómetro independientemente de tu nivel de experiencia, la ha convertido en una de las grandes predilecciones también para conductores del carné A2, pues es válida para ser limitada a 35 kw. Además, ofrece tres alturas de asiento diferentes, una posibilidad siempre bienvenida sobre todo por parte del público femenino.
Conclusión
BMW parece no tener ninguna prisa en renovar la F 800 R más profundamente; no le hace falta. Exactamente como en el primer día, es una naked que te hace sentir bien con sólo subirte a ella. De hecho, no es fácil dar con un punto que realmente necesite ser revisado: los acabados están bien resueltos, los retrovisores ofrecen buena visibilidad y se pueden ajustar fácilmente, todos los mandos transmiten suavidad y el ordenador de a bordo ofrece toda la información que se le pueda pedir, incluso un gran indicador de marcha engranada. Aun así, quizá se echa en falta un cuentakilómetros parcial o un cuentarrevoluciones más grande y visible, pero poca cosa más.
Por otro lado, sí que es cierto que a nivel de suspensiones no está en el mejor nivel posible, pues son sencillas en ambos casos y sin muchas posibilidades de regulación. Pero esto no impide que hagan un buen trabajo al tiempo que permiten mantener un precio coherente. Es, en pocas palabras, una naked con su personalidad muy clara y bien definida que no tiene nada que envidiar a ninguna moto de la competencia directa. La BMW F 800 R cumple, a su manera, con todo lo que se le puede pedir a una moto de su clase, sin más.